PLUMA DE NEÓFITO: Narco-Neoliberalismo (1 de 3)

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“Pensar y aceptar que el Crimen Organizado Mexicano no tiene una ideología por la cual luchar, es como aceptar que la tierra es plana”

Este artículo tiene como principal objetivo dejar establecida la relación que existe entre el Crimen Organizado Mexicano (CMO) y el Neoliberalismo, y que este puede ser considerado como el cimiento de la ideología política y social de por lo menos dos cárteles: «El Cártel de Sinaloa» (CS) o también llamado «El Cártel del Pacífico», y «El Cártel Jalisco Nueva Generación», y que sobre la base de esta ideología pretenderá, a cualquier precio, tener el control y el dominio del Estado Mexicano.

Ricardo Jiménez Reyna* / 4 Vientos / Imagen principal: BBC Mundo

Tal vez usted dirá que estoy loco, que eso no puede ocurrir en México porque existe lo que se conoce como «Pacto Federal» y que, prácticamente sería imposible porque entonces ocurriría no solo un conflicto armado en el país, sino un verdadero caos socio-económico y político; pues bien, justamente por eso lo digo, porque existe evidencia histórica suficiente de que algunas naciones del orbe han terminado divididas y se han construido nuevos estados sobre la base de esta división.

Antes de continuar deseo comentarles que, durante mi vida, he aprendido diferentes lenguajes y diferentes tipos de lecturas de tal suerte que, tras años de observación, análisis, interpretación y reinterpretación de la información, los hechos y las acciones, torno a «El Crimen Organizado Mexicano», hoy puedo leer lo siguiente: Aunque no lo queramos aceptar y reconocer ya existe un estado del «Crimen Organizado Mexicano» -al cual yo llamo «Federación de Estados Mexicanos» (FEM)- dentro de la República Mexicana y, como estado, buscará controlar el país a toda costa, incluso si lo divide.

Quizás ustedes dirán que estoy, como dicen muchos amigos, «orinando fuera del bacín» pero, y este pero es amplio y generoso, considero que la realidad social de nuestro país es la mejor evidencia que existe para sustentar el presente artículo y la hipótesis que se presenta porque, afirmar que el «El Crimen Organizado Mexicano» no tiene una ideología por la cual luchar, es como aceptar que la tierra es plana y tal vez usted me pregunte: ¿Qué ideología es esa? ¿Se puede llamar ideología a la simple tendencia de solo cometer actos ilícitos? La respuesta a estas dos preguntas es sencilla: La ideología de «El Crimen Organizado Mexicano» es «El Neoliberalismo» ya que, al igual que esta corriente de pensamiento, las organizaciones criminales mexicanas buscan siete cosas a las cuales yo llamo: PERSONA, por sus siglas en español que significan: Poder-Explotación-Riqueza-Sumisión-Oligarquía-Nepotismo-Anarquía.

Ahora bien, lo más alarmante de todo esto es ver la profunda relación que existe entre las guerras de las post-guerra realizadas por los Estados Unidos y la cercanía con países productores de heroína y como ejemplos cito dos: Afganistán, primer lugar a nivel mundial de la siembra de amapola y producción de goma y heroína y Birmania, tercer lugar a nivel mundial de producción de esta planta y sus derivados, está por demás decir que este país asiático es cercano a Vietnam, ¿recuerda estas guerras?

De hecho, Estados Unidos tiene aún fuerzas militares en Afganistán y es de todos conocidos que Vietnam del sur es uno de los países protegidos de la Unión Americana pero, y este pero es alarmante y sobre exagerado, ¿sabe qué país es el que ocupa el segundo lugar en producción de Amapola y de todos sus derivados a nivel mundial? Asómbrese: México fue declarado por la ONU en 2019 como el segundo país a nivel mundial en siembra, cultivo y procesamiento de amapola y heroína y, los estados que más producen esta planta y que más la procesan son: Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Guerrero y Oaxaca.

Tal vez así se pueda entender e interpretar la siguiente información del medio electrónico informativo El Mundo del día 22 de junio del 2020, que copio al pie de la letra: Un grupo armado torturó y prendió fuego a 15 habitantes de la comunidad de Huazantlán del Río, perteneciente al municipio San Mateo del Mar en Oaxaca.

