SALTO CUÁNTICO: Luisito y los empresarios

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¿De cuál manera lo quieren escuchar? No, no, no va a haber rescate de los más ricos, no. Han sido beneficiados y “rescatados” Más de una vez por anteriores gobiernos. No es difícil de comprender, cualquier niño de primaria lo entiende.

“En su mejor momento, el hombre es el más noble de todos los animales; separado del derecho y la justicia es el peor.”

Aristóteles.

José Luis Flores Treviño / 4 Vientos / Foto principal: El Español

Luisito se encuentra en el recreo, Luisito es pobre, muy pobre. Luisito a diario llega a la escuela sin desayunar, no lleva lonche y además no tiene papá, tiene otros tres hermanos en la misma condición, que ya no van a la escuela porque tienen que trabajar en los cruceros para mantener a la familia. Bien, Luisito, observa como un grupo de compañeros departen su lonche, combinan sabores y gastan en chucherías.

El nuevo director de la escuela, tiene rato viendo a Luisito, va con el concesionario de la cafetería y le dice, -oye, ¿podrías por favor dar una beca de alimentación a Luisito, ese niño que siempre está en la esquina de la cancha viendo como los demás comen y el no?

El concesionario se queda viendo al director y le dice, no, luego me vas a pedir que apadrine a más niños y luego otro y otro, aquí hay muchos niños pobres, la mayoría no tiene muchos recursos, no solo es el tal Luisito, mi ganancia puede verse afectada. Mira director, hemos trabajado así durante muchos años, los niños finalmente consiguen algo, aunque sea algunos centavos, pero terminan gastando, comprando, hacen el esfuerzo, de eso se trata, de generar en ellos la cultura del esfuerzo, no de la limosna. Entonces el director, se queda pensando un rato y decide dar los buenos días al concesionario, se va a la dirección y planea unas acciones.

Al día siguiente regresa con el “gran empresario” de la concesión, que por cierto tiene 10 escuelas más a su cargo, y le dice: -Buenos días, mira, estuve pensando en lo que platicamos ayer, tú tienes la concesión de 11 escuelas, de las cuales, aparte de dar su cuota a la institución, que por cierto se usa para mejoras de la misma, me he dado cuenta que van tres años que das solo la mitad de esa cuota, que es como un impuesto, pero no solo eso, a las otras escuelas tampoco ha dado más de la mitad argumentando bajas ganancias.

Foto: Expansión Política

Eso me lleva a calcular un déficit de impuestos de aproximadamente entre las 11 escuelas, en tres años, de un millón y medio de pesos, además de inflar los precios, que lo lleva a una ganancia neta de plusvalía de 250 mil extras por año en cada escuela. Todo junto suma alrededor de 4 millones de pesos, mismos que solo tú ves en tu bolsillo. Me dices que si otorgas una beca alimentaria a Luisito se sumarían otras y otras, y correrías el riesgo de quedar en la quiebra.

Pues haciendo éstas cuentas, no solo haz defraudado a las diferentes instituciones, haz subido los precios y te has quedado con ganancias brutas obscenas. Por lo tanto, a partir de ahora, estás obligado a pagar todos los adeudos, y a bajar los precios inflados para que te quedes con las ganancias justas después de haber cumplido con tus obligaciones. Y por Luisito no te preocupes, con lo que tú pagues, podré dar esa y otras becas, así que no tendrás que desembolsar un solo peso de tus ganancias, solo lo justo.

El empresario se encoleriza, acusa al director de violentar sus derechos, le exige que le condone los atrasos y que baje el impuesto, y que, si eso hace, el podrá ser mejor empresario y ahora sí ayudar a los niños más pobres. Pero el director le argumenta que tiene años enriqueciéndose y ni siquiera ha sido capaz de otorgar una ayuda.

El director se dio cuenta de que el empresario había creado una fundación fantasma donde ponía las ganancias para evadir aún más impuestos. Se desató una guerra económica entre el director y el concesionario, a tal grado que se pidió su destitución, se juntaron todos los concesionarios de la ciudad y armaron un frente de protesta dura para exigir aún más privilegios sin pensar en los niños pobres y mucho menos en las escuelas. –Esto es un negocio, dijeron. No estamos para mantener a pobres que nunca se han esforzado por progresar.

El director se postula para supervisor y luego para secretario de educación, y con la misma postura, hace un enorme esfuerzo para que todos los concesionarios de todas las escuelas del país cumplan con sus obligaciones. Ya podrán imaginar el alboroto nacional.

Imagen: El Cronista

El ahora secretario de educación no da marcha atrás en su determinación y crea un comité fiscalizador de cada concesión, los empresarios están cayendo como moscas en cuotas no dadas, fundaciones fantasmas y nexos extraños con compañías que venden comida chatarra para vender a los alumnos alimentos sin nutriente alguno, azúcar en exceso, para así tenerlos desnutridos y cautivos, ya que además, al no tener las vitaminas y minerales necesarios, no pensarán bien para estudiar y así no podrán exigir nada.

El ahora secretario de educación no cede un ápice en su decisión, pensando en los muchos Luisitos del país, obliga a los concesionarios a ya no vender una sola comida chatarra, y no solo eso, de todos los impuestos generados a fuerza de legalidad, les propone crear comedores con recursos compartidos, comprar solo alimentos con nutrientes e ir caminando a la mejora sustancial de seres humanos dignos y con oportunidades.

Los empresarios se siguen negando al rescate de su propia permanencia como miembros de una enorme comunidad que, sin la colaboración mutua, en un futuro no quedarán Luisitos a quienes venderles.

La guerra económica por los privilegios de unos pocos no se ha detenido, es más, exigieron ser rescatados ante la nueva emergencia de salud pública que generó la mala alimentación, el virus de la desnutrición comenzó a hacer estragos en todos. Los empresarios armaron un poderoso frente de desinformación, vilipendiando al secretario de educación acusándolo de insensible, poco visionario y que nada iba a lograr otorgando becas a los niños. Y así continuaron hasta pedir su revocación de mandato y buscan un secretario acorde a sus demandas.

Los empresarios tratan ahora de convencer a los padres y a los niños de que lo propuesto por el secretario eran sueños guajiros, que nada iba a cambiar nunca, que estaba loco. La comunidad educativa se encuentra a la espera de las nuevas elecciones para determinar si sigue o se va (Continuará).

“La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes.”

Martin Luther King, Jr.


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