Pobreza y caída de la construcción en BC, problemas que avanzan y preocupan
En algo más que un acto cotidiano lo que debería ser un hecho aislado y extraordinario, las acciones del combate a la pobreza en Baja California se han convertido en una carrera entre los tres niveles de gobierno para ver cuál atiende a más gente en condiciones de pobreza.
Mientras tanto el valor de la producción de las empresas constructoras en Baja California se derrumbó en 41.7 por ciento a tasa anual durante enero-abril del presente año respecto al mismo lapso, pero de 2013.
Luis Levar y Oscar Tafoya / Monitor Económico / A los Cuatro Vientos
Los más recientes datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en torno al avanza de la pobreza de Baja California, ya habían mostrado que esta situación era seria, pero reversible.
La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares ya lo había anticipado y el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social la población de Baja California en condiciones de pobreza alcanzó la cifra de un millón 10 mil 136 personas.
Comparado con el resto de los estados de la frontera norte, Baja California dejó el segundo lugar que tenía en 2008 con menor proporción de personas en condiciones de pobreza (26.0%), solamente atrás de Nuevo León (21.4%), para pasar al cuarto (30.2%), atrás de Nuevo León (23.2), Coahuila (27.1%) y Sonora (29.1%).
A nivel general, la medición para la población en pobreza se refiere a la que tiene al menos una carencia social y percibe un ingreso inferior a la línea de bienestar, cuyo valor equivale al costo de las canastas alimentaria y no alimentaria juntas.
Sin embargo, está la vertiente de la pobreza por ingresos que consiste en comparar los ingresos de las personas con los valores monetarios de diferentes líneas alimentaria, capacidades y patrimonio. En este sentido, Baja California tiene el Ingreso inferior a la línea de bienestar porque entre 2018 y 2012, la población que percibe ingresos inferiores a esta línea pasó de 950 mil 800 personas (31.4%) a un millón 225 mil 200 (38.8%).
Asimismo, quienes están en el Ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo, es decir la población con ingresos inferiores al costo de la canasta alimentaria, pasó de 316 mil 700 (7.6%) a 365 mil 100 personas (10.9%).
Asimismo, la población no pobre ni vulnerable, es decir, la que se encuentra en mejores condiciones económicas -la población sin carencias sociales y con ingresos superiores a la línea de bienestar-, decreció sistemáticamente de 25.1 por ciento (2008) a 24.2 por ciento (2009) y 23.5 por ciento en 2012.
Por otro lado en el Acceso a la alimentación el problema aumentó de 428 mil 600 personas (14.1%) a 509 mil 900 (15.2%). Ello entre 2008 y 2012.
Con tales indicadores, desde los gobiernos estatal y municipales anteriores se comenzó a trabajar para revertir la situación; sin embargo, al acercarse el primer año de gobierno de las nuevas administraciones, se han multiplicado las acciones contra la pobreza desde todos los sectores, en una situación que ya es francamente preocupante.
No solamente están involucradas las secretarías de Desarrollo Social -en todos sus niveles de gobierno- y los sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), sino instituciones educativas y empresas, lo cual lleva directamente a la conclusión de que la pobreza continúa avanzando en la entidad y que se ha convertido en un asunto preocupante y de alarma tanto para el gobernador Francisco Vega de Lamadrid como para los presidentes municipales, quienes primero se colgaron de la Cruzada contra el Hambre, programa federal de corte eminentemente populista, pero al que siguieron otros como:
Brigadas de apoyos alimenticios, eventos como la carrera atlética “Lata y kilos programa alimentario, programa de Asistencia Social, Jornada Asistencial De la Mano Contigo, entrega de despensas por escuelas, impulso del Patronato “Los Años de Oro para adultos mayores, distribución de tarjetas Pal-Sin Hambre de la Cruzada contra el Hambre, Campaña de Recolección de Útiles Escolares, la entrega de apoyos económicos para madres jefas de familia y personas de la tercera edad, Macro Jornadas asistenciales, etcétera.
Todos ellos confirman que el problema de la pobreza en Baja California tiene los focos rojos encendidos.
A esto hay que agregar los programas y jornadas asistenciales que organizan los diputados y el anuncio hecho por uno de ellos, el panista Andrés de la Rosa Anaya, quien dijo: “Un aumento en la canasta básica de por lo menos el 40 por ciento es el que se ha registrado como resultado de la homologación de Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la frontera norte del país de enero a la fecha”.
Además, el Coneval informó que Baja California es la entidad que presenta la mayor pobreza salarial del país en el primer trimestre del año.
Así, acciones que en otros tiempos no pasaban de ser hechos extraordinarios, a veces aislados porque la pobreza no era un problema central, hoy vemos como los ediles de todos los municipios y el gobierno estatal han convertido el asistencialismo en una práctica común que llama la atención y preocupa.
Por otra parte, en un contexto económico más amplio que refiere en un análisis el Centro de Estudios Económicos de Ensenada (CEEE), esto se convierte también en “un inhibidor para la atracción de inversiones a la región, dificultando labores de promoción, ya que no se está enviando un mensaje positivo, independientemente de que los indicadores económicos son vistos a la luz de otro tipo de análisis, como pueden ser las afectaciones por el contexto externo, mientras que los indicadores de pobreza y sus acciones muestran la incompetencia de los gobiernos para satisfacer las demandas de sus ciudadanos y eventualmente un uso ineficiente del recurso, que se puede tener pero no aplicar adecuadamente para mejorar la calidad de vida de la población”.
El CEEEN concluye: “Si no estuviese el problema (de la pobreza), los boletines de comunicación social (de los gobiernos del estado y municipios) sobre este tema no ocuparían el primer lugar”.
Lo anterior lo comenta el gremio patronal de acuerdo con un análisis de contenido hecho a los boletines emitidos por municipios y el Estado, estudio que realizaron en las últimas semanas expertos en Ciencias de la Comunicación adscritos a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
En su peor nivel histórico la industria de la construcción en BC
El valor de la producción de las empresas constructoras en Baja California se derrumbó en 41.7 por ciento a tasa anual durante enero-abril del presente año respecto al mismo lapso, pero de 2013.
Se trata de la mayor caída desde que se tiene registro para ese periodo, de acuerdo con las cifras que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En ese sentido, la Industria de la Construcción nunca antes había reportado una caída de esas dimensiones, ni siquiera cuando la Gran Recesión de 2008 sacudió a la entidad.
En términos absolutos, el valor de la producción de las empresas constructoras en el lapso de referencia fue de poco más de 3 mil 116 millones de pesos, monto muy por debajo de los 5 mil 344 millones de pesos que se registraron entre enero y abril de 2013, la mayor cifra que documenta el INEGI.
Como se ha mencionado anteriormente, el colapso en el sector se debe a la lentitud en las licitaciones y concesiones para obras públicas en Baja California, lo que ha ocasionado el cierre de empresas y como consecuencia la pérdida de empleos.
A nivel nacional, en su comparación anual, el valor de producción de las empresas constructoras mostró una variación de negativa de 3.9% en términos reales en abril pasado, producto de caídas en los tres subsectores: en el de Edificación se redujo 5.3%; en la construcción de obras de ingeniería civil menos 2.9%, y en el de trabajos especializados para la construcción menos 1.2 por ciento.
La participación de la obra contratada por el sector privado representó 54% del valor total y la correspondiente al sector público fue de 46 por ciento.
El personal ocupado en las empresas constructoras registró un retroceso de 4.5% y las horas trabajadas de menos 4.6% en el mes que se reporta frente al cuarto mes de 2013.
Con base en cifras desestacionalizadas, el valor de producción aumentó 1.15% en el cuarto mes de 2014 respecto al mes inmediato anterior.
Con cifras de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras, el personal ocupado registró un descenso de 4.5% a tasa anual en el cuarto mes de 2014: en la actividad económica de Edificación se redujo 9.2% y en la de Trabajos especializados para la construcción menos 7.9%, mientras que en la Construcción de obras de ingeniería civil se elevó 2.7 por ciento.
Por tipo de contratación, el personal dependiente de la razón social o contratado directamente por la empresa disminuyó 4.9% (el número de obreros decreció 6.2%, el de empleados (0.5% y el grupo de otros –que incluye a propietarios, familiares y otros trabajadores no remunerados– aumentó 1.2%), y el personal no dependiente fue menor en 2.2 por ciento.