Un Cuervo Chiquiado
Hace un año fue rescatado de un nido cuando una familia notó que sus padres no regresaron. Le dieron de comer como si fuera el resto de las gallinas y gallos de la granja.
Miguel Cervantes Sahagún */ 4 Vientos
Fue creciendo con ciertas características propias de los cuervos pero menos reacios a la presencia de humanos. Toleraba más a unos que a otros. A los niños no deja que se le acerquen, hostiga a los perros, no soporta la presencia de gallinas cuando está por dormir y a los gallos siempre les busca pleito.
Cuando comete algunas travesuras como llevarse llaves o cosas pequeños sabe que será regañado o reprimido con algún manotazo ligero. Siempre quiere picar objetos que le llaman la atención y cosas como tornillos, plásticos pequeños o dinero se los lleva y los esconde.
Hubo una ocasión que tomó un billete de doscientos pesos y no pudieron rescatarlo. Lo hizo trizas.
Cuando quiere compensar a algunos de sus humanos les lleva tapaderas de plástico o se posa en las piernas. No le gusta la cerveza pero si la coca cola tradicional. Detesta la light.
Cuando los borregos llegan al corral vuela hacia ellos y los arrea igual o mejor que los humanos. Hace un escándalo y a la hora de dormir se va al gallinero y espanta a las gallinas para no tenerlas cerca y poder dormir a sus anchas.
En la mañana hostiga a los perros picoteándoles la cola y todos los días les recuerda a los niños que nunca, jamás será un juguete de ellos.
Hubo un tiempo en que sus humanos creyeron que ya se iba. Vieron como dos cuervos le gritaban y lo invitaban a acercarse. Solo intentó convivir con ellos una ocasión. Algo le dijeron que no le pareció y se regresó a su gallinero para no querer saber más de los visitantes.
Todos los días le pone mucha atención a las platicas de su familia humana adoptiva.
Se llama Pascual.
*Fotógrafo, periodista y buen narrador. Con una carrera profesional de cuatro décadas trabajando para diversos medios de comunicación estatales y nacionales, Miguel Cervantes Sahagún es referencia obligada del periodismo en Baja California.