REFICCIONES: La banda del Copete Parlante
Escribió el poeta italiano Giacomo Leopardi (1798-1837) Los buenos y generosos suelen ser también muy odiados porque de ordinario son sinceros y llaman a las cosas por sus nombres. Y en el México de la banda de Los Copetes Parlantes (incluso calvos de todas las edades pertenecen a ella) suena convincente tal afirmación porque la mentira es la virtud principal de los gobernantes que se imaginan creíbles sólo por ser capaces de repetir millones de veces, a través de todos los medios imaginables, sus insultantes promesas (cambios laborales para generar empleo, cambios educativos sólo para atentar contra derechos laborales, cambios energéticos para entregar el petróleo a las trasnacionales, etc.); sin embargo y para desencanto de los ojetes, la realidad no puede ser sustituida por acumulación de falsedades, la vida cotidiana de más de cien millones de mexicanos es mucho más que algunas envilecidas cadenas nacionales de televisión. Sí, la mentira, esa palabra tan lugar común, tan cercana, tan cotidiana, tan diferente en su sentido si el que miente es una beata o un gobernador, o cualquier vecino o el presidente de la república; la mentira, sí, el salvavidas del cinismo rampante y la constancia de la impunidad como garantía de la eficacia del servidor público (y de otros que aspiran a serlo).
Ignacio Betancourt/ A los Cuatro Vientos
Pero tal proceder sólo le resuelve el problema al funcionario trasgresor en el corto plazo, los problemas nacionales, los que aquejan a las multitudes enajenadas y utilizadas hasta la saciedad siguen sin ser resueltos, esos problemas que afectan a los seres humanos de a pie condenados a soportarlo todo tiene un límite; generalmente, a partir de la prepotencia ese límite es inexistente o desconocido pues la soberbia es siempre mala consejera porque se actúa a partir de espejismos, y precisamente por ello resulta tan verosímil que en un mediano plazo la destrucción y el caos social se generalicen si la ciudadanía no actúa organizadamente desde hoy.
Dice el especialista Louis Goodman a la revista Proceso: “Cualquier debilidad de Estados Unidos tiene inmediatas consecuencias negativas para México. Una crisis por el tema de la deuda estadunidense causaría un grave daño a la mexicana.” Y me pregunto ¿qué van a hacer los criminales que hoy gobiernan México si Obama no resuelve las broncas económicas gringas al inicio del próximo año? ¿Qué le espera a la población cuando a principios de 1914 ni las mentiras gubernamentales funcionen? Espero que no suenen a catastrofismo las preguntas anteriores pero no resultaría ocioso reflexionar sobre tales escenarios.
Y regresando a la rollo-novela-semanal que documenta los acontecimientos críticos entre la Secult y miembros de la Sociedad civil, en cuyo presente capítulo se intensifica la actividad jurídica. El Colectivo “Es hora de hacernos agua” entregó al Juez de Distrito del Noveno Distrito en el Estado, a través de mi condición personal de trabajador de la cultura y suscrito con mi firma, el Escrito Inicial de Demanda (Amparo Indirecto), con fundamento en los Artículos 1, 8, 14, 17, 103 fracción 1, 107 y demás aplicables y relativos a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y otros relativos y aplicables de la Ley de Amparo, reglamentaria de los Artículos 103 y 107 constitucionales, por violación en perjuicio de la esfera jurídica ciudadana de parte de las autoridades responsables, el Dr. Fernando Toranzo, alias Gobernador Constitucional del Estado como responsable por la omisión de expedir el reglamento de la Ley de Cultura para el Estado y los Municipios de San Luis Potosí, y como corresponsable de tal omisión al ingeniero Xavier Torres Arpi, alias Mr. Sueño Profundo. El par de angelitos llevan más de cinco años haciéndose los occisos, por supuesto con la implícita complicidad (por desconocimiento o conveniencia) de la llamada comunidad cultural. Al rey del humorismo involuntario, alias Juan Carlos Díaz, el Colectivo le sigue otra indagación de la que pronto informará.
Dice el amparo que el gobernador es responsable y el Secretario de (In)Cultura corresponsable de “la absoluta omisión de expedir en tiempo y forma el reglamento para una exacta observancia y aplicación de la Ley de Cultura”. Dicha Ley Estatal de Cultura se publicó en el Periódico Oficial del Estado el 10 de mayo de 2008 y en su Artículo Transitorio Segundo expresa: “Para la exacta observancia y aplicación de esta ley el titular del Poder Ejecutivo del Estado, expedirá el reglamento en un plazo que no exceda de ciento ochenta días, contados a partir de la entrada en vigor del presente ordenamiento.” Tal omisión vulnera las garantías individuales del quejoso (o sea yo) y también de quienes no se quejan. Nunca es tarde para actuar con dignidad, el Colectivo “Es hora de hacernos agua” (Sociedad Civil) propone a todos los involucrados que se reúnan y se manifiesten contra esta ilegalidad, y sin esperar a líderes o representantes oportunistas exijan de inmediato el reglamento omiso.
Para concluir la colaboración de este viernes va de nuevo el poeta italiano Giacomo Leopardi, quien en sus Cantos (editados por primera vez en 1818) pareciera aludir al gobierno del Copete Parlante, cuando en su Canto número XI dice: Hay un siglo, por no hablar de otros, que presume de rehacerlo todo en lo que a las artes y otras disciplinas se refiere, porque no sabe hacer nada.