Los empresarios deben apostar a la educación y a la investigación en las universidades públicas del país
Es fundamental que la iniciativa privada invierta en la generación de estudiantes de postgrado en ciencia y tecnología para lograr la independencia en este tipo de conocimiento, indicó el doctor David Covarrubias Rosales, titular de la Dirección de Estudios de Posgrado del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE).
Abre el mayor centro de investigación del CONACYT su convocatoria para inscripción de estudiantes interesados en postgrados.
Javier Cruz Aguirre / A los Cuatro Vientos
Al dar a conocer que los cursos de postgrado -maestría y doctorado- que imparte el CICESE (19 en total) tienen los máximos reconocimientos a nivel nacional e internacional, y que tras 40 años de impartirlos el número de sus egresados casi llega a dos mil 100 alumnos, el investigador consideró que se requiere de mayor inversión y calidad en los programas de estudios universitarios y tecnológicos para superar el déficit de estudiantes de postgrado que hay en México.
Asimismo afirmó que, en proporción, el CICESE tiene un mayor porcentaje de postgrados a nivel de competencia internacional que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo cual da enorme prestigio nacional e internacional a los cursos que imparte el Centro de Investigación más grande del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
A continuación, la entrevista al doctor Covarrubias -interviene también la jefe del Departamento de Comunicación del CICESE, Norma Herrera Hernández-, en el programa radiofónico Voces de la estación de radio XS 92.9 FM de la ciudad de Ensenada, Baja California:
Sobre el mismo tema y para darle contexto a la declaración del doctor David Covarrubias, A los Cuatro Vientos presenta los siguientes trabajos periodísticos:
Sólo dos de 10 mexicanos cursan un posgrado: Conacyt
Enrique Villa señaló que México necesita más profesionistas con estudios de posgrado para afrontar los desafíos del presente y el futuro del país
De 178 mil estudiantes, casi el 19 por ciento cuenta con una beca del Conacyt para realizar sus estudios
CONACYT
El ex director general del Conacyt, Enrique Villa Rivera, dijo que de la población total del país, que según cifras del INEGI asciende a 112 millones de personas, sólo 12 millones cuentan con una licenciatura y menos de un millón han estudiado un posgrado.
“Una proporción todavía baja de personas altamente calificadas para los desafíos del presente y el futuro de un desarrollo nacional más equitativo y sustentable,” afirmó.
De acuerdo con estimaciones del Conacyt, en el mejor de los casos, dijo, sólo ingresa al posgrado el 20 por ciento de los jóvenes que concluye una licenciatura.
“Esto refleja el desafío en la cobertura (educativa) que tenemos como país, a pesar de los enormes esfuerzos realizados por el Consejo para ampliar el número de becarios.”
El ex funcionario señaló que del total de la matricula nacional de posgrado, que es de 178 mil estudiantes, casi el 19 por ciento cuenta con una beca del Conacyt para realizar sus estudios.
Sólo uno de cada tres egresados de posgrado logra empleo: AMC
La falta de oportunidades depende del área de estudios, afirma Héctor Hernández Bringas
En EU, las empresas becan a los jóvenes y después los contratan; en México no se tiene esa visión, lamenta
Emir Olivares Alonso / La Jornada
Aun cuando el mundo está inmerso en la llamada sociedad del conocimiento, las opciones de desarrollo profesional en México para jóvenes preparados en los sistemas de posgrado son pocas. De acuerdo con datos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), de cada 3 mil doctores que egresan al año en el país, sólo mil consiguen un empleo o la oportunidad para continuar con sus trabajos de investigación.
Frente a ese panorama, estudiantes de posgrado afirmaron que si bien la situación es complicada, no pierden la esperanza de que gracias a su capacidad y esfuerzo logren concretar sus metas.
José Ramón Mejía, del posgrado en Estudios Latinoamericanos, planteó que la difícil situación a escala mundial ha generado pobres oportunidades para la juventud, incluidos aquellos que tienen mayor preparación académica.
Dijo: “Para quienes optamos por dedicarnos a la investigación, como para muchos otros sectores de la juventud, el panorama no es alentador. Esto genera cierta desesperanza pues hoy no basta estar preparado al más alto nivel para desarrollarte. Lo vemos con los que se van (fuga de cerebros); no creo que haya plazas suficientes para todos los investigadores que vamos a salir. Hoy, la mayoría sobrevive con una beca, pero cuando nos graduemos la realidad será compleja”.
Mejía, de 34 años, consideró que un ejemplo de hartazgo en la ciudadanía, en particular entre los jóvenes, se está manifestado en España, donde miles de personas han salido a las calles para expresar su rechazo al modelo económico y político. Aunque, subrayó, en México también hay movilizaciones importantes.
Sara Reyes tiene 28 años y actualmente estudia la especialidad en enfermería del adulto en estado crítico. Si bien consideró que la situación en el futuro inmediato es complicada, “nosotros también tenemos que empujar y propiciar nuestro desarrollo”.
Agregó: “Las oportunidades las tenemos que generar nosotros mismos. La UNAM nos da una formación. Cada día en el posgrado se profundiza en el conocimiento y la investigación; es bueno compartir experiencias, como lo hicimos durante el congreso. La idea es que nuestro país mejore, y creo que ir todos los días a las aulas y echarle ganas es una contribución importante para la solución de los problemas del país”.
Por su parte, Héctor Hernández Bringas, coordinador de Estudios de Posgrado de la UNAM, lamentó la falta de opciones para los jóvenes que egresan de este nivel.
