Otra vez, gigantesca masa de agua caliente frente a la costa del Pacífico. BC, a la expectativa (Video)
Una gran e inusualmente cálida masa de agua amenaza con perturbar el ecosistema marino a lo largo de la costa del Pacífico desde el sur de California hasta Alaska, dijeron el jueves 5 de septiembre científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).

Un mapa de la NOAA de anomalías en la temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico muestra una masa de agua inusualmente caliente en la costa del Pacífico de Estados Unidos. (Servicio Nacional de Satélites, Datos e Información Ambiental de la NOAA / Los Ángeles Times).
Deborah Netburn, Los Ángeles Times* / Javier Cruz Aguirre, 4 Vientos / Foto principal: Upsocl.
11 de septiembre 2019.- La llaman la “Ola de Calor del Pacífico Noreste de 2019”, y si no se disipa pronto, los investigadores dijeron que podría ser tan destructiva como la infame “mancha” de agua caliente que causó la proliferación masiva de algas tóxicas a lo largo de la costa y provocó estragos en las ballenas, salmones, lobos marinos bebés y otras especies marinas en 2014 y 2015.
“Realmente, sólo el tiempo dirá si esta característica persistirá y si rivalizará con el evento pasado en duración e impacto”, dijo Andrew Leising, oceanógrafo investigador del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA en La Jolla, California
Las olas de calor marino se definen como eventos oceánicos en los que la temperatura superficial del agua es superior al 90 por ciento de las mediciones pasadas durante al menos cinco días seguidos.
La ola de calor del Pacífico Noreste de 2019 cubre actualmente cerca de 4 millones de millas cuadradas de superficie oceánica. El área afectada tiene aproximadamente la forma de un triángulo, con Hawai, Alaska y el sur de California como vértices.
En su apogeo, la mancha era un poco más grande, cubriendo un área similar que se extendía por aproximadamente 4.8 millones de millas cuadradas.
Eso hace que el evento actual sea la segunda ola de calor marino más grande desde que los científicos comenzaron a rastrear el fenómeno en 1981, dijeron los investigadores de la NOAA.

Anomalías de la temperatura de la superficie del mar, como se observó en septiembre de 2014 y septiembre de 2019. (NOAA Coral Reef Watch / Los Ángeles Times).
Los científicos notaron por primera vez la Ola de Calor del Pacífico Noreste en junio. Parece ser causada por un área persistente de baja presión en la atmósfera directamente encima del agua caliente. Esa baja presión llevó a un debilitamiento general de los vientos oceánicos que normalmente enfrían la superficie del agua y mezclan esa capa superior con agua más fría de las profundidades, dijeron los investigadores.
Sin embargo, los científicos todavía no están seguros de qué causó que el sistema de baja presión se mantuviera durante tanto tiempo.
“Normalmente se intensifica y debilita día a día. No se queda ahí durante meses”, dijo Nate Mantua, científico investigador del Centro de Ciencias Pesqueras del Suroeste de la NOAA en Santa Cruz.
“Puede que no tenga otra causa que el movimiento caótico de la atmósfera”.
Los científicos dijeron que no hay evidencia de que el cambio climático sea responsable de la actual ola de calor marino, aunque podría haberla exacerbado.
El cambio climático causado por el hombre ha contribuido con algo así como un grado centígrado de calentamiento en gran parte del Pacífico Norte”, dijo Mantua. “Este evento es mucho más grande, al menos 3 grados centígrados en los últimos tres meses”.

