MUSA VERDE: Puertos y ecosistemas; el caso Colonet en Baja California

Comparte en redes sociales

 

 

Según el Dictamen No. 01, así con cero por delante, de las comisiones unidas de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales, y Hacienda y Presupuesto, Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora constitucional de Baja California del partido Morena, tiene la autorización para crear una empresa de participación Estatal para impulsar y administrar el futuro puerto de Colonet.

 

Horacio de la Cueva* / 4 Vientos

Foto destacada; Buque portacontenedores de 22 mil unidades o más, llegarían a Colonet (Captura de pantalla en Youtube).

 

El ave Fénix de la mala planeación resurge de las cenizas del olvido político. El gobierno de Felipe Calderón vio la oportunidad de crear un segundo puerto en la costa del Pacífico para trasegar mercancías orientales (léase China) al mercado de los Estados Unidos.

En las dos ocasiones la razón expresa para construir rápidamente un puerto y toda su infraestructura es que los puertos californianos de Los Ángeles y Long Beach están saturados, al igual que los puertos mexicanos de Lázaro Cárdenas, Michoacán, Manzanillo, Colima y Ensenada, Baja California.

La gobernadora y las comisiones legislativas consideran que se puede aprovechar esa saturación para ofrecer estos servicios en Colonet.

No existe un puerto. Hay que diseñarlo, construirlo, proveerle de la infraestructura necesaria para que funcione competitivamente contra otros puertos, también hay que poblarlo y echarlo a andar.

Los puertos no se operan solos o con una varita mágica. Se necesitan prácticos, estibadores, administradores y los servicios que estos y sus familias requieren. Se necesita no sólo un puerto, también una ciudad de apoyo.

 

Visión arquitectónica del megaproyecto portuario en Colonet (Archivo).

 

¿Saben de qué tamaño debe ser la ciudad? ¿Cuánto más puede crecer si aumenta la demanda? ¿Cuántas escuelas, clínicas, hospitales, restaurantes se necesitan? ¿Se creará una red de transporte público que desaliente el uso del carro? ¿De dónde llegará la energía eléctrica a la ciudad y al puerto? ¿Habrá lugar para poetas, músicos y otros artistas y artes? ¿Qué tan grande y tan cerca del puerto estará la zona de tolerancia?

Allí no acaban los problemas. ¿Qué actividades alternativas habrá si cae el mercado de contenedores?

Ya el intento anterior de construir este puerto colapsó por una recesión en el mercado de los EE UU. Las condiciones actuales de saturación de los puertos se reducirán por la inflación o la recesión en el mismo mercado y la contracción de la economía China, derivada de su forma absolutista de controlar la transmisión del virus que provoca la Covid-19, aislando completamente a la población afectada.

No es ocioso preguntar qué actividades alternativas se pueden ejercer razonablemente en un puerto de importación. ¿Impulsarlo también como un puerto de exportación? ¿Crear industrias de valor agregado, además del mero trasiego de mercancías? ¿Cruceros?

¿Por qué se escoge el área de Colonet para crear un puerto? ¿Por qué no se expanden los puertos de El Sauzal y Ensenada antes de crear un nuevo puerto? ¿Por qué no se ha expandido el puerto de San Diego? ¿Será Colonet un puerto de papel con beneficiarios turbios del intercambio de capitales?

 

Mapa de la zona que se pretende desarrollar en Colonet, donde un predio de 600 hectáreas con frente de playa costaba, en noviembre de 2020, dieciocho millones de dólares (Archivo).

 

La región de Colonet, como el resto de la costa del Pacífico al sur de Ensenada, se está convirtiendo en un área agrícola a pesar de la riqueza biológica que ha evolucionado en estos ecosistemas mediterráneos, limitados en su desarrollo por la disponibilidad de agua y controlados en su crecimiento y evolución por los ciclos de fuego naturales.

El desarrollo de un puerto mal planeado, al igual que una agricultura no regulada, destruirá la riqueza biológica y los ecosistemas de la región. Si no para otra función, los ecosistemas costeros e interiores casi prístinos de Punta Colonet sirven de modelos a seguir para la conservación y restauración de ecosistemas similares bajo presiones de desarrollo y cambio climático.

Si el puerto llega a desarrollarse, debemos esperar y exigir el respeto y la conservación de estos ecosistemas únicos que poseen plantas micro endémicas y una riqueza biológica inigualable.

Algunas especies sólo existen en un área equivalente a dos campos de fútbol. Especies qué escapan, hasta el momento, de la clasificación de en peligro de extinción que la Norma Oficial Mexicana les puede dar.

Las afectaciones ambientales del futuro puerto van más allá de la construcción de un puerto. Debemos considerar también su huella de carbono y los impactos sobre el que tendrán tanto los buques que transportarán la mercancía al puerto como los trenes que la llevarán a la frontera, temas de la siguiente Musa Verde.

 

* Es Doctor en Filosofía (Zoología) por la University of British Columbia, Canadá. Investigador titular del Departamento de Biología de la Conservación en el CICESE. Especialista en Biomecánica, Conservación de especies y ecosistemas. Es coordinador del programa de Maestría en Administración Integral del Ambiente por parte del CICESE y el COLEF. Esta y otras Musas Verdes se pueden encontrar en https://horaciodelacueva.blogspot.com/ donde, al igual que aquí en 4 Vientos. Aprecio sus comentarios.

Ensenada, B.C., México, martes 1 de noviembre del 2022

 


Comparte en redes sociales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *