MUSA VERDE: Los términos eufemísticos del “progreso” y los eventos ambientales que provocan

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Estamos viviendo tiempos interesantes —eufemismo de difíciles-: las noticias de la pandemia COVID-19, la invasión rusa de Ucrania, el aumento en la inflación, la cadena de suministro rota, las mentiras dichas cual “verdad alternativa”. Como fondo de la realidad están los eventos ambientales que al contrario de atenuarse van en aumento.

 

La “Revolución Verde” que termina en grave “evento ambiental” de efecto mundial (Imagen: Depositphotos).

 

Horacio de la Cueva* / Edición de 4 Vientos

Foto destacada: Lo que perdemos (Captura de pantalla en Youtube).

 

Aunque estén en el fondo de las noticias, los eventos ambientales afectan nuestra vida. No voy a presentar las causas o las soluciones a nuestros problemas. Mi intención es esbozar algunos apuntes no consensuados de términos de uso común en los círculos dedicados a las muchas tareas de trabajar con la naturaleza y que nos ayudan a dar contexto a la crisis ambiental.

Los problemas ambientales que hemos creado como especie y que hoy enfrenamos no empezaron con la intención de acabar con nosotros y nuestro planeta. En los siglos XIX y XX se perseguía el progreso, la riqueza y el bien de la humanidad.

Era impensable que usar combustibles fósiles para la producción y el transporte, industrializar las pesquerías y la acuacultura, impulsar la revolución verde, aplicar fertilizantes y pesticidas en los cultivos, modificar genéticamente a los organismos y muchos otros iconos del progreso tuvieran las consecuencias que enfrentamos hoy.

Tarde imaginamos y predijimos el daño al planeta y a nuestra forma de vida. Nada de esto se pensó con alevosía. No conocíamos, imaginábamos o queríamos conocer las consecuencias, muchas de ellas impredecibles o inesperadas en el momento que se concibieron, aunque siempre existen críticos con una visión diferente.

Ahora estamos en el siglo XXI; si no resolvemos nuestros problemas ambientales nuestro estilo de vida colapsará, aunque tendremos que cambiarlo para resolverlos. Una vez que conocemos o podemos predecir las consecuencias debemos comportarnos maduramente, modificar y remediar.

Para poder entender los problemas ambientales que circulan por los medios noticiosos, las redes sociales y contribuir a su solución, sirve poder interpretar el lenguaje que describe problemas y soluciones. Los conceptos tienen varias interpretaciones. Proveo aquí, anexando a la contribución anterior, reflexiones útiles para la discusión.

En la medida que asumimos la existencia del cambio climático y sus afectaciones en nuestras expectativas de calidad de vida, y la vida  de otros seres, nos responsabilizamos de las consecuencias de nuestros comportamientos individuales y sociales.

Para ayudarnos a reflexionar y modificar nuestro comportamiento individual y promover el cambio social, es esencial entender lo complicado del proceso y poder responder al uso de términos que se usan y abusan para confundirnos y detener el cambio necesario para sobrevivir.

Naturaleza y lo natural

¿Es la naturaleza aquella parte del planeta no influenciada o afectada por la actividad humana? Son entonces realmente pocos los lugares naturales e intocados. ¿Es un mundo sin humanos?

Somos producto de la evolución y parte de la naturaleza. Los Innuit, los lapones, los pueblos aislados de las selvas amazónicas, los bosquimanos australianos y muchos más viven de la forma más natural posible. ¿Son más naturales que nosotros? ¿Todo lo que esté fuera de ciudades y pueblos es natural? Entonces, ¿las plantas nativas de tu ciudad son naturales aún si provienen de un invernadero?

 

La naturaleza (Foto: Fress).

 

Conservación

Conservar no es congelar en el tiempo. Los paisajes cambian ya sea por las estaciones o las glaciaciones. Las especies evolucionan con los cambios en el paisaje, modificándolo.

Para algunos, conservar es no tocar y dejar ser; hay un valor estético. Para otros, es dar un valor económico que promueva los esfuerzos de conservación por las personas que viven en el área.

La colecta de miel detiene la deforestación protegiendo a las plantas nativas visitadas por abejas y la caza del borrego cimarrón da valor a la integridad del paisaje y a la captación de agua en las sierras del noroeste de México. Para otros, es recreación donde lo único importante es el pico de adrenalina y el relato para impresionar.

Ecología

La ciencia que se dedica a comprender las interacciones de los seres vivos con otros o con su ambiente abiótico (la parte no viva del lugar donde se encuentra). Los que la  practican son ecólogos. En la ecología debemos entender y predecir qué pasa con los individuos, las poblaciones y los paisajes.

