“¿Y SI LA TIERRA LES HABLARA?” LA INQUIETANTE PREGUNTA A LOS ALUMNOS DE LA PRIMERA ESCUELA DE VERANO DE GEOFÍSICA APLICADA EN MÉXICO

Comparte en redes sociales

 

En las próximas dos semanas, 12 estudiantes que llegaron a Ensenada provenientes de universidades del centro y sur del país, tratarán de “escuchar” lo que nos dice la Tierra y más interesante aún, buscarán entenderla utilizando para ello tres métodos geofísicos que están por aprender al participar en la Escuela de Verano de Geofísica Aplicada SEG-CICESE, la primera en su tipo que se organiza en México.

 

En la inauguración de la histórica Escuela de Verano de Goefísica Aplicada, primera en su tipo en México (Cortesía).

 

Todos@Cicese / 4 Vientos / Foto destacada: Youtube

Ensenada, Baja California, México, lunes 23 de agosto de 2021.- La primera edición de esta escuela de verano arrancó hoy de manera presencial en instalaciones del CICESE, y en ella participan nueve estudiantes universitarios de Chiapas, Tabasco, Tamaulipas, Puebla, Veracruz y de Ciudad de México, así como tres estudiantes del posgrado en Ciencias de la Tierra del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE).

En la ceremonia de apertura, el director general de este centro, Doctor David H. Covarrubias Rosales, dijo que además de ser un medio para acercarnos y conocernos, esta escuela de verano será un punto de inflexión en sus vidas académicas.

Tenerlos aquí nos compromete, agregó, en el sentido de poder brindarles todo lo que necesitan para desarrollar las actividades programadas de aquí al 3 de septiembre.

 

Confió además “en que muchos de ustedes, ojalá sean todos, regresen con nosotros a hacer el posgrado”.

 

Considerando que todos los asistentes estudian geofísica en sus universidades, el director de la División de Ciencias de la Tierra, Doctor Luis Alonso Gallardo Delgado, les preguntó: ¿y si la Tierra les hablara? Esto tiene que ver con la atracción que desde chico él sintió por conocerla, con el gusto de estar en el campo, de sentir el aire correr por su cara.

“Ver la inmensidad de una noche estrellada despierta nuestra inquietud; el orden en que se agrupan las estrellas nos obliga a preguntarnos varias cosas: ¿por qué se ordenan así? Después de todo, no es obra de la casualidad que todos nos encontremos hoy aquí”.

Una imagen de los campos magnéticos de Australia medidos con sensores aéreos, sirvió para explicar que esos remolinos que se pueden apreciar, además de ser materia de la geofísica, es una forma de saber que efectivamente la Tierra sí nos habla.

 

La Vía Láctea vista desde la Antártida. ¡Una maravilla! (National Geographic)

 

Desde su punto de vista, nuestro planeta puede verse como un conjunto de cosas que están en el subsuelo y que tienen características muy particulares que, cuando detectan otras similares, modifican su comportamiento.

 

Por ello en geofísica aproximamos un objeto y tratamos de estudiar cómo se comporta el subsuelo; si el medio es magnético, aproximamos un imán; si es eléctrico, arrimamos un electrodo. Eso define el problema inverso en geofísica”, explicó.

Agregó que ahora conocemos que un sensor nos puede revelar el campo magnético y con esto sabemos que no solamente la Tierra nos habla, sino que también lo hace con otros astros.

“Nosotros podemos escuchar la interacción entre la Tierra y el Sol; es decir, la podemos medir con sensores. Ese parloteo lo conocemos como emisiones electromagnéticas; es una comunicación que se refleja igual que un electrocardiograma o un encefalograma. También podemos platicar con la Tierra al enviar una señal con una bobina electromagnética y su respuesta la recibimos (medimos) con otra bobina en un sitio diferente”.

Fue entonces que dijo a los estudiantes que en las siguientes dos semanas ellos van a poder hablar con la Tierra, y lo harán de tres formas: utilizando métodos electromagnéticos, elásticos (sísmicos) y eléctricos.

“Al final esperamos que sí la puedan escuchar y entender; y también esperamos que pasen el mejor de los tiempos aquí en el CICESE”, indicó.

 

Las novedosas herramientas de utiliza la Geofísica para encontrar agua en el subsuelo de la Tierra (Foto de la Universidad de Salamanca, España)

 

Antes de que se organizara la primera edición de esta Escuela de Verano de Geofísica Aplicada, algunos investigadores de la División de Ciencias de la Tierra del CICESE participaban en una escuela similar, pero organizada en Estados Unidos porque simplemente no había ninguna en México.

Un factor determinante para que se pudiera organizar aquí fue la participación del Capítulo Estudiantil del CICESE de la Sociedad de Geofísicos de Exploración (SEG, por sus siglas en inglés), que se creó en este centro en 2017.

Actualmente, este capítulo lo integran 27 estudiantes de posgrado y es presidido por Beatriz Valdés Moreno, quien en 2020 ganó la oportunidad de asistir a la reunión anual de esta sociedad celebrada en Houston, Texas.

Por motivos de la pandemia no pudo asistir físicamente, pero virtualmente participó en un curso de liderazgo donde pudo conocer los diferentes programas que maneja la SEG.

Uno de ellos es el Field Camp Grants, que ofrece subsidios a campamentos para trabajo de campo.

Junto con Ana Lucía Ramos Barreto y Juan Gerardo Peña Domínguez (los tres son estudiantes de doctorado y miembros de la mesa directiva del capítulo estudiantil), y con el doctor Diego Ruiz Aguilar, quien es investigador por cátedra en el Departamento de Geofísica Aplicada del CICESE, sometieron una propuesta y les fue aceptada.

 


Comparte en redes sociales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *