REDES DE PODER: LOS MUROS DE AGUA

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Uno de los informes que publicó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el 2016, establece que una de las prisiones más peligrosas del país está en el estado de Nayarit.

 

El penal de Santa Martha Acatitla en la zona Oriente de la Ciudad de México (Foto: López Dóriga Digital).

 

Alfonso Torres Chávez* /4 Vientos / Foto destacada: Interior de un reclusorio (Milenio).

La inseguridad es un problema nacional. No se debe olvidar que la cárcel es el último eslabón del sistema de prisiones.

Y es que en el sistema de justicia la cárcel es el sitio donde además de compurgar las condenas se debe aprender algo.

Dice el artículo 18 constitucional que el sistema penitenciario debe fomentar la reinserción con base en el deporte y la capacitación para el trabajo. Desgraciadamente no existe tal paradigma.

No es un halago el artículo 18 constitucional. Se deben cumplir sus fines fundamentales, pero de nada sirve su espíritu si éste no se pone en la práctica.

No estamos hablando desde luego de que sea un paraíso, pero por lo menos se debe tratar de cumplir con sus fines fundamentales.

 

Así lucen las Islas Marías, la que fue una cárcel con ‘muros de agua’ (Foto: Contra Punto Noticias).

 

Desde luego el problema de las cárceles no se resuelve con discursos. Es un problema mucho más profundo.

La cárcel es un muro de agua como lo describió Miguel de Unamuno. La vida en la prisión es un suplicio.

Los tamices del sistema penitenciario no son suficientes para contener la furia del encierro. Los fantasmas de la cárcel nos persiguen si no se cumplen los fines del sistema.

Las prisiones en el mundo no son de óptima condición y en México el sistema penitenciario no resiste examen alguno. Esto es así porque el estado ha incumplido con su función. No podemos esperar otra cosa.

En el futuro, la cárcel deberá cumplir con los fines que le impone la Constitución. Entonces, no hay paraíso en la prisión. Nunca ha existido y no podemos esperar nada de un sistema que no rehabilita. Y ese es el fin fundamental.

 

*Alfonso Torres Chávez, Doctor en Derecho Penal; Investigador de INPOCIPE Tijuana y de CESUN UNIVERSIDAD Tijuana.

Ensenada, B.C., México, lunes 8 de noviembre del 2021.


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