REDES DE PODER: Emergencia nacional
Las marchas que se han dado en los cinco municipios de Baja California son un recordatorio. Nada más hermoso que la fórmula del artículo 39 constitucional: La soberanía reside original y esencialmente en el pueblo.
Alfonso Torres Chávez/ A los 4 Vientos
Las marchas son una muestra de poder. Es el pueblo quien elige al aparato del estado, pero es en ellos en donde reside la voluntad popular.
Los servidores públicos deben entender que el puesto que ocupan es voluntad de una soberanía que funciona a la perfección: el pueblo que sale a las urnas cada tres o cada seis años es quien decide los destinos del país.

A la protesta contra el gasolinazo, el movimiento social ciudadano se une en todo el país con una consigna unánime: ¡Fuera Peña! Foto: REUTERS/Edgard Garrido
Quienes dicen que la revolución no sirvió para nada deberían repasar nuestra etapa revolucionaria para darse cuenta que ese movimiento social sí tuvo un objetivo claro: democratizar al país.
Sería bueno estudiar la revolución de vez en cuando para darnos cuenta que no hubo movimiento social más perfecto. Como todos los movimientos sociales adquiere un nivel de mito desde el momento en que al menos en una ciudad o un estado de este país evoca un nombre revolucionario o hace referencia a un heroe o un personaje revolucionario.
Elija el que usted quiera. Todas las avenidas, calles, o ciudades llevan al menos una referencia revolucionaria.

Imagen publicada en el blog Cantospace
La revolución sigue siendo ese mito social que hemos construido todos.
Desde niños se nos enseña la historia de revolución de una forma poética, pero no debemos olvidar que la etapa postrevolucionaria se convirtió en sus últimas etapas en una lucha encarnizada por el poder, aunque en esencia no ha perdido su fondo: sigue siendo ese mito social que nos llevó a la democracia con un costo social que al final demostró que la lucha valió la pena.
La democracia nos ha llevado por un camino que es preferible al de las armas que fueron necesarias para terminar con la dictadura de Porfirio Díaz.
No todo en el general Díaz fue criticable, pero eso lo tocaremos de manera posterior.
La democracia sigue siendo un valor universalmente aceptado.
* Alfonso Torres Chávez. Licenciado en Derecho por la UABC. Maestro en Derecho, Facultad de Derecho UIA- Tijuana. Especialista en Derecho Constitucional y Amparo. Académico-Investigador del Centro Universitario de Tijuana campus Ensenada. alfonsotorr@gmail.com