A través de un comunicado, el ayuntamiento informó que este domingo 21 de junio, un grupo armado presuntamente encabezado por José Luis Chávez Salinas, agente municipal de Huazantlán del Río, torturó y quemó vivas a 15 personas -incluidas dos mujeres- de dicha localidad, después que las víctimas se manifestaran de forma pacífica en semanas previas por denunciar la violación de sus derechos, al haber sido retenidas en contra de su voluntad.

Destrucción de campo de amapola en Guerrero. Foto: La Opinión

Los hechos, según el ayuntamiento, fueron respaldados por quien dice ser jefe de plaza de un grupo de delincuencia organizada llamado Gualterio Escandón alias “Gual Perol”.

El Congreso del Estado de Oaxaca condenó la masacre ocurrida en el municipio de San Mateo del Mar, donde además informes preliminares reportan un indeterminado número de heridos y desaparecidos, por lo que se exigió enérgicamente al gobernador, Alejandro Murat Hinojosa, garantizar la gobernabilidad y paz en esta zona para que el pueblo “Ikoot” viva con seguridad y armonía».

Tal vez digan: Interpretar estos hechos como actos de «El Crimen Organizado» es muy aventurado, pero si Oaxaca no apareciera en la lista de los cinco estados con mayor producción de amapola y de su procesamiento en México, entonces tal vez podría comentar que este es un hecho violento más dentro de mi violentado país, pero desgraciadamente está en la lista y seguramente en estos momentos se está gestando la toma de dicha entidad por manos del narcotráfico.

Pero no solo eso, las cosas empeoran y mucho, ya que, si analizamos el caso de Colombia nos podemos percatar que en aquel país existen los elementos sustanciales del control neoliberal y su estrecha relación con el narcotráfico ya que, es ahí donde está el trinomio de Estados Unidos-Narcotráfico-Guerrilla perfectamente bien estructurado y, donde además, puede observarse que la guerrilla es financiada por el Crimen Organizado de aquella nación y que, como dije en artículos anteriores, ahora está bajo la supervisión del Crimen Organizado Mexicano y no solo en este país podemos ver los estragos que ocasiona el negocio de la droga a una nación, también lo podemos observar en Perú y Bolivia y recientemente en Venezuela ya que, la oposición del régimen venezolano es financiada por narcotraficantes.

Por si alguien lo duda, deseo citar a José Luis Solís González, quien en el dos mil trece aseguró en su investigación titulada «Neoliberalismo y Crimen Organizado en México: El surgimiento del Estado Narco» lo siguiente: «Este trabajo estudia el surgimiento de una nueva forma de Estado capitalista periférico en México: el Estado narco, cuya manifestación externa es la de un régimen político neoliberal tecnocrático con una fuerte presencia de representantes del crimen organizado en sus distintos gobiernos, la economía y las finanzas.

Este fenómeno es parte de la crisis actual del capitalismo global, la cual ha tomado la forma, en el caso de la sociedad mexicana, de una profunda crisis orgánica constituida por un déficit de racionalidad (más de tres décadas sin crecimiento económico) y un déficit de legitimidad institucional. Esto ha llevado al país a altos niveles de violencia e inseguridad pública sin precedentes en la historia reciente de México, así como a la militarización del aparato de Estado, comprometido en una guerra fallida contra el narcotráfico».

Creo que la historia le ha dado la razón al autor ya que la guerra contra «El Crimen Organizado Mexicano» falló rotundamente porque no fue una guerra entre «El Estado Mexicano» contra «El Crimen Organizado Mexicano» sino la guerra de «El Crimen Organizado Mexicano» apoyado por «El Estado Mexicano» contra uno de los cárteles más antiguos del país que era «El Cartel del Golfo» y sus aliados y sus brazos armados para tener el control del «Negocio del Narcotráfico» en El Golfo de México y El Caribe Mexicano; pero también la historia no solo le ha dado la razón en esto, sino que también en lo que respecta a la formación de un «Estado Paralelo» dentro de la República Mexicana y esto quedó evidenciado cuando el ahora llamado «El Cártel del Pacífico», el cual tiene una forma de gobierno lineal, sitió Culiacán y obligó a las fuerzas armadas del país a liberar al famoso hijo de «El Chapo Guzmán».