El fenómeno de calentamiento del agua registrada en 2014 en el Pacífico norte, conocido como el ‘Blob’ provocó daños importantes en especies como los leones marinos, los salmones (en la gráfica) y la industria pesquera (Andy Clark / Reuters).
Los investigadores dijeron que la ola de calor marino de 2019 podría ser aún más grande que la mancha, pero también podría romperse.
“Con la mancha, el agua estaba muy caliente hasta los 200 metros e incluso por debajo de los 500 metros”, dijo Toby Garfield, director de la división de investigación ambiental del Centro Científico de Pesquerías del Suroeste de la NOAA en La Jolla.
“Con este evento ahora mismo, el calor está sólo en los 50 metros superiores, máximo”.
Si el sistema de baja presión se mueve y los vientos aumentan, la ola de calor podría simplemente romperse. Sin embargo, si los vientos se mantienen bajos y la masa de agua caliente llega a la costa, podría tener el mismo impacto que la mancha, dijeron los científicos.
“Es la duración y la proximidad a la costa lo que estamos rastreando”, dijo Leising.
Por ahora, las aguas frías que brotan de las profundidades oceánicas han mantenido la masa de agua caliente frente a las costas, pero ese fenómeno suele disminuir en el otoño. Los científicos dicen que ya han visto que eso sucede a lo largo de la costa del estado de Washington.
Llevará unos meses ver si lo mismo ocurre más al sur.
“La Mancha” en Baja California
Respecto a cómo se atendió el caso de la “mancha” de agua caliente 2014 y 2015 en Baja California, cabe recordar el informe que en julo del 2017 hizo el Doctor José Gómez Valdés, investigador del Departamento de Oceanografía Física del CICESE y el primer científico de este centro que realiza una estancia en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, en Pasadena, California.
El científico mexicano fungió como jefe científico de la campaña oceanográfica llamada CICESE-JPL/NASA, que se realizó del 23 de junio al 2 de julio de ese año en aguas al oeste de la península de Baja California, a bordo del buque oceanográfico Alpha Helix propiedad del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Cicese (CICESE).
Informó que uno de los fenómenos oceanográficos que se estudiaron en ese crucero fue el que se conoció con el nombre de ‘the Blob’, la alberca de agua caliente que sucedió en el Pacífico del noreste de 2014 a 2016.
José Gómez dijo que el fenómeno fue estudiado y monitoreado por varios investigadores desde el punto de vista de la temperatura, “pero nosotros, el JPL junto con el CICESE, somos los primeros que estamos analizando cómo estaba la distribución de salinidad durante la ocurrencia del fenómeno”.
Indicó que a partir de 2014, “the Blob” se presentó más al norte como una alberca de agua cálida, y varias más pequeñas en la región CalCOFI, que es una asociación única de Investigaciones Cooperativas de Pesca Oceánica de California del Departamento de Pesca y Caza de California, el Servicio de Pesca NOAA y la Institución de Oceanografía Scripps, e incluso hubo una alberca cálida más pequeña frente a las costas del Pacífico de Baja California.
“Pero el fenómeno ya se disipó completamente, por lo que el proyecto de investigación se concentra en la porción del norte”, explicó en su informe.

Los cetáceos que se mueven a lo largo de la Corriente de California también están en peligro por la enorme masa de agua caliente (Foto: Agua.org)
“The Blob” no es “El Niño”
Dos años antes, otros dos investigadores del CICESE, los Doctores Tereza Cavazos y Cuauhtémoc Turrent, investigadores titular y asociado –respectivamente- del Departamento de Oceanografía Física del Centro de Investigación, tocaron el tema.
“No hubo ‘Niño’ (aumento en la temperatura superficial del Océano Pacífico) el año pasado, pero la presencia inesperada de una masa de agua caliente en la Corriente Oceánica del Pacífico, tradicionalmente fría, confundió a la comunidad científica internacional”, manifestó entonces Cavazos, integrante de diversos comités nacionales e internacionales que investigan la variabilidad de los monzones, el cambio climático en América del Norte y elaboran el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Baja California.
“Es necesario precisar que este incidente no lo provoca directamente el cambio global climático. Se trata de un fenómeno que de manera natural se presenta en la Corriente de California y que, al registrar variables de temperatura de uno a dos grados centígrados por arriba de lo normal, genera una zona de alta presión que en los tres últimos años impidió que las tormentas que bajan de Alaska hacia el sur del continente, generando las lluvias invernales características para la zona, se desplazaran a su destino tradicional”, precisó a su vez Turrent.
Para entonces –18 de junio del 2015-, el Presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola, delegación Baja California (Canainpesca-BC), Juan Morán Sánchez, denunció que los efectos de “la mancha” en la zona eran una reducción en la cantidad de nutrientes en la corriente del Pacífico.
Este problema a su vez “alteró y diezmó la distribución de la fauna marina y la cadena alimenticia”, lo que provocó en un año la caída de la actividad pesquera del estado a niveles del 12% de producción.

