#Lordpresi,  #yosoy

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Las negociaciones tras bambalinas para mantener los privilegios que otorga el presidencialismo ya comenzaron.

José luis Treviño Flores/ A los 4 Vientos

El juego de los rumores, los acuerdos al aire libre que resguardan motivos superiores, olfateados por cada sector social pero sin poder comprobarlos, hasta que estallan en cada institución, dependencia, política pública o leyes modificadas y reformadas para sustentar a los grupos de poder.

Ya sabemos todos que se reúnen en asambleas secretas los ‘enemigos’ públicos para preparar el andamiaje necesario y vencer al real oponente que agita desde hace ya tres sexenios una bandera distinta a sus intereses. Las logias también se preparan.

Ésta vez no será sencillo marear el ánimo popular, deberán hacer uso de estrategias mas afinadas, ya no, como dije en otra ocasión, creemos el cuento del lobo, precisamente por ello son más despiadados en sus señalamientos. Mantener la maquinaria echada a andar hace ya casi un siglo y proteger cada pieza que sirva para crear la ‘chispa’ generadora de otros 6 años más, se pone complejo, el aceite de largo kilometraje está muy reciclado.

No hay que olvidar que son capaces de meter a una caja de zapatos a una lagartija, una tarántula, un rata, una cucaracha, un gato y lograr que ‘vivan en armonía’, mientras nos obligan a pelear entre nosotros por cada alimaña validada por el domador a cargo.

Los contratos millonarios de asesores mercenarios que usaran cualquier argumento, cosa, historia, rumor, muerte, prisionero, niño, niña, hombre, mujer, perro, garrapata que sirva para sustentar a los ungidos.

Tampoco faltarán los programas con tintes de ‘reconciliación social’ donde el ejecutivo federal tratará de desviar la atención con supuestas ayudas y mega apoyos de fin de sexenio que no tendrán sustento alguno, como sus firmas de ‘compromiso’ al inicio durante la campaña. Todo se puede esperar, hasta sacrificados voluntarios con la promesa de lavar el ‘buen nombre’ en el próximo gobierno.

Estamos en una encrucijada histórica, otra vez, y depende de nuestra capacidad para interpretar los mensajes provenientes de las diferentes fuerzas y permitir o no, otro grotesco desenlace.

Acabo de leer la última declaración de Peña Nieto mientras escribo y corroboro lo dicho, ya comenzó a magnificar ‘logros’ y la mencionada Rosario Robles en el artículo anterior, la funcionaria al revés quien le impone a Enrique el mote de “el presidente de la vivienda”, ¿Es en serio? ¿Piensa que vivimos en los 80? ¿Como cuando De La Madrid era “el presidente de la renovación moral?” Esos calificativos que para éstos tiempos suenan ridículos, los “anillos de compromiso” en uno de los estados con mayor violencia de género y a ver qué más se les ocurre. Ni siquiera son creativos, son obvios, predecibles. Ni hablar de la declaración acerca de tener amnesia y tener memoria, no vale la pena dedicar más líneas a tan absurda postura de un ‘hombre de estado.’

Tienen también incontables chivos expiatorios para llevar al matadero político con linchamientos públicos circenses y si parecieran no funcionar las estrategias habituales, comenzarán a dar la espalda y ¿porqué no?, un amigo inmolado vale la permanencia en el poder.

El juego político es despiadado y no están dispuestos a perder, no está en su lenguaje y no digo “perder” ante escenarios armados a priori para hacer pensar a la ciudadanía que existe la alternancia, sino perder realmente.

No tenemos la seguridad de que Andrés Manuel no negociará y se ajustará al juego de poder, tampoco sabemos si raptarán su aparente honestidad amenazando su integridad o de cuantos sectores también aparentemente progresistas le otorgan su apoyo. Los intereses son muchos y no sólo nacionales, México sigue siendo un botín atractivo, menos para los ciudadanos que a la expectativa pensamos que todo está dado y que no podemos cambiar las decisiones de cúpula. Cada pequeño y grande pez participante de la corrupción en red hará lo necesario para conservar privilegios.

Diría que por esta ocasión, pensemos en la posibilidad de sacarlos de las instituciones y demos oportunidad al aparente radical cambio, si es como lo pregona, experimentemos qué se siente lograr que los recursos trabajen para nosotros y sobre todo, la experiencia de vivir con la dignidad de sentirse ciudadano con el derecho de demandar calidad de vida.

*José Luis Treviño Flores, Coordinador Académico en el subsistema de secundarias técnicas. Escritor, dramaturgo.


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