Lucha las más de las veces contra la economía que considera que todo, hasta lo intangible, debe tener un valor monetario.

Equilibrio Ecológico

La legislación federal mexicana  más importante para atender nuestra biodiversidad es la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.

¿Existe el equilibrio en la naturaleza? Se trata de un sistema dinámico, autotransformable y autorregulable. ¿Se puede legislar el equilibrio físico, ecológico o espiritual? ¿Se puede legislar el curso de la naturaleza? ¿Sé debe legislar su aprovechamiento, aun cuando es casi imposible supervisarlo?

Ambiente

Una palabra abusada por su falta de precisión. La ecología y el ambiente no son lo mismo. El ambiente es lo que rodea a un ser vivo o a una población. La ecología estudia esa relación.

Defender a la ecología es asegurar que continúe el trabajo en esa ciencia para que podamos defender a las especies, sus poblaciones y sus paisajes; también a la especie y su ambiente.

¿Es posible proteger al ambiente y no proteger a una especie? ¿Puede ser deseable? Hay especies que no deberían estar donde están.

 

El ambiente (Foto: Aptus).

 

Ecologista y ambientalista

Palabras usadas intercambiablemente. Generalmente nos referimos a activistas o miembros de una organización civil que luchan por defender o proteger una especie o un lugar.

Aunque muchos usan el conocimiento generado por los ecólogos, no se limitan a él para planear sus estrategias y acciones. Algunos ignoran la ciencia.

Entre los más fervientes se trata de una lucha sin cuartel contra organizaciones y sistemas reales o imaginarios. Para otros, se trata de conseguir fondos para sus acciones y poder vivir honorablemente de este trabajo.

Existen organizaciones donadoras que se dedican a apoyar estos fines. Otros confían sólo en donaciones personales. Una actitud admirable con gran fe en la gente que les corresponde con la misma fe. No siempre son correspondidos.

Bien

Antropocéntricamente, es lo que la naturaleza provee en el planeta para nuestro consumo y bienestar. Excluye, implícitamente, el uso de la naturaleza de estos bienes.

Son ejemplos el oxígeno que respiramos, el ozono que filtra radiaciones ultravioleta, la fotosíntesis y la luz del sol que nos dan alimento; el agua para la agricultura, industria y nuestra vida diaria; los metales y minerales que explotamos.

Recurso

Algunos bienes son limitados y las especies, incluyéndonos, compiten por ellos.

El recurso que acapara las noticias es el agua dulce. No se distribuye homogéneamente en el planeta; su entrega es cara y los intereses de consumo humano se contraponen más que complementarse.

El espacio

Debemos decidir si un paisaje se usará para un desarrollo urbano o industrial, agricultura o su valor ambiental es de suficiente importancia como para dejarlo ser (conservarlo) y permitir la evolución de las especies y los ecosistemas.

 

Ecosistema semidesértico (Foto: Renovables Verde).

 

Desarrollo sustentable

Concepto que surge en la Cumbre de Río de Janeiro en el siglo XX. Bajo esta forma de desarrollo se deben dejar recursos suficientes (¿o abundantes?) para generaciones futuras.

Habla de mantener recursos, pero no necesariamente de que la naturaleza también los necesita para mantener funcionando a los ecosistemas. La ambigüedad de la definición es su fuerza y su debilidad.

Todos pueden hacer desarrollo sustentable con formas diferentes para usar y mantener un recurso. Nos ha permitido dialogar cómo orientar el uso de ellos para que sigan existiendo en la naturaleza y se puedan aprovechar por generaciones.

Calentamiento global vs. cambio climático

Se usan indistintamente, pero las causas son las mismas: el aumento de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera —CO2, metano y otros-.

Al aumentar la concentración de GEI menos calor escapa al espacio. Sin el efecto de los GEI nuestro planeta no tendría la vida que hoy sustenta.

En promedio, la temperatura atmosférica está aumentando. Un aumento superior a los 1.5 grados Celsius cambia al planeta irremediablemente. Este es el calentamiento global.

Los modelos computacionales indican que el calentamiento no es homogéneo y que algunos lugares o no se calentarán y hasta pueden enfriarse. Por esto, es el cambio climático que tiene un tono menos dramático que calentamiento global, y es más manipulable.

Los paleoregistros muestran que la composición y la temperatura atmosférica han cambiado por causas naturales a lo largo de la historia del planeta. Ya son pocas las personas -y menos los científicos- que niegan que los cambios en la concentración de GEI se debe más a la quema de combustibles fósiles que a la variabilidad natural.

