Neoliberalismo aquí y ahora
Esta doctrina que ha permeado las clases acomodadas de los países del tercer mundo, no representa de manera necesaria los intereses de la mayoría…
Ramiro Padilla Atondo/ A los Cuatro Vientos
Más bien, como las estrategias norteamericanas de colonialismo cultural (manden a sus hijos a nuestras universidades becados para que aprendan el american way of thinking) representan lo que sería el mundo ideal para las grandes corporaciones: http://www.youtube.com/watch?v=Nt44ivcC9rg
Esta misma doctrina puso a Estados Unidos de rodillas en el 2008. Su economía estuvo a punto de colapsar. Si el país más poderoso del mundo tuvo que tomar medidas extremas para controlar el laissez faire corporativo, entonces ¿que podríamos esperar nosotros, economías poco desarrolladas sin las condiciones necesarias?
La nueva doctrina del progreso acuñada en tiempos de Miguel de la Madrid, perfeccionada con Carlos Salinas, y llevada a cabo no sin contratiempos con los gobiernos panistas, tiene esta idea de llevar (según ellos) a nuestro país al primer mundo. Insertarnos en la economía global, lo cual no estaría mal si esto significase que con las “necesarias” reformas la pobreza absoluta disminuiría.
Pero con 53 millones de pobres, se demuestra que ese modelo no es en absoluto el más viable para un país como el nuestro.
Las grandes desigualdades se hacen más notorias. El poder adquisitivo se desploma. Un espectáculo pantagruélico es ir a cualquier tienda departamental en México y ver una televisión de 30 mil pesos que el 99 % de los clientes no puede comprar. Ni en abonos chiquitos de por vida.
España es un claro ejemplo. Las medidas neoliberales sin las condiciones necesarias pusieron a este país al borde del colapso. ¿Qué hizo el gobierno entonces? Rescatar los bancos, como los rescataron en México con el FOBAPROA. Miles de familias españolas perdieron su patrimonio. Eso al gobierno no le importó como tampoco le importó al gobierno de Salinas en el 95. En España hay un millón de casas vacías y 400 mil familias sin techo. Esos son los saldos.
El único país que se negó a seguir los dictados del neoliberalismo está ahora en franca recuperación:
http://es.sott.net/article/7799-Ejemplo-mundial-Islandia-dio-la-espalda-a-la-elite-bancaria-y-le-va-bien
Quizá nuestro problema más grande sea la idea de que copiar los modelos exitosos de otras latitudes puede resultar en México. Seguimos, como dijo el economista Guerrerense Javier Morlet Macho, en un régimen neocolonialista que poco ha cambiado en cientos de años.
Hay reformas que son necesarias, pero tienen que darse en condiciones diferentes. Se tiene que empezar por la base. Primero, instituciones sólidas, en las que el ciudadano pueda creer. Después, una verdadera procuración de justicia. Entonces podremos hablar. Pero creer que se puede reformar la superficie, pinta de cuerpo entero a la clase política.
Un modelo neoliberal no es el camino para México. Es solo el camino para las grandes corporaciones. Y tenemos un gobierno deseoso de ponérselos en bandeja de plata. Como lo dije en otra ocasión, un pobre defendiendo el neoliberalismo es como un grupo de reses defendiendo al rastro. Así ni cómo ayudarles.