“El tema del mercado de trabajo es complejo y aquí nos remite al asunto de quién define las necesidades de una sociedad. Nuestro mercado de trabajo presenta dos serias distorsiones: no se está desarrollando y si bien ha crecido en el número de empleos, éstos son precarios y no atienden las necesidades más importantes de una sociedad como la mexicana”.
Sin embargo, dijo, la escasez de oportunidades para los graduados de este nivel académico es diferencial de acuerdo al área de estudios. En las biológicas y de la salud los niveles de empleo son muy altos al egresar del posgrado, de entre 70 y 80 por ciento. Pero existen otras áreas donde las oportunidades laborales son muy restringidas.
A diferencia de lo que sucede en Estados Unidos, señaló, donde las empresas ubican y seleccionan a jóvenes investigadores e inclusive los becan para que terminen sus estudios y después contratarlos; en México en el sector privado no se ve un compromiso real para tener una visión de largo plazo dirigida a la formación de cuadros altamente capacitados para la propia industria.
En la UNAM existen 25 mil estudiantes de posgrado: 9 mil en maestría, 5 mil de doctorado y el resto de especialidades. Cada año se gradúan de esta institución alrededor de 2 mil 500 maestros y 600 doctores; de la UNAM surge uno de cada cuatro graduados en doctorado en el país.
De acuerdo con las cifras de la AMC, por cada investigador que no encuentra empleo en México, el país pierde 2 millones de pesos en su capacitación.
Recientemente, el ex presidente de esa agrupación, Arturo Menchaca Rocha, aseveró que la escasez de plazas para investigadores también se presenta en el sector público.
Y recordó que en los centros de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología desde 2006 se ha contratado a un investigador joven cada cuatro días, esto es menos de 100 científicos por año.
Busca México con lupa a egresados de posgrado
Duplicar la cifra de personas con estos estudios le tomará al País 18 años, según el Ranking Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
En México los recursos humanos altamente calificados son un bien escaso.
Sonia del Valle / Agencia Reforma
El Ranking Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación revela que en el País sólo hay 907 mil 816 personas mayores de 18 años con posgrado, de una población superior a los 75 millones.
Lo anterior significa que mientras el promedio de escolaridad, de acuerdo con el INEGI, es de 8.6 años de estudio, de sexto de primaria; el 1.2 por ciento de la población mayor de 18 años tiene entre 21 y 24 años de estudios.
“Es el retrato de un País rezagado, que no está viendo al futuro, un País, cuyos tomadores de decisiones no están entendiendo que el camino del desarrollo es el conocimiento”, expresó Juan Pedro Laclette, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, responsable del Ranking, el primero que recoge 10 indicadores sobre el estado actual y los recursos en ciencia y tecnología por entidad federativa.
Duplicar la cifra de personas con posgrado, le tomará al País 18 años al ritmo en que egresan los estudiantes de las maestrías y doctorados de todas las universidades.
En el 2009, de acuerdo con las estadísticas más recientes de la Red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología, egresaron 45 mil estudiantes de maestría y 2 mil 700 de doctorado.
En contraste, Brasil, gradúa menos maestros, pero más doctores, 38 mil 700 y 11 mil 368, respectivamente; mientras que Estados Unidos genera 631 mil egresados de la maestría y 55 mil 300 doctores.
“Si comparamos los indicadores de Brasil y México, estamos mejor nosotros; sin embargo, Brasil ha concentrado su esfuerzo en el posgrado y en la inversión en conocimiento y con ello ha convertido a este núcleo de personas altamente capacitadas en un motor para el desarrollo económico, lo que se ha visto en la ultima década”, expresó Laclette.
Para el especialista, el posgrado es un factor determinante para detonar el desarrollo económico basado en el conocimiento, independientemente del nivel, la cobertura y calidad del sistema educativo de un País.
“Un ejemplo es China, cuyo desarrollo económico es un fenómeno costero, y en un país con 1 mil 300 millones de habitantes, estamos hablando que el boom fue generado por una fracción pequeña de 30 a 40 millones y la inversión en investigación y desarrollo.
“La diferencia fundamental entre las economías emergentes y la mexicana, es que ellos decidieron invertir en conocimiento, tecnología e innovación y China gracias al boom económico que tiene, saca de la pobreza a cerca de 200 millones de personas cada 10 años, porque una vez que se activa la máquina para generar riqueza se incorporan sectores más amplios, por eso el posgrado es un detonante para el desarrollo”.
El reducido número de egresados de los posgrados, señaló, también está relacionado con el modelo educativo que prevalece en la educación básica, donde se transmiten conocimientos y no se enseña a aprender.
“Lo que tenemos que inducir en losjóvenes es el interés por aprender, el interés por pensar, no por aprender lo que otros ya pensaron; sino que ahora que ya leí lo que otros han pensado, qué es lo que yo creo y pienso; esa es la verdadera revolución educativa, y esa es una labor monumental porque tenemos que enseñarles a pensar a nuestros niños desde primaria y no a repetir de memoria”, expresó.
Tarea, dijo, que no se está realizando en el País.
Lo cual se confirma con los resultados de la evaluación internacional que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) PISA 2009, donde se ubicaron en el nivel 5, sólo el 0.
4 por ciento de los alumnos que concluyeron la secundaria, es decir, sólo 8 mil 607, de los 2 millones 151 mil estudiantes de 15 años que concluyeron la educación básica tienen las competencias para seguir estudiando y estar a la cabeza de una economía competitiva basada en el conocimiento.
En su informe Metas, Estado de la Educación en México, la organización Mexicanos Primero señala que un licenciado gana en promedio 14 mil pesos mensuales, pero una persona con posgrado 52 mil.