VANGUARDIA: ¿Marchar o no marchar? La inmadurez política de Ensenada

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15 de Enero de 2017. Es un día histórico para Baja California: decenas de miles han salido a las calles para decirle al gobernador que no quieren su Ley del Agua porque saben que con ella privatiza el agua. En los 5 municipios del estado hay movilizaciones de miles portando pancartas y gritando consignas de inconformidad, mucha de la indignación también anclada al reclamo nacional contra el gasolinazo y la corrupción de todos los partidos políticos en México.

Iván Gutiérrez / A los 4 Vientos

29 de Abril de 2017. La movilización de principios de año ha consolidado su base en el movimiento BC Resiste, con su núcleo en la capital del estado bajo el nombre de “Mexicali Resiste”. Como todo movimiento social, ha sabido crecer, organizarse, cambiar de formas, apropiarse de medios, innovar en la protesta, incluir a los diversos sectores de la población en la lucha, ser persistente, mantener la voluntad en lo alto y conseguido gracias a ello amplias victorias, que incluyen: la abrogación de la Ley Estatal del Agua,  el cancelamiento del reemplacamiento vehicular, el compromiso del gobernador de bajarse el sueldo, el desafuero en Baja California y la cancelación “temporal” de la obra cervecera de Constellation Brands en el Valle de Mexicali.

El movimiento también ha tomado la bandera esencial, la batalla decisiva entre los muchos que poco tienen y los pocos que mucho acumulan: la abrogación de la Ley de Asociaciones Público-Privadas, mecanismo de la élite político-económica para privatizar recursos, servicios y obras públicas a través de contratos como los que ha realizado Kiko Vega con sus amigos. Entre los triunfos de Mexicali Resiste sobre este punto está el haber conseguido que el congreso local discuta estos instrumentos neoliberales, y van por su total abrogación.

Sin embargo, contrario a la evolución del movimiento en varios de los municipios del estado, en Ensenada se ha estancado la lucha social. De hecho, casi pudiera decirse que las cosas siguen igual o peor que antes de las movilizaciones con que arrancó el 2017. Como ciudadanos, hemos demostrado nuevamente nuestra inmadurez política; al parecer no nos bastó votar por el PRI el año pasado para dejarlo claro.

Pero bueno, momento, no nos echemos tan pronto la soga al cuello, primero hay que repartir las culpas. Obviemos por hoy al ensenadense común y corriente, ya bien conocido por conformista, alienado, pasivo, indiferente, dormido y mediocre, que si bien es la unidad primaria de todo movimiento social y cambio político, no le es tan sencillo cohesionarse y organizarse con sus iguales sin una dirección y liderazgo claros

Y es ahí donde hoy quisiera enfocar el asunto: Ensenada no ha tenido voceros ni representantes con la capacidad suficiente de liderazgo, determinación, inteligencia y humildad para lograr coordinar las acciones sociales entre los diferentes colectivos y sectores de la localidad.

Una falta de coordinación entre los colectivos de Ensenada es uno de los principales culpables de la falta de organización y acción social en el puerto bajacaliforniano

Lo que en lo personal he podido ver hasta el momento es a dos grupos opuestos que se disputan un supuesto “derecho a liderar” el movimiento (¿no será más bien el estancamiento?) de Ensenada, en un conflicto infantil que parece obedecer más a los designios protagónicos de ciertas personas que a los deseos colectivos auténticos de cambio.

Claro, en el menjurje también han puesto de su parte los anarquistas incendiarios, listos para echar leña al fuego y reventar cualquier intento de organización social; ya saben, porque nadie debe tener responsabilidades ni líderes en esta vida, y también porque está chingón hacerle la chamba al gobierno.

Pero no todo es crítica en este espacio; también hay que reconocer bondades. Al colectivo “Mexicali aguanta, Ensenada se levanta” se le puede aplaudir su persistencia y voluntad para mantener un plantón por casi 100 días, así como sus labores de difusión y recolección de firmas, su partición en foros de discusión, mesas de diálogo con autoridades y asistencia a las asambleas estatales.

De igual manera, al otro conglomerado de colectivos (de 4 o 5 individuos cada uno), compuesto por el Colectivo Estudiantil Cimarrón, el Colectivo Agua para Ensenada, el Colectivo San Miguel y quien sabe cuántos otros micro-colectivos, han puesto de su parte en la denuncia política, la difusión de información, la organización de foros ciudadanos, la participación en las asambleas estatales y otras actividades.

