SALTO CUÁNTICO: La Torre Centinela de Ciudad Juárez
“La constitución no es un instrumento para que el gobierno controle a su pueblo. Es un instrumento para que el pueblo controle al gobierno, para que no venga a dominar nuestras vidas e intereses.”
Patrick Henry.
El gobierno de extracto panista en el estado de Chihuahua, encabezado por María Eugenia Campos Galván, ha iniciado una serie de acciones principalmente encaminadas hacia la seguridad pública. Entre ellas destaca un proyecto denominado Torre Centinela que se proyecta, según datos del mismo gobierno estatal, con un costo de cuatro mil millones de pesos en adjudicación directa a la empresa SEGURITECH, empresa que a su vez tiene inversiones en los estados de Guanajuato y Tamaulipas también en el rubro de seguridad ciudadana.
José Luis Treviño Flores* / 4 Vientos
Foto destacada: La torre para Seguritech (Captura de pantalla en Youtube).
Cabe mencionar que dichos estados tienen altos índices de delincuencia y asesinatos. Guanajuato el tercer lugar y Tamaulipas no se queda atrás.
En un artículo publicado por la revista Proceso el 18 de febrero del presente año, Jenaro Villamil menciona: “Una de las principales herramientas tecnológicas de los gobiernos federal y estatales para combatir el delito es la videovigilancia. Sin embargo, en vista de los problemas detectados en el funcionamiento de las cámaras, sobre todo en la Ciudad de México, un grupo de legisladores investiga al mayor proveedor de este servicio: la empresa Seguritech, que empezó vendiendo botones de pánico y alarmas vecinales y dos décadas después ofrece vehículos blindados, helicópteros, aviones, servicios de telecomunicaciones y otros de alta tecnología, mediante los cuales se embolsa miles de millones de pesos.”
Durante el gobierno de Miguel Mancera en la Ciudad de México y también en el Estado de México, Sinaloa con Eruviel Ávila con inversión de 6 mil millones, la más grande hasta ahora. En los diferentes gobiernos de los estados, bajo los partidos del PAN y el PRI.
La empresa ha tenido contratos millonarios y poca respuesta o mejora en seguridad ciudadana. Hay que recordar que, durante el mandato de Felipe Calderón y su guerra contra el narco, la empresa dio un salto significativo en adjudicaciones directas.
No es raro que María Eugenia Campos, allegada y muy cercana a Felipe Calderón, tenga proyectada la Torre Centinela en el municipio de Ciudad Juárez. La Torre vendría a significar la cereza del pastel no solo de SEGURITECH, sino como una obra icónica, fálica y panóptica que, en la mente retorcida del pensamiento de ultraderecha, significaría la puerta hacia un estado policiaco, represor y vigilante de toda acción ciudadana.
La Torre centinela proyecta centros de mando alternativos en distintas ubicaciones, cámaras de vigilancia y lectores de placas, reconocimiento facial, entre otros.
Ciudad Juárez adolece de todo tipo de carencias en infraestructura urbana. Es una ciudad en tinieblas por falta de alumbrado público, lo que genera mayor delincuencia e inseguridad, baches, calles sin pavimentar, rutas troncales mal planeadas que abonaron a mayores inundaciones en temporada de lluvias, escasos vasos de capación pluvial llamados diques, repletos de basura y aguas negras.
Un centro histórico abandonado, maquillado a veces con proyectos de rescate nunca terminados. Es ahí, en el centro histórico, donde se pretende la realización de la obra Torre Centinela.
El presidente municipal Cruz Pérez Cuellar donó ya un predio para su construcción al gobierno estatal. La torre viene a suplir las principales necesidades del municipio en un afán de control y demostración de poder.
Ciudad Juárez, frontera de paso migratorio por donde Estados Unidos regresa a miles de connacionales y extranjeros, de un crecimiento poblacional exponencial, donde el mes de septiembre cerró con 92 asesinatos que sumados dan mil 537 en lo que va del año, según datos de la misma fiscalía estatal.
Pensar que una torre de 20 pisos va a solucionar la inseguridad provocada por el entonces presidente Felipe Calderón y su guerra contra el narco, emanado del mismo partido que llevó a la gubernatura a María Eugenia Campos, es como creer que la estela de luz, también realizada por Calderón en la ciudad de México, iba a abonar a un estado de ánimo positivo en los ciudadanos de la capital de la república.
En el pensamiento conservador no caben los proyectos de bienestar social a largo plazo ni inversiones comunitarias efectivas. Su clasismo solo sabe observar represión y control mientras tratan siempre de conservar sus privilegios. Antes de continuar, es necesario abordar los principios rectores de la ultraderecha como gobierno.
