Ripstein en México: La naturaleza humana estática
– Mi vida ha sido divertida, pero no con la fortuna que yo quería. Yo quería otra.
– ¿Cuál?
–La del que sí puede. No la del que casi puede. Hubiera querido ser otro.
– ¿Por ejemplo?
– Kurosawa o Fellini. Y Kurosawa también hubiera querido ser otro. Intentó suicidarse, pero no murió, lo que es aún peor.
Entrevista a Ripstein por Jan Martínez Ahrens para EL PAÍS SEMANAL
Ana Paula Cortés*/ A los 4 vientos
*SPOILER ALERT
Septiembre, mes de independencia y revolución, de los cuatreros, las pistolas, los bigotes y el alcohol. De ese Je ne sais quoi (no sé qué) que ha hecho al mexicano querido en todo el mundo, y cuya cultura ha despertado curiosidad y hambre en los forasteros.
Celebrando al mexicano, cuya aura esta perpetuamente coloreada de verde, blanco y rojo, CEARTE comienza en su cineclub la proyección de las mejores obras de Arturo Ripstein, un cineasta que ha llegado a nombrarse “el mejor director mexicano de nuestros tiempos”.
Este cineclub es una actividad constante y estable que ha estado presente casi desde los inicios del centro cultural. Del mismo modo, Miguel Ramón Tamayo López, licenciado en artes pláticas, técnico de sonido e iluminación del foro experimental y poseedor de una década trabajando en CEARTE se ha encargado de elegir y programar los temas y películas protagonistas de éste.
“Arturo Ripstein es uno de los directores de cine más importantes de nuestros tiempos. Entonces una de nuestras formas de darlo a conocer es precisamente tomar el mes de septiembre para mostrarlo a la gente. Pareciera que es muy viejo y lo es, pero todavía sigue vigente”, nos dice Tamayo en una entrevista que se hizo antes de entrar a descubrir a este mexicano amante de Buñuel, la ironía y la estática naturaleza humana.
El castillo de la pureza es una historia incómoda al corazón, la moral y que en su año de estreno-1972- debió haber causado un pavor social sin límites. En 110 minutos se narra la historia de Gabriel Lima, un hombre que en su desequilibrio veía en el mundo pura maldad, por lo tanto decidió “proteger” a sus tres hijos y esposa manteniéndolos encerrados en una casa en ruinas, donde el padre era profesor, jefe, entrenador, verdugo y carcelero.
Aunque la imposibilidad de cambiar la naturaleza (mala o buena) del hombre es una temática constante en las historias de Ripstein, El castillo de la pureza está basada en El caso Macetones, una nota roja que el 25 de julio de 1959 se publicó en el periódico El Nacional escandalizando a la Ciudad de México. En éste se leía la catástrofe realizada por Rafael Peréz Hernandéz que creó sin darse cuenta el futuro personaje de José Emilio Pacheco y el mismo director mexicano: Gabriel Lima.
En este 2017, donde películas como Misery, Flores en el ático y Room han llegado a la pantalla para inyectar paranoia en los corazones y mentes de los espectadores, la película de Ripstein resulta algo fácil de adivinar: la locura de Gabriel y su doble moral, la actitud sumisa de la esposa que puede llegar a confundirse con síndrome de Estocolmo, el incesto entre dos adolescentes con hormonas despertándose, y los encierros en celdas donde solo hay agua para beber y tierra para entretenerse.
Arturo Ripstein, una semilla temprana en el mundo del cine mexicano, odiado y amado por igual pero jamás depositado en el baúl del olvido es tal como nos dijo Tamayo “vigente”. Si bien El castillo de la pureza pierde el factor “sorpresa” en esta época donde la morbosidad en la imaginación ha escalado rápidamente, no se puede olvidar el valor que el director tuvo para mostrar en pantalla una historia que incluso hoy en día hizo que algunos se levantaran y dejaran el foro experimental.
Los lunes restantes del mes de septiembre CEARTE los seguirá dedicando a dar a conocer los mejores trabajos de este director, ganador de Premios Ariel y de festivales internacionales de cine como el de Venecia y el de San Sebastían. ¿Ripstein es para todos? No, en lo absoluto, pero es parte de esos miembros de nuestra población que nos hacen levantar el puño, diciendo con enjundia y orgullo “Ahuevo, es mexicano”.
* Ana Paula Cortés Ruiz es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Baja California, actual practicante en 4vientos. Ganó tercer lugar en el concurso anual “El joven y el mar” en el 2010 y aspira a ser una escritor publicada. Ha colaborado en medios periodísticos como La Gaceta UABC y escrito para Caracol: museo de ciencias y acuario cuentos inspirados tanto en la fauna y flora de la Baja California, como en la cultura y costumbres de la península.