REFICCIONES: El Copete Parlante

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Un Copete Parlante repite hasta la saciedad: “este es el año de las transformaciones” y un coro gigante de ciudadanos dice: “sí, este es el años de las transformaciones, pero no de las que desea la clase política mexicana en el poder”. Sí, este es el año de las transformaciones, lo sigue repitiendo un coro gigantesco de ciudadanos y sus ecos resuenan en los lugares más inusitados. La insurgencia popular de centenares de miles de mexicanos hartos del sometimiento y sus devastadoras reformas, se incrementa a lo largo y lo ancho del país, crece como una olvidada semilla que de pronto se ha puesto a germinar, aunque a veces no se note.

 Ignacio Betancourt/ A los Cuatro Vientos

Además de los profesores de la CENTE y el SNTE, día a día se incorporan a la insurgencia alumnos y padres de familia, desempleados y clases medias, ancianos y niños, académicos y artistas independientes, grupos de toda índole se suman a los ofendidos por el priismo de los años de Díaz Ordaz y Carlos Salinas en pleno siglo XXI; millones han descubierto que en su retorno el dinosaurio  se ha equivocado de país, los ciudadanos del año 2013 no son compatibles con la represión de otras épocas.

Este fin de semana puede ser devastador pero pese a todo será promisorio; si la disfuncionalidad gubernamental no le permite al Gabinete copetero rectificar su voracidad privatizadora, no sólo no podrá modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino que será incapaz de gobernar un país que ha llegado al límite de su resistencia. Suponer que una mayoría en el Congreso puede hacer y deshacer resultará un error muy costoso, no sólo por el simulacro legaloide que es en sí mismo sino por la altísima probabilidad de que resulte ser la gota que derrame el vaso. Y ahí sí ¿qué ejercito ametrallará la tempestad? ¿Qué guardaespaldas librará a los ojetes de un sueño?

EPN TORTILLASVan algunas mínimas razones para la inevitable insurgencia: cuando en todo el mundo la inflación de los alimentos subió menos de un dos por ciento, en México llegó a más de 7 por ciento, mientras los grandes corporativos (Bachoco, Bimbo, Minsa, Herdez, etc.) elevaban sus ganancias en el primer semestre de 2013 en un 20 por ciento (6 mil cincuenta y tres millones de pesos contra 5 mil cuarenta y cinco millones de igual periodo en 2012); de enero a julio hubo cuarenta por ciento menos plazas de trabajadores en el IMSS; “sólo una tercera parte de los dos mil 570 municipios del país tiene acceso a servicios financieros, mientras el 10 por ciento de los promotores comerciales concentran el 60 por ciento de los subsidios y los créditos”. Por eso y otras múltiples razones, “amas de casa, estudiantes, oficinistas, normalistas y ciudadanos” reúnen víveres, ropa y cobertores para las decenas de miles que desde hace tres semanas han tomado el Zócalo y reconocen que “es duro dormir con frío, pero estamos en resistencia”, y aunque el linchamiento mediático se incremente la credibilidad en su coraje crece. Un profesor oaxaqueño afirma: “Pese al rechazo que a veces sentimos, también son muchos los que nos han demostrado que están con esta lucha. Nunca falta el ama de casa que después de la compra en el mercado nos ofrece alguna fruta o algo de mandado. Sabemos que hacen un esfuerzo, y por eso, no los vamos a defraudar”. La bronca es una y es universal, se trata simplemente de la desmesura que corroe al suelo patrio: 53 supermillonarios mexicanos junto a 53 millones de pobres; la vida humana es efímera y quien lo olvida suele generar horror.

Contra la idea de que demasiadas noticias al mismo tiempo ocultan a otras existe una lectura diferente, esa que propone la vinculación inevitable de todo lo que ocurre en el planeta ¿se habrán dado cuenta las huestes priistas de tal presente? ¿Quizá piensan (¿pensarán?) que si EUA ataca a  Libia desaparecerá del interés ciudadano la entrega del petróleo a las trasnacionales, o habrán de ignorarse las desapariciones y asesinatos de líderes sociales y ciudadanos “colaterales”? “Todo es posible en la paz, declaraba Díaz Ordaz en los años sesentas, y mientras asesinaba estudiantes prefería  no preguntarse qué sería posible en la guerra. ¿Pensarán en ello ahora el Copete Parlante y sus cuarenta ladrones?

Y retomando la tradicional rollo-novela-semanal, con la notable participación actoral de  la inculta Secretaría de Cultura y la actuación contestataria del colectivo “Es hora de hacernos agua” (Sociedad civil) que en el presente capítulo está en espera de que la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) obligue a Mr. Sueño Profundo (alias el Secretario de Cultura) y al Santa Claus de los dineros Públicos (alias el Director General de desarrollo Cultural) a informar, como primer punto en los requerimientos jurídicos del Colectivo, de los resultados del llamado Proyecto Nopal que organiza El Faro. También el Colectivo sigue en  espera de los datos solicitados por escrito a la directora del IPBA el pasado 3 de septiembre (cada vez hay más rumores de arbitrariedades y hasta de paracaidistas en tierra).

Respecto a La banda de los copetes parlantes de Mamilonia, habrá que observar los copetes de Videgaray, Chuayfet y demás fauna, para darse cuenta que aún con copetes de hueso se aferran a la trayectoria copetil, aunque recientemente, ante el fracaso de su pasión reformadora casi han desaparecido de las pantallas televisivas (salvo EPN) para dar paso a la propaganda de sus empeños privatizadores ahora con actores disfrazados de ciudadanos anónimos; pronto nadie sabrá dónde encontrar a la clase política, porque se habrá disfrazado de avestruz.

ignacio betancourt *Ignacio Betancourt Robles. Poeta potosino. Desde 1997 es investigador literario en el Colegio de San Luis Potosí. Premio Nacional de Poesía Punto de Partida (UNAM, 1974); Premio Nacional de Cuento (INBA,1976) Libros publicados: De cómo Gudalupe bajó a la ontaña y todo lo demás (1977), El muy mentado curso (1984), Ajuste de cuentos (1995) y los poemas Diaria poesía (2006). Como dramaturgo ha escrito diez obras, todas representadas. Entre sus libros de investigación literaria están: “El escándalo”, primera drama de Manuel José  Otón. Texto y contexto (1999); Literatura y frontera norte (2005).

 


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