Ridículas multas, y negociables, por desperdiciar agua en BC
El bajo monto de las multas que se aplican en Baja California a las personas que desperdician agua potable, la escasa normativa en la materia y el desinterés de las autoridades por sancionar el mal uso de un recurso escaso y caro, dan por resultado que 17 por ciento de los 250 litros diarios que requiere cada consumidor en el estado se pierdan por malas prácticas en su manejo.
Javier Cruz Aguirre / A los Cuatro Vientos
Es necesaria una reforma integral en la normativa, que incluya sanciones económicas y penales más severas para quienes desperdician el agua, concluyen el estudio El agua en Baja California, del Congreso del estado, y Programa Integral el Agua del Municipio de Ensenada.
La laxitud de nuestras normas estatales contrasta con las multas que se aplican por mal uso del agua potable en el estado vecino de California.
Desde julio de 2014, y con un incremento sorprendente en mayo de 2015 por las medidas urgentes de prevención por sequía que dictó el gobierno de Jerry Brown, la Junta de Control de Recursos Hídricos de California aprobó y ordenó a las agencias de gobierno locales que apliquen multas de 500 y hasta 10 mil dólares cada vez que un residente o negocio de California sea encontrado culpable de desperdiciar agua.
En cambio, el Bando de Policía y Buen Gobierno de Ensenada, donde se prevén sanciones por el desperdicio de agua, siempre y cuando a la persona o negocio infractor se le sorprenda in fraganti, contempla multas que van de uno a 50 salarios mínimos –de 70 pesos a 3 mil 507 pesos–, cantidad que se puede negociar con el juez calificador que determina el castigo.
El segundo instrumento legal que aplica correctivos a quienes hacen mal uso del agua, sea potable, negra o reciclada, es la Ley que Reglamenta el Servicio de Agua Potable en el Estado de Baja California.
Este ordenamiento señala que a quienes desperdician o hacen mal uso del líquido, se aplican multas que van de dos a 50 salarios mínimos; es decir, igual a lo que contempla el Bando de Policía de Ensenada.
Pero si quien desperdicia el agua es el órgano paraestatal que administra el recurso, no pasa nada, ya que no existe legalmente una multa o sanción específica para el infractor.
En enero de 2015 la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), que destina el dos por ciento de su presupuesto a programas de ahorro y buen uso del agua, reconoció que anualmente pierde el 21 por ciento del recurso que administra –entre 700 a 800 litros por segundo–, debido a fugas en las tuberías de su red de distribución.