Michael Foucault, (Filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés 15 de octubre de 1926-París, 25 de junio de 1984), en su estudio Vigilar y Castigar, menciona diversas estrategias que los aparatos de poder estatal tienen para mantener el control de las conciencias y los cuerpos. Es vital abordar algunos de los postulados que sin duda están contemplados en la Torre Centinela.
Los gobiernos conservadores de ultraderecha se caracterizan por invertir enormes recursos en proyectos carcelarios y en cuerpos policiaco. No pueden pensar en el bienestar ciudadano porque su naturaleza histórica y genética, es de absoluto miedo a las masas.

Pésimos servicios básicos en la megaciudad fronteriza (Facebook).
Su visión clasista de la sociedad los hace inmunes a la democracia y a la participación social, así que, mejor crear una torre de vigilancia excesiva y sus arrimadijos represivos electrónicos, bajo el argumento del clima de violencia e impunidad, en la que se vive, curiosamente desatada por ellos mismos.
La Torre Centinela no tiene otro objetivo que intimidar, ser un cuerpo arquitectónico de dimensiones faraónicas donde el ciudadano se sienta observado, vigilado, temeroso.
Foucault dice: “La inspección funciona sin cesar. La mirada está por doquier en movimiento: Un cuerpo de milicia considerable, mandado por buenos oficiales y gentes de bien”, cuerpos de guardia en las puertas, en el ayuntamiento y en todas las secciones para que la obediencia del pueblo sea más rápida y la autoridad de los magistrados más absoluta, así como para vigilar todos los desórdenes, latrocinios.”
Si los ciudadanos permiten que una obra así se consolide, de a poco se vivirá en un estado de excepción virtual en donde el miedo inherente a saberse vigilados no necesariamente inhibirá la conducta delictiva. Al contrario, promoverá estrés y paranoia colectiva, así como rencor hacia una autoridad de tintes fascistoides.
Dentro del principio panóptico, de Jeremy Bentham, filosofo utilitarista del siglo XVIII, la principal intención del dispositivo, con una torre central, (…) es “inducir un estado de consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente en sus efectos, incluso si es discontinua en su acción. Que la perfección del poder tienda a volver inútil la actualidad de su ejercicio; que este aparato arquitectónico sea una máquina de crear y de sostener una relación de poder independiente de aquel que lo ejerce. Para ello Bentham ha sentado el principio de que el poder debía ser visible e inverificable.”
Ya en una columna publicada en 2020 en 4vientos (https://www.4vientos.net/invasion-a-la-privacidad-panoptismo-cibernetico/) se aborda también de manera precisa la intención de espiar y controlar a los ciudadanos mediante todo tipo de dispositivos, incluyendo el famoso software Pegasus introducido por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Entonces no existe otra intención en la realización de la Torre Centinela que vigilar y castigar. El crimen, está demostrado, no se ataca con mayor violencia, vigilancia y represión. Las causas primigenias del crimen organizado son el abandono social, la corrupción, la impunidad y el contubernio entre los carteles de la droga y las autoridades políticas y policiacas durante décadas.

Las vías rápidas de circulación de la ciudad no escapan a los baches (Foto en alcaldesdemexico.com)
Venir ahora a decir que un enorme edificio va a solucionar un problema social enraizado por los mismos gobiernos de extracción panista, donde los ciudadanos son las principales víctimas, es como pensar en agarrar la chancla o asustar con el petate del muerto.
Ciudad Juárez, el estado de Chihuahua y el país están inmersos en una vorágine de violencia que pareciera inacabable; los crímenes de alto impacto han escalado a niveles dantescos, la normalización de la violencia desmedida, el transito migratorio, la pobreza extrema.
Mientras que la oposición de derecha, encabezada principalmente por el PAN y las organizaciones llamadas de la sociedad civil, lideradas por el empresario Claudio X González, solo atinan a denostar las iniciativas de bienestar social, impulsadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, preocupados solamente por su pérdida de privilegios fiscales, de tráfico de influencias, de inversiones a costa de la soberanía.
Así que no es extremo pensar que, pareciera que estas organizaciones, políticas y civiles de ultraderecha se encuentren detrás de muchas acciones de desestabilización, financiadas de manera oscura.
Ya tiene el dato preciso de Genaro García Luna, ex secretario de seguridad durante el gobierno de Felipe Calderón, hoy tras las rejas en una cárcel de Estados Unidos.
Cómo confiar entonces en proyectos monumentales, como la Torre Centinela, habiendo necesidades más apremiantes en la entidad.
“Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control”.
Denis Diderot.
* Subdirector académico en la Secundaria Técnica 75 perteneciente a la Zona 16 del Subsistema Federalizado de Secundarias Técnicas en Juárez, Chihuahua, además de ser activista social, columnista de 4 Vientos y analista político.
Ensenada, B.C., México, viernes 23 de septiembre del 2022.