REDES DE PODER: Diplomacia Roja
“La historia me absolverá”, dijo el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, después de la toma del Cuartel Moncada en 1959. Durante los siguientes sesenta años, aproximadamente, la figura de Castro se volvió el centro de la polémica.
Alfonso Torres Chávez / A los 4 vientos
Derrocado Fulgencio Batista, Cuba se convirtió en el único país del mundo en profesar libremente el comunismo. Mientras estuvo en su apogeo la Unión Soviética, Cuba recibió apoyo económico y militar de ese país. Alejado de las buenas formas políticas, Castro expulsó toda la inversión y los negocios estadounidenses de territorio cubano aún en contra de los deseos de los Estados Unidos.
A lo largo de su vida, Castro fue víctima de varios intentos de asesinato ideados y ejecutados por Estados Unidos a través de agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que dicho sea de paso, desarrollaba operaciones de contrainteligencia en varios países de América Latina que tenían ideología socialista.
¿Qué es finalmente el comunismo que tanto asusta a Estados Unidos y a todos los países del orbe que tienen una ideología capitalista? Sencillo: en el régimen socialista el estado es el dueño de todos los medios de producción y es el responsable de su administración y reparto. Quien tiene un trabajo tiene un sueldo y ese sueldo no supera la media, es decir, gana lo mismo alguien que tenga doctorado o maestría que alguien que tenga un grado mínimo universitario o quien no lo tenga.
En el capitalismo en cambio, quienes trabajan producen la riqueza pero tienen derecho a apropiarse de ella como producto directo de su trabajo. Para entender la ideología comunista hay que remontarse a la obra cumbre: EL CAPITAL y EL MANIFIESTO COMUNISTA.
El capital (1867) explica el proceso de producción de lo que conocemos como comunismo, es decir el ciclo económico a través del cual el estado administra los bienes de producción a su cargo para que todos se beneficien de ellos.
El manifiesto comunista (1848) manifiesta que las ideas políticas de una sociedad están determinadas por el modo de producción y la formación socioeconómica que se deriva de este, esto es que la sociedad base su modo de vida en la forma en que el estado realiza el reparto de los bienes de producción, es decir todo aquello que se requiere para vivir (casa, vestido, alimento, automóvil etc.) En pleno siglo XXI Cuba fue el único país del mundo en conservar como vigente al socialismo, que al menos en teoría resulta una maravilla.
El problema del comunismo es su aplicación: en la economía de mercado donde todo tiene relación con el proceso de producción privada, son los trabajadores quienes se benefician de su propio trabajo que va a favor del estado, es decir que el estado se beneficia directamente de ese trabajo a través del pago de impuestos que realizan los ciudadanos.
Castro defendió su ideología durante aproximadamente cincuenta años con todo y detractores, que como en todo el mundo siempre habrán de existir. El comunismo es, al final de cuentas, una forma de ver la producción económica y de bienes del estado, que busca como todos los modelos un beneficio económico directo para el estado y su población, al que los países capitalistas le temen porque no conocen otro modo de producción que el capitalismo.
Finalmente con Castro se cierra un ciclo que no se volverá a repetir.
Sentémonos a ver el horizonte.
Hasta la próxima.
* Alfonso Torres Chávez. Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho Z. Costa UABC Tijuana. Maestro en Derecho, Facultad de Derecho UIA Tijuana. Especialista en Derecho constitucional y Amparo Facultad de Derecho UIA Tijuana. Abogado litigante. Profesor-Investigador del Centro Universitario de Tijuana campus Ensenada. alfonsotorr@gmail.com