Cuando afirmo que en México existe un «Narco Estado» que es paralelo al Estado Mexicano, considero que esto no es una fantasía, una ficción o un cuento de «Blanca Nieves y El Logo» más bien hablo de una realidad evidente en nuestro país ya que, «El Crimen Organizado Mexicano» está instituido por una estructura similar a la de un estado que es: Organización, Sistema de Gobierno, Territorio, Fuerza Armada, Cultura, Recursos Económicos e Ideología.

Cartón de Calderón

En su organización, «El Crimen Organizado Mexicano» está integrado por dos grandes cárteles: «El Cártel de Sinaloa» y «El Cártel Jalisco Nueva Generación» y agrupaciones más pequeñas que son, o fracciones de aquellos dos, o células que sobrevivieron a la guerra contra otros cárteles como lo fueron: «El Cártel de Juárez», «El Cártel del Golfo», «El Cártel de los Beltrán Leyva», «El Cártel de la Familia Michoacana» y «El Cártel de los Caballeros Templarios». entre otros.

El sistema de gobierno, según expertos, es de carácter horizontal y no vertical, lo cual significa que no existe un solo liderazgo, sino como un grupo de líderes que, en conjunto, toman las decisiones que más convengan a los intereses de «El Crimen Organizado Mexicano», de tal forma que, aún la guerra entre «grupos rivales» son tomadas a manera de cúpula y, de la misma forma, se dividen el territorio nacional.

El territorio del «Narco Estado», al cual llamo «Federación de Estados Mexicanos», está delimitado por aquellas entidades federativas donde «El Crimen Organizado Mexicano» tiene el dominio y el control político, económico, social y cultural.

Con respecto a las fuerzas armadas de «El Narco Estado» esto queda evidenciado en lo que se conoce como cuerpos armados, los cuales son entrenados por expertos exmilitares, ya sea coterráneos o extranjeros; esta práctica es muy común, sobre todo por parte de las agencias estadounidenses, las cuales entrenan al personal del «Crimen Organizado Mexicano» y esto no es nuevo, esto no solo está ocurriendo en nuestro país, sino también en otros países, ejemplos de ellos son Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Colombia, Venezuela países en los cuales las guerrillas han dejado estragos no solo económicos, sino también sociales y, según investigaciones recientes, el fenómeno de la guerrilla también ocurre cuando el control del narcotráfico o el crimen organizado es mayor en un país y cuyo gobierno no está cien por ciento alineado a los intereses de este tipo de delincuentes.

La cultura del «Narco Estado» o de la «Federación de Estados Mexicanos» es otra evidencia de que existe tal fenómeno en este país; de hecho, desde el momento en que comienza a circular información en la cual se exaltan las supuestas «virtudes» del crimen organizado y de sus líderes, esta es una señal de que en ese lugar ocurre un fenómeno de desvalorización de la sociedad, según el informe: «Investigación documental sobre la narcocultura como objeto de estudio en México», América Tonantzin Becerra Romero de la Universidad Autónoma de Nayarit establece lo siguiente en el resumen de dicho documento: «Este texto es resultado de una investigación documental que trata de desentrañar los elementos que componen a la narcocultura como objeto de estudio. Expone los análisis realizados a la narcocultura, como construcción social, que crean expectativas de vida y legitiman el tráfico de drogas a través de formas simbólicas como la música, literatura, series televisivas, religión, arquitectura y películas orientadas al narcotráfico; asimismo, muestra los contenidos simbólicos implicados como la ostentación, el lujo, la violencia, la muerte, el territorio, la presencia de la mujer, el poder, la ilegalidad, la corrupción, entre otros.

El documento plantea también los alcances y retos que enfrentan los estudios sobre la narcocultura, considerando que no es un fenómeno social irrelevante, sino que corresponde a la dimensión cultural del tráfico de drogas».

Por su parte el Doctor. Jesús Rubio Campos, del COLEF de Monterrey, al responder la pregunta: ¿Que debe entenderse por narcocultura?, aseguró que existen dos acepciones para referirse a este término, la primera tiene que ver con el registro histórico de los hechos del narcotráfico, registro que puede ser sobre la base del registro de varias manifestaciones culturales y la segunda manera de responder a esta pregunta, enfatiza: «La otra manera sería cuando hablamos de narcocultura, es esa apropiación de ciertos símbolos, usos, costumbres que se llevan a cabo por parte de los miembros del narcotráfico, y que son adoptados por el resto de la sociedad en diferente grado, por ejemplo lo que tiene que ver con el lenguaje que utilizan los jóvenes, lo que tiene que ver con ciertos hábitos que llevan a cabo los jóvenes, y que tratan de imitar o de emular lo que hacen los miembros de los grupos de narcotráfico o de la delincuencia organizada».

Asimismo el Doctor Jesús Rubio Campos, de la misma institución educativa, aseguró al responder la pregunta: ¿Cómo los jóvenes se apropian de la narcocultura?: «Los jóvenes siempre están en un proceso de ir formando su propia identidad y en ese proceso tienden a buscar algún tipo de prototipo de lo que están viendo en su día a día, en el cual puedan basar su relación con otros jóvenes, muchas veces pueden tomar lo que hace un artista, lo que hace un maestro, lo que hace un político o lo que hace un familiar; entonces tratan de tomar un ejemplo de cómo relacionarse con los otros.”

Generaciones infantiles y adolescentes de México, perdidas en la narcocultura. A estos jóvenes sus mamás no les pegan; ¡ni que estuvieran locas! (Facebook)

Entonces, en esas relaciones que tienen entre pares, dentro de las escuelas, o en sus lugares de trabajo o en su propio entorno familiar, tratan de utilizar aquellas herramientas e instrumentos, que son utilizados por la delincuencia organizada, para ellos poder también. de alguna manera en su día a día, ir resolviendo conflictos o ir dando una imagen.

Por ejemplo, ven que en las narcoseries muchos de los narcotraficantes tienen poder, tienen dinero, tienen armas, tienen mujeres, etc. Entonces, de alguna manera ellos tratan de imitar eso para poderse forjar una imagen ante los demás, o también para tratar de alguna manera obtener, algún tipo de respeto donde los demás los vean cómo ven a los narcotraficantes». Esto se puede ver sobre todo en barrios donde hay mucha violencia, donde hay mucha delincuencia.

Prácticamente la narcocultura ha afectado a todos los sectores de la sociedad. Según el periódico Excélsior, la narcocultura ha impregnado a la sociedad mexicana en diferentes ámbitos como música, religión, literatura, cine entre otros. Esto lo establece en el artículo titulado «Narcocultura y el reflejo en la sociedad» en el cual se establece: «Hablar de narcocultura es hablar del auge de productos que versan sobre el narcotráfico en el mundo de la literatura, la música o el cine, y de cómo sus raíces se encuentran aferradas a la sociedad.

Es lo que la doctora Vittoria Borsò llama “los dos polos de la narcocultura”, y que comprenden, por una parte, los elementos vinculados con lo que entendemos “de manera estrecha” por cultura.

Por otra, engloba lo relacionado con los “regímenes de poder tanatológicos que consideran la vida como un mero material que puede ser aniquilado”, señaló Borsò durante un simposio sobre narcodependencia celebrado en la capital mexicana».

Debido a todo esto, es importante dejar bien establecido que la narcocultura es una de las puntas de lanza de la penetración con las que cuenta el «Narco Estado Mexicano» o «La Federación de Estados Mexicanos» para comenzar a dominar el país y al «Estado Mexicano»

Hasta aquí la presente entrega, en las próximas hablaré de los otros dos elementos que integran a «El Narco Estado Mexicano» o a «La Federación de Estados Mexicanos», aunque adelanto que ambos temas son muy amplios y definitivamente no alcanzará el tiempo y el espacio para explicarlo, de ahí que solo se abordarán lo más profundamente posible.

A manera de conclusión deseo preguntar: ¿Alguna vez se ha puesto a pensar en la dimensión de la peligrosidad y el riesgo que significa «El Crimen Organizado Mexicano»? Para ayudarles a dimensionar esto les pondré un ejemplos: El precio venta de 1 kilo de Marihuana es de aproximadamente $90 dólares y en 2019 solo se decomisaron alrededor de 144 toneladas de esta droga, lo cual representa únicamente $12,960,000 dólares precio venta de pérdidas, por así decirlo, al «Crimen Organizado Mexicano», y esta organización es considerada por los especialistas en la materia como la cabecera de las actividades criminales de todo el mundo. Y aquí una segunda pregunta: ¿Cuántas toneladas de marihuana colocará «El Crimen Organizado Mexicano» en el mercado local e internacional para que decomisos de tal magnitud no representen un daño a la economía de esta organización?

*Editor, redactor, escritor, columnista, periodista y crítico político independiente.

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