La costa oeste de los Estados Unidos, Canadá y la Península de Baja California otra vez estresadas con la Ola de Calor del Pacífico Noreste (Foto: Cueva Duncan, en el norte de California / Internet).
Alberca caliente y lobos marinos
Hace aproximadamente cinco años, cuando “la Mancha” apareció frente a la costa de América del Norte y se extendía desde la península de Baja California hasta Alaska, los expertos estimaron que durante el tiempo que duró el fenómeno la costa sur de Alaska perdió más de 100 millones de bacalao del Pacífico.
Además “encontraron miles de aves marinas muertas en la orilla, y alrededor de medio millón fueron diezmadas en total. Solo en un año, las poblaciones de ballenas jorobadas disminuyeron en un 30 por ciento. El salmón, los leones marinos, el krill y otros animales marinos también desaparecieron”.
Y puntualizaron que la “Blob” causó enormes pérdidas tanto a ecosistemas como a las industrias, por lo que los investigadores del NOAA, con sede en Maryland, Estados Unidos siguen muy de cerca estos eventos desde entonces.
En Baja California, en un resumen del Programa de Acción para la Conservación de la Especie en Riesgo Lobo Fino de Guadalupe, 2018, que elaboraron la Semarnat y la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas), se dejó constancia de la anomalía en una extensión de 2,000 kilómetros, llegando hasta la región occidental de Baja California a mediados de 2014.
Este fenómeno se relacionó con un evento de mortalidad inusual de Lobos Finos de Guadalupe en el sur de California, EE.UU., durante 2015 (…) Asimismo, junto con el Niño 2015, ejerció un efecto sobre esta especie en (Islas) San Benito (Delegación Cedros, Ensenada, México), reflejado en la disminución de su abundancia en menos 50% durante 2015, respecto a 2014”, reportó el informe.
También destacó que el incremento de temperatura superficial del mar durante “El Niño” y “La Mancha”, y su efecto negativo sobre la disponibilidad de presas y población, es una “amenaza potencial” para los pinnípedos, que están catalogados como especie en peligro de extinción, y prioritaria para la supervivencia, por las normas mexicanas e internacionales de conservación.

Las crías de pinnípedos en el Pacífico de Baja California y toda la costa oeste de Norteamérica, otra vez en riesgo por la alberca de agua marina caliente (Foto: KTLA).
Igualmente, el reporte indica que La Mancha “evidenció una reducción en los valores del isótopo estable de carbono en pelo y un incremento notable del nicho isotópico general, probablemente resultado de viajes de alimentación más largos, lo que implicó un esfuerzo mayor (para las focas) en 2015.”
Lo anterior explica una reducción en el número de individuos en tierra, aun cuando en el estudio no se registró una baja en la condición corporal, específicamente en el peso de las pocas crías que nacieron en San Benito, a diferencia de las del Lobo Marino de California.
Finalmente, el estudio observó que si bien la población de Lobos Finos de Guadalupe se está incrementando, debido a la variante de temperatura en la Corriente de California, a que la reproducción del pinnípedo sucede casi exclusivamente en la Isla Guadalupe, y a la baja variabilidad genética producto de un “cuello de botella” en la especie, ésta sigue en riesgo de extinción.
* https://www.latimes.com/espanol/california/articulo/2019-09-07/gigantesca-masa-de-agua-caliente-frente-a-la-costa-del-pacifico-podria-rivalizar-con-la-mancha-de-2014-15