De la protesta social al derrocamiento del gobierno y la autodeterminación popular
El pasado 17 y 18 de diciembre el Colectivo de Reflexión en Acción Rumbo Proletario, realizó su VI Congreso Nacional, en un momento de profunda incertidumbre en el terreno económico, ante los cambios en el escenario mundial por la llegada de un nuevo bloque de poder a la conducción del imperio norteamericano, el deterioro de la llamada casa común europea reflejada en la salida de Inglaterra de dicha comunidad, y el ascenso de una nueva ola de gobiernos derechistas europeos; los pronósticos no son favorables para el gobierno y la burguesía mexicana, son de un fuerte impacto y un deterioro mayor de la economía “nacional” y sus términos de intercambio con otros países.
Jesús Sosa Castro/ A los 4 Vientos
Se trata de un lapso, una coyuntura, signada por la incertidumbre; la inversiones no llegan, las dificultades económicas del gobierno se profundizan, y el descontento se generaliza. El gobierno de Enrique Peña Nieto no tiene ya los ingresos petroleros de antes y no tiene más instrumentos para cubrir los huecos en el presupuesto que aumentar las cargas fiscales y el endeudamiento tanto interno como externo; una nueva ofensiva neoliberal esta en curso para consolidar el desmantelamiento del viejo estado y garantizar la irreversibilidad de las reformas.
En ese contexto, una nueva oleada de luchas de grandes sectores del pueblo se va gestando, con mayor dimensión y sincronía nacional. Se trata de manifestaciones que de modo natural unen los reclamos dirigidos a un mismo blanco, a un mismo enemigo: la estructura corrupta del poder en México.
Es una resistencia que se da impulsada por la acumulación de experiencias en vastos contingentes y la formación de nuevos liderazgos que sustentan la posibilidad de un salto en las condiciones de los actuales niveles de la conflictividad social.
Un nuevo periodo de la lucha de clases parece abrirse paso, un periodo que hemos llamdo “de recuperación ampliada y superación de la correlación actual de fuerzas políticas en el país entre el capital y el trabajo”
Se profundiza el descontento popular debido a un nuevo agravamiento de las condiciones de vida y trabajo de la población. Se dibujan en la actual coyuntura nacional, factores que favorecen la recuperación del ímpetu movilizador de grandes sectores del pueblo que el alzamiento magisterial, el genocidio en Noxchitlan, y la desaparición de los normalistas habrían generado.
Al calor de estas luchas, del rechazo hoy por ejemplo al gasolinazo y el incremento a las tarifas eléctricas, surge una nueva oportunidad para generar la articulación de las multiples resistencias y conformar una fuerza proletario popular, de carácter nacional y bajo liderazgo propio.
El Congreso Nacional y el Consejo Nacional del Colectivo de Reflexión en Acción Rumbo Proletario, asumen como su obligación y la de toda su militancia ayudar a que esto suceda apoyándose en lo más desarrollado del movimiento para dotar desde el combate, desde el terreno de la confrontación y la movilización del pueblo, de un verdadero contenido y significación histórica estos combates.
No es la reducción de tarifas lo que buscamos, no son respuestas inmediatas o negociación alguna lo que queremos. No es la cancelación del gasolinazo o de los aumentos a las tarifas eléctricas lo que nos mueve, ni siquiera el rechazo a las reformas neoliberales lo que nos guía, es la convicción profunda, definitiva, de que:
1) Sin derrocar la actual conducción política, el bloque gobernante, esa alianza de fuerzas políticas y económicas que traza línea, que marca el rumbo del desarrollo nacional, nada cambiará en este país.

Ciudadanos de Mexicali, Baja California colocan trampas ratoneras enormes para atrapar a los diputados (mayoria panista) que votaron la Ley Estatal de Aguas que privatiza el vital líquido y aumenta las tarifas. Promueven un Referéndum en todo el estado para derogar la ley decretada el 30 de diciembre de 2016
2) Ningún problema fundamental de nuestro pueblo y de las múltiples resistencias que hoy se despliegan pueden ser resueltos, de verdad, de raíz, y de manera irreversible sin la conformación en la lucha, en el combate callejero, mediante acciones y fuerza de masas, de un sector combatiente, de una fuerza proletario popular que dirija todas las resistencias, que dispute a aquel bloque neoliberal en el poder la hegemonía y le derrote.
3) Ninguna resistencia puede lograr eso sola; es necesario unir todas las fuerzas contra el enemigo común.
4) Con el enemigo no se negocia. No hay nada que negociar. Lo que demandamos es su dimisión, su derrocamiento.
El Colectivo de Reflexión en Acción, sus núcleos de dirección local y nacional, su militancia toda dedicarán en esta nueva coyuntura sus mejores esfuerzos a la realización de esas tareas, fundiendo su actividad con las resistencias en lucha, convocando y propiciando el diálogo entre ellas, favoreciendo en todos los espacios de la conflictividad social el cambio en la correlación de fuerzas que permita el derrocamiento de la actual red criminal que usurpa la representación del estado mexicano y la forja en esa lucha de una nueva capacidad decisional de nuestro pueblo, es decir, de un ejercicio pleno de autodeterminación del pueblo y una nueva representación política y social como condiciones de construcción de una vida y una sociedad auténticamente humanas.
*Jesús Sosa Castro. Destacado militante de la izquierda mexicana. Articulista de SDP y colaborador de A los 4 Vientos.