Los “negacionistas” generalmente están asociados a las industrias de combustibles fósiles.

 

Emisión criminal de gases de efecto invernadero en países “desarrollados” (Foto: El Español).

 

Pesquerías

Es más que los peces u otras presas que se sacan de mares y lagos. Implica al proceso artesanal o industrial que lo acompaña y las consecuencias en las poblaciones de la especie de interés y las “incidentales” atrapadas indiscriminadamente por las artes de pesca.

La pesca incidental debería ser materia de regulación en las pesquerías. Las pesquerías  tienen consecuencias en la trama ecológica y alimenticia que las rodea, y consecuencias económicas —y hoy de seguridad— para pescadores y sus comunidades.

No conozco modelos que incluyan variables más allá de la población meta y sus alimentos.

Manejo

Hablamos autoritativamente del manejo de una especie o un paisaje (Plan de Manejo de un Parque Nacional, o de recuperación de una “especie prioritaria”).

En realidad,  estos planes regulan el comportamiento humano —las actividades de beneficio económico— sobre un paisaje o una especie.

Es intuitivo entender que sin intervención humana el paisaje o la especie estarían en mejores condiciones de persistir y evolucionar. Hay excepciones, como el Cóndor de California, donde el manejo de la especie es necesario para garantizar su reintroducción y persistencia en el paisaje.

Paisaje

Otro término intuitivo que se ha  definido más estrictamente. Se refiere a una extensión de terreno identificable y del cual se pueden establecer límites también identificables. Poco tiene que ver con el tamaño.

Ejemplo, la bahía de Todos Santos, el valle de San Quintín, punta Mazo, la sierra San Pedro Mártir, la sierra Juárez y el parque nacional Constitución de 1857.

Basura

Entérate, ya no existe. Todo lo que “tiras a la basura” tiene un precio y puede y debe tener otro destino diferente al de destruir y contaminar paisajes.

Ese conjunto heterogéneo de paquetes, bolsas, comida, latas, botellas y desechos que acaba en un bote, en una bolsa de plástico, desperdigado en la calle u ocupando un “relleno sanitario”, es un conjunto de materiales y recursos que deben aprovecharse para disminuir nuestro impacto en el planeta.

 

Basura en “relleno sanitario” (Foto: UCR).

 

Las RR

Reciclar es procesar un material para volver a usarlo.

El aluminio y el latón se funden para volver a formar latas; el vidrio se funde para crear otros envases, el PET (tereftalato de polietileno, uno de miles de plásticos existentes) es reprocesado para convertirse en una tela térmica, ligera, pero muy inflamable; o en más PET.

Reducir es disminuir nuestro consumo, el llevar bolsas reusables a la compra es mejor que un chícharo en una bolsa de un solo uso. En épocas anteriores a las tiendas de autoservicio (supermercados) se portaba una bolsa a la que se le iba vertiendo la fruta y la verdura después de pesarla y la carne se envolvía en papel estraza—un reciclado de cartón.

Reusar es seguir usando un objeto, como rellenar una botella o modificarlo para darle otro uso, como las llantas viejas para prevenir la erosión en terrenos inestables o como macetas.

Reparar es el arte perdido de prolongar la vida de artículos con obsolescencia planeada. Reduce la huella humana en el planeta; también crea empleos, genera tecnologías y previene la llegada prematura de muchos objetos al relleno sanitario.

Recuperar es volver a usar “guardados” o “tesoros” de armarios y tiendas de segunda. Pueden ser libros, muebles, ropa o herramientas, Como un barbiquí, que es un manubrio semicircular o en forma de doble codo que sirve para taladrar o hacer agujeros, según define el diccionario de la Real Academia.

La exposición de palabras a terminado por ahora. Que discutas estas ideas contigo u otras personas es uno de mis cometidos

¿Hay algún otro término o tema que debería exponer para generar discusiones y acciones?

 

* Es Doctor en Filosofía (Zoología) por la University of British Columbia, Canadá. Investigador titular del Departamento de Biología de la Conservación en el CICESE. Especialista en Biomecánica, Conservación de especies y ecosistemas. Es coordinador del programa de Maestría en Administración Integral del Ambiente por parte del CICESE y el COLEF. Esta y otras Musas Verdes se pueden encontrar en https://horaciodelacueva.blogspot.com/ donde, al igual que aquí en 4 Vientos, aprecio sus comentarios.

Ensenada, B.C., México, martes 9 de agosto del 2022.

 


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