Racismo entre nosotros
El racismo es arrogante y persistente. Dos hechos lo recuerdan:
Isidro H. Cisneros/ A los Cuatro Vientos
Por un lado, el 18 de julio de 1925, hace exactamente 88 años, se publicó por primera vez el libro Mi Lucha de Adolfo Hitler, en donde expuso la ideología del nacional socialismo alertando sobre la “conspiración judía” mundial, y planteó su doctrina política de sustituir la lucha de clases por la lucha de razas. Dicho texto, se convirtió en el catecismo del partido nazi y en el fundamento de un antisemitismo racial y cultural que perdura hasta nuestros días.
Por otro lado, los crecientes enfrentamientos raciales, con decenas de detenidos, en distintas ciudades de los Estados Unidos, en apoyo a la familia de Trayvon Martin, un adolescente negro asesinado el 26 de febrero de 2012 cuando caminaba desarmado en un barrio predominantemente de blancos en Florida, a manos del vigilante privado George Zimmerman, a quien un jurado declaró inocente hace unos días. Esto ha provocado protestas callejeras y un debate nacional sobre la cuestión racial, la polémica legislación sobre legítima defensa y la justicia igualitaria. Hasta ahora, se han recolectado más de 700 mil firmas en una petición ciudadana, al Departamento de Justicia y al Fiscal General de Estados Unidos, para promover un nuevo juicio, esta vez de tipo federal, por la muerte del joven afroamericano. Incluso, el presidente Obama se declaró conmovido por el crimen. Mientras tanto, se han convocado nuevas manifestaciones para este próximo fin de semana, en decenas de ciudades de ese país denunciando la discriminación racial que sufren las minorías en la más antigua democracia de América. Este caso, se suma al de Rodney King, un conductor negro que en marzo de 1991 fue detenido por la policía de Los Ángeles, y que terminó con una golpiza por parte de los agentes que fue captada por un videoaficionado. Cuando un jurado estatal absolvió a los policías, se desató una ola de violentas protestas raciales que durante días arrasaron distintos vecindarios en Los Ángeles. Cincuenta muertos, dos mil heridos, diez mil detenidos y pérdidas multimillonarias, fue el saldo de la revuelta que solo terminó con la intervención de la Guardia Nacional.
El término «racismo» hace referencia a un conjunto de teorías y comportamientos fundados en una doble suposición: primero, que las manifestaciones culturales y las acciones históricas de las personas dependen de la raza, y segundo, que existe una raza superior a la que le corresponde la función de dominio sobre otras razas inferiores.
Los prejuicios colectivos, los estereotipos y el discurso racista se encuentran presentes también en México, afectando de manera especial a las comunidades indígenas. Actualmente, cerca de 10 millones de personas en nuestro país tienen en común un referente étnico, que surge del pasado prehispánico y colonial de los pueblos mesoamericanos, compartiendo elementos culturales, modos de producción y reproducción social, un pasado y, a menudo, un territorio.
Nuestra población indígena no es homogénea, hay diferencias, desigualdades, complementariedades y contradicciones.
En México se reconocen 89 grupos lingüísticos, a partir de los cuales se pueden identificar pueblos indígenas con lengua y tradiciones propias. Más del 80% de la población hablante de dialectos indígenas se concentra en doce lenguas: náhuatl, maya, zapoteco, mixteco, otomí, tzeltal, tzotzil, totonaca, mazateco, huasteco, mazahua y chol, ubicándose la mayoría de las comunidades indígenas, en los estados de la costa del Pacífico así como en la Península de Yucatán. El patrón de asentamiento de la población indígena es, en su mayoría, rural dado que más del 60% reside en localidades con menos de 2,500 habitantes. Incluso, el Informe sobre Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas en México, elaborado recientemente por la ONU, sostiene que “la población indígena se encuentra en clara desventaja en salud, educación y particularmente, en las oportunidades de generación de ingreso”, además afirma que algunos municipios indígenas en Chiapas tienen un desarrollo humano inferior al del país más pobre del planeta, que es Níger. Esta tendencia se asocia a las condiciones de extrema marginación y pobreza en que sobreviven los indígenas en nuestro país.
Debemos recordar que las sociedades contemporáneas se caracterizan por la presencia de importantes grupos minoritarios que son objeto de discriminaciones y exclusiones, siendo considerados ciudadanos de segunda.
La temática del racismo permite introducirse en las nuevas problemáticas de nuestro tiempo. Presenciamos formas inéditas de racismo y exclusión que se desarrollan en diferentes ámbitos de la vida colectiva. En México, a pesar de contar con instancias burocráticas que disponen de enormes recursos para la defensa de los derechos humanos, y para prevenir y erradicar la discriminación, el fenómeno lejos de desaparecer, se ha incrementado. El racismo y la discriminación representan formas extremas de intolerancia cultural que muy frecuentemente conducen a la exclusión de individuos y grupos, por el simple hecho de pertenecer a una determinada categoría social o étnica. La democratización mexicana debe contribuir decididamente, a rechazar el racismo en todas sus manifestaciones.