Tiroteo en Monterrey: los medios y la cobertura de noticias de alto impacto
¿Cuándo nos convertimos en un país tan bárbaro como Estados Unidos? Esta es, sin duda, una pregunta estúpida, que refleja desconocimiento de la realidad, como muchas otras preguntas y suposiciones que se pueden hacer, pero fue lo primero que pensé al leer sobre Monterrey hace unas horas.
Oscar Alejo* / A los 4 Vientos
Semejante pregunta tan irresponsable tiene una explicación: he aprendido a reaccionar con cierto dejo de sarcasmo y desdén a las noticias, las cuales leo diario. Es decir: Tiroteo en Monterrey, quimioterapias y pruebas de SIDA falsas, políticas económicas que en vez de ajustar el cinturón colocan una soga al cuello de muchos; son las diez y media de la noche y acaban de anunciar la muerte de Isidro Baldenegro, activista mexicano. Todo esto en unos cuantos días. Si lo razonamos más a fondo y con sensibilidad, se pierde esperanza.
Creo firmemente que el periodismo bien pensado y escrito puede tener el mismo peso que las grandes obras de la literatura universal. Hace dos años le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura a una mujer cuya obra consta de periodismo puro —Svetlana Aleksiévich—, sin mencionar que muchos escritores se dedicaron al oficio. En fin, ya habrá ocasión para ahondar en el tema en general.
Lo que quiero hacer aquí es analizar brevemente el ejercicio periodístico de parte de los medios de comunicación, en su mayoría mexicanos, durante las horas posteriores al tiroteo/atentado, porque observé un fenómeno que me parece muy importante: hay marcada diferencia entre la ética de los informadores (en cuanto a la nota de Monterrey). Para ser específicos: hubo medios que mostraron el video del tiroteo y otros que no. Sumados a estos están los que no mostraron el video y además denunciaban a otros por hacerlo.
“Periodismo 2.0 por parte de El Universal” escribió Sopitas en su muro de Facebook. El post era básicamente una captura de pantalla de la página del universal que contenía el video y una advertencia en la parte inferior de la página que anunciaba castigos para las personas que difundieran las fotos o el video. En lo anterior hay muchas contradicciones y no sé muy bien cómo interpretarlo.
Me enteré del tiroteo por medio de MVS y su noticiero matutino en radio, desconozco el nombre del locutor, pero alegaba que el Gobierno de Nuevo León ocultaba información deliberadamente, con ese tono agresivo y el discurso subjetivo típico de esa empresa (lo mismo era con Aristegui, tan brillante y tan aberrante en ocasiones).
No había pasado mucho tiempo cuando se hizo dicha afirmación, pareciera que el hombre quería demasiados detalles cuando seguro el Gobierno Estatal aún no los confirmaba. Eso es importante: no regar rumores y suposiciones, comprobar los detalles. La gente suele quedarse con lo primero que escucha, sobre todo con los detalles más morbosos. Por esas y más razones decidí apagar el radio, sabía que en pocos minutos podía leer un más sobre la noticia en otros medios.
Consegui información más prudente en El País, diario español muy destacado, el cual solo emitía lo comprobado hasta el momento: atentado, Monterrey, cuatro heridos confirmados. Estaban esperando más detalles.
Más tarde salió el perfil psicológico del atacante, único muerto hasta el momento. Asistía a terapia y sufría depresión, al morir se anunció que los padres iniciarían el proceso para donación de órganos. Desconozco sus razones, pero dicha acción me puso a pensar en los padres del adolescente y en cómo van a vivir los años que les quedan.
Hace tiempo unos niños jugando a ser sicarios terminaron matando al que tenía el papel de secuestrado. Todo esto desembocó en amenazas para los padres y la publicación en redes sociales de su dirección, sus nombres, fotografías. Hay gente imprudente por naturaleza y nadie nos asegura que a los padres del atacante no les espere un destino inmediato parecido.

Los políticos van a hablar públicamente del tema, el Presidente de la República ya dijo que los mexicanos debemos trabajar unidos para que esto no se repita, siguiendo la misma línea discursiva que ha mantenido desde que inició el año.
Sería interesante refrendar las leyes ya existentes para regular a los medios de comunicación cuando un menor de edad está involucrado en un delito grave, tal como se hace en Japón, se reserva el nombre y se evita publicar fotografías. Por supuesto, pueden informar más no por ello deben caer en daño moral.
Por otra parte el mexicano promedio no parece estar muy enterado de lo que realmente ocurre, y la principal razón es que muchas noticias ya están procesadas y siguen cierta tendencia (ya sea derecha o izquierda), lo que formar un criterio propio y autónomo no es tan fácil.
Lo recomendable es tomarse unos minutos para consultar varios medios, con esto podemos percibir las vertientes por las cuales nos llevan ciertos medios e identificar a los que de verdad quieren informar, todo esto puede desembocar en un mejor criterio y entendimiento pleno de nuestro país y del mundo en general, para que no nos vengan a contar, para que no piensen que ya se nos olvidó lo que pasó la semana pasada.
Porque así como tenemos que analizar cómo termina el asunto en Monterrey, no debemos olvidar muchos otros asuntos. Y hoy no quiero decir fuerza Monterrey y no significa que no me duela. Hoy quiero decir fuerza México. El primer paso para el cambio es el entendimiento.
Oscar Iván Alejo Dávila es estudiante de sociología, interesado en el periodismo, el cine, la literatura y el entendimiento de los grupos sociales.