Una consigna que tendrían que recordar los colectivos que se disputan el liderazgo social en Ensenada

Sin embargo, es curioso que ambas fracciones no hayan logrado conciliar sus diferencias e integrarse como un solo brazo social que llame al resto de sectores a movilizarse, una acción muy urgente para sacar al pasivo ensenadense de su letargo político. Quizás lo más irónico es que uno puede ver cómo cada parte complementa a la otra: unos poseen una base social numerosa, honesta, diversa y con mucha voluntad; otros una gran capacidad de análisis, humildad, inteligencia y experiencia en la acción social.

La pregunta es obvia: ¿Por qué no actuar de forma coordinada? Precisamente esta reflexión surgió a partir de descubrir no sólo 2, sino 3 eventos en Facebook que convocan a marchar el próximo lunes 1ro de mayo. Dos de ellos organizados por “Ensenada se levanta” —uno que llama a marchar a las 12:00pm y otro a las 2:00pm  (ve tú a saber cuál será el bueno)—, y el otro por miembros del Colectivo Estudiantil Cimarrón —quienes ponen la cita a las 8am en el desfile del 1ro de Mayo—.

Así como yo, seguro hay cientos de ciudadanos que ahora se preguntan confundidos cuál es la protesta legítima (claro, habrá otros cientos, más bien miles a los que les vale un comino todo esto). ¿Cuál es entonces “la marcha”? ¿No debería ser una sola protesta la que uniera todas las voluntades? ¿De dónde viene tanta división? ¿Qué necesita ocurrir para que estos colectivos se organicen como Dios manda?

¿Volverá a movilizarse Ensenada este 1ro de mayo como lo hiciera a principios de año?

Otro asunto que no deja de preocuparme es que la inmadurez política de Ensenada se convierta en un problema para la organización estatal y que las asambleas terminen viciadas por la falta de acuerdos entre los movimientos locales —cosa que ya ha ocurrido en ocasiones anteriores. Quizás todo esto significa que ninguna de las dos partes tiene lo necesario para coordinar la inconformidad ciudadana, pues a ratos pareciera que frenan más de lo que impulsan. Y bueno, también hay que mencionar que ninguna de las dos organizaciones de Ensenada ha realizado una tarea fundamental que en otros municipios ya ha cobrado fuerza: incorporar al brazo estudiantil entre sus filas

Así, muy lejos de las otras entidades del estado, Ensenada avanza a gatas en la organización y coordinación social ciudadana. Lo peor de todo es que en la ciudad se puede ver y sentir que hay ganas de actuar, hay ganas de participar y de movilizarse,  pero hace falta una organización que logre atraer las demadas de los diferentes sectores del puerto. Tan sólo en los últimos 10 días se manifestó el sector salud, el educativo y el científico, todos con demandas afines o con puntos en común, pues todos han sido víctimas de las mismas políticas neoliberales tanto del gobierno federal como del estatal.

De igual manera, actores políticos como el regidor independiente Cristian Vásquez ha convocado a un foro de discusión ciudadana sobre la propuesta #SinVotoNoHayDinero, con el objetivo de dialogar y difundir esta iniciativa que busca reducir el financiamiento público de los partidos políticos. Es por eso que este 1ro de mayo tendríamos que salir a marchar todos por nuestros derechos laborales, acompañados de todos los sectores de la sociedad. Pero la convocatoria no se ve muy viva…

Hoy la ciudad de Ensenada no sólo es rica en baches, recortes de agua y un alumbrado público mediocre, sino que también se está sumando el incremento de la violencia a las problemáticas ensenadenses. Desde inicios de año hemos sido testigos de decenas de asesinatos impunes, el último cometido el día de hoy frente a la secundaria 28. El gobernador dice que es una disputa de 3 carteles por la plaza, otros dicen que es el clima de impunidad que los delincuentes perciben por la negligencia de la seguridad pública.

Sea cual sea la razón, la situación apunta a un incremento de la delincuencia en la localidad. Vecinos de alguas colonias ya se han comenzado a organizar, pero mientras no haya una ciudadanía bien cohesionada entre sí y organizada con la movilización estatal, la batalla será difícil; todo mundo sabe que sólo hay que dividir para vencer.  

Si algo se le reprochó a los movimientos izquierdistas mexicanos del Siglo XX fue su falta de auto-crítica. No es momento de seguir con este tipo de herencias, mucho menos con muros que dividan. Por el contrario, son tiempos de renovación, de cambio, de apoyo mútuo, de unión, y sobre todo, de revolución.  


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