Manuel Felguérez por siempre. La partida del artista del espacio

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El pasado 8 de junio México perdió a uno de sus pilares más importantes del arte, uno de los artistas más completos y multifacéticos que ha tenido el país. Manuel Felguérez fue uno de los principales exponentes que retaron al consolidado muralismo mexicano para dar paso a la modernidad pictórica, que junto a José Luis Cuevas y sus compañeros, pusieron a México en las discusiones internacionales del arte.

Luis Armando Cortés* / A los 4 Vientos

Invitado por Mathias Goeritz fue docente en la Universidad Iberoamericana durante algunos años, posteriormente sería profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde participó activamente y de diversas manera en los movimientos estudiantiles del 68, elaborando obra pública con sus compañeros en las instalaciones de Ciudad Universitaria (Mural Efímero,1968), organizando muestras alternativas como el Salón Independiente, e incluso renunciando a participar en eventos oficiales como la ruta de la amistad para los Juegos Olímpicos, en donde la obra “El barco México 68” destinada a este evento fue finalmente donada al Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.

Alumno del afamado artista cubista Ossip Zadkine —quien fuera maestro de artistas como Augusto Torres (Hijo del uruguayo Joaquín Torres García), la argentina Alicia Peñalba, la chilena Marta Colvin, entre muchos otros—, Manuel Felguérez no se limitó a las enseñanzas adquiridas, y optó por teorizar y experimentar con el uso del espacio en todos los formatos posibles, incluso publicó un tratado sobre su uso titulado “El espacio múltiple”, una aportación muy importante para el arte mexicano. Expuso en las galerías y museos más importantes de todo el mundo, incluso su pieza titulada “Agenda 2030”, se encuentra en el edificio de la Organización de las Naciones Unidas ubicada en el pasillo de las banderas, uno de los pasillos más importantes, pues conduce al salón de las asambleas.

 Artista de corriente abstracta, no limitó su práctica al lenguaje pictórico y escultórico, pues fue uno de los pocos artistas del periodo que, como Octavio Paz, estuvieron en la Universidad de Harvard realizando investigación sobre arte. Ahí Felguérez desarrolla con el ingeniero Mayer Sasson La Máquina Estética (1975), uno de los proyectos más adelantados de su época, pues logró generar un lenguaje artístico soportado por un sistema predictivo matemático utilizado para fenómenos astronómicos, que permitía la generación de obras de arte a través de la naciente tecnología del computador.

Ganador de incontables premios y homenajes, su afán de experimentar y mantenerse creando hasta el último de sus días le permitió ganarse la admiración de todos y ser un artista activo prácticamente la totalidad de su vida. El museo que al día de hoy lleva su nombre en la ciudad de Zacatecas (de donde es originario) sin duda será uno de los recintos que orgullosamente tendrán a partir de hoy la tarea de brindar a través de su obra, un homenaje al legado de uno de los artistas mas influyentes en el arte en México, un creador incansable, amante de la abstracción, domador de la tecnología: al artista amo del espacio.  

*Luis Armando Cortés es Lic. En Historia del Arte. Especialista en análisis en medios audiovisuales, maestrante en la Universidad Iberoamericana, apasionado de la música, las artes y las ciencias exactas. Correo contacto: arteluiscortes@gmail.com


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