REFICCIONES: La espectacular bufonada de EPN
Algo de lo que Peña Nieto debería haber dicho al candidato republicano (especialista en insultar a los mexicanos) es lo que el historiador Moisés González Navarro escribió sobre los trabajadores nacionales que a principios del siglo XX laboraban en el vecino país: Del lado norteamericano la agricultura, los ferrocarriles y otras obras materiales exigieron el trabajo muscular de miles de mexicanos que contribuyeron ampliamente al florecimiento de Texas, Arizona, California y Nuevo México. Algunas veces los norteamericanos reconocieron el valor de la mano de obra mexicana; los algodoneros confesaron que los braceros mexicanos eran mejores trabajadores que los negros, griegos, italianos y japoneses, por su habilidad digital y la ayuda de sus familiares.
Ignacio Betancourt* / A los 4 Vientos
Sin embargo el lamentable papel de palero de Trump que jugó el llamado presidente de la república sigue siendo un misterio ¿qué se pretendía? ¿a quién se le ocurrió tamaño despropósito? ¿quién se lo ordenó? Tan lamentable show justo un día antes del primero de septiembre, ocasión en que el “mandatario” debe informar sobre sus actividades a la población y al Congreso ¿Qué necesidad había de tan espectacular bufonada? Quizá pronto se conozcan las razones, quizá nunca. Por lo pronto la pizca de credibilidad que aún conservaba el inquilino de Los Pinos se fue al drenaje profundo, era lo último que faltaba: volverse patiño (ayudante del cómico) del más explícito agresor de los mexicanos en Estados Unidos.
Una de las posibles razones de tal comportamiento puede ser la que el periodista de la revista Proceso, Ernesto Villanueva, señala tratando de entender tan errático comportamiento: Para nadie es un secreto que el presidente Enrique Peña Nieto tiene un presumible déficit cognitivo (…) Existen indicios razonables de que el mandatario tiene trastornos mentales que podrían explicar lo que sucede con su gobierno (…) puede padecer de esquizofrenia paranoide.
Tal enfermedad -agrega el periodista Ernesto Villanueva- se define como una alteración del sistema nervioso central y se caracteriza por “distorsiones fundamentales de la percepción, el pensamiento y las emociones”, y pone como ejemplo algunos síntomas: a) la percepción de que los señalamientos contra su actuación y su gobierno son resultado de intereses asimétricos que se han puesto de acuerdo para afectarlo; b) lo que se dice de él en los medios independientes sólo es ánimo de venganza; c) está convencido de que las reformas estructurales no funcionan por intereses creados, no porque sean incorrectas o desafortunadas; y añade el periodista: El gobernante sano tiene un mayor umbral de tolerancia a la crítica, al estrés y a ser exhibido, con razón o sin ella”.
Y a propósito de conductas anómalas miremos al sargento Nuño, aunque en este caso más por delirantes cálculos políticos y afinidades ideológicas con el poder trasnacional; el empecinamiento infantiloide en mantener la aberrante y mal llamada reforma educativa cuando afirma sin el menor rubor: no existen las condiciones para reiniciar ningún diálogo con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y luego atribuir al adversario lo que el mismo Secretario realiza al decir que la CNTE tiene como “rehenes” a los alumnos (mientras el gobierno federal tiene como rehén al país), o que sólo busca “chantajear” a la autoridad.
Curiosa manera de eludir la responsabilidad política, adjudicando los propios errores a quienes no se someten a su capricho, mientras que rodeado de militares reclama a sus correligionarios defender la reforma educativa y no retroceder en la actual coyuntura.
Diciéndose orgulloso de ser priista el sargento Nuño declara: no nos puede entrar la prisa por hacer cambios a la reforma después de haber hecho un proceso tan profundo como este, posiblemente uno de los más importantes del México democrático, y a las primeras de cambio, porque coyunturalmente tenemos algunos problemas o resistencias, querer cambiar lo que construimos entre todos (toda esa insoportable letanía dicha fervorosamente al lado del presidente del Consejo Coordinador Empresarial).
Si nos detenemos a analizar sus afirmaciones, de inmediato nos encontramos el ánimo beligerante cuando ante un movimiento popular en ascenso insiste en no tener prisa en la solución de las justas demandas de cada vez más grupos, no solo magisteriales, también de padres de familia, de campesinos, de colonos, de estudiantes, de burócratas, etc. etc. sin embargo el sargento, sin el menor asomo de racionalidad considera que no se debe cambiar lo construido; la pura imposición de las demandas empresariales sin la menor consideración para los millones de afectados.
Cuando la única verdad es la del gobernante la distancia entre pueblo y funcionario se vuelve un abismo en donde sin soportes políticos la relación se hace caótica y las consecuencias se vuelven impredecibles (generalmente catastróficas).
La represión nunca ha sustituido los acuerdos, sería conveniente no olvidar el extraordinario parecido entre ese momento en donde Porfirio Díaz abandona el país (1911) y surge la revolución mexicana, y la actualidad que hoy sacude a la sociedad mientras sus gobernantes no dejan de hacer el ridículo.
Y mientras al Banco de México le preocupa el deterioro de la cuenta corriente en un momento en que la economía disminuye su ritmo de crecimiento peligrosamente y salen del país más divisas de las que ingresan, en la Ciudad de México el 27.7% de sus habitantes no tiene recursos para comprar los alimentos necesarios (en Veracruz el 29.4%), mientras que el 45.7% de los capitalinos tiene dificultades para pagar los servicios básicos.
Y en medio de este desbarajuste la IP insiste en el aplastamiento de la disidencia porque: “el secuestro de la actividad económica es inadmisible en un régimen que debe defender el estado de derecho” (aunque mucho se cuiden de decir que el estado de derecho sólo son sus derechos). Al mismo tiempo la reducción de la inversión extranjera directa llega al 36.5% y ¿el mexican moment? Por todo lo anterior el señor Peña Nieto mejor se va a pasear a China y el secretario de gobernación declara: “Hoy miles de niñas y niños, particularmente en Chiapas, un menor porcentaje en Oaxaca, están en sus casas, en sus hogares, y no están en las aulas para formarse…”
Del poeta Charles Bukowski (Alemania 1920-EUA 1994), un fragmento de su poema “La condenación de Buk”:
Vas envejeciendo, preocupado por/que no te renueven el permiso/ de conducir, preocupado porque las resacas/duren más, preocupado por no/ llegar a los 85,/ preocupado porque los poemas dejen de llegar,/ preocupado por preocuparte.// preocupado por morirte en el balneario,/ preocupado por morirte en la autopista al volver del hipódromo,/ preocupado por morirte en la piscina,/ preocupado porque los dientes que te queden/ no aguanten.// preocupado por morirte pero no por la muerte.// preocupado por que la gente ya no te/ considere un peligro porque estés borracho.// preocupado porque te olvides/ de quién es el enemigo.// preocupado porque te olvides de reír (…)