Las Reformas que nos proponen los políticos ¿Reforman a la sociedad?
Alfonso Bullé Goyri, prestigiado escritor, editor y crítico de arte, con una amplia y multifacética trayectoria en el mundo del arte, se integra a partir de hoy al equipo de colaboradores de A los Cuatro Vientos. Es un honor tenerle entre nosotros. Agradecemos su generosa disposición a colaborar con sus artículos periodísticos a la consolidación de este espacio de libertad. ¡Bienvenido!
Las Reformas que nos proponen los políticos ¿Reforman a la sociedad?
Requiere un buen trabajo seguir los discursos de los políticos mexicanos. Las frases que emplean y los giros lingüísticos que frecuentan, siempre manoseadas y a menudo desgastados, forman la retórica de una clase política poco educada y con un deplorable gusto.
Alfonso Bullé Goyri/ A los Cuatro Vientos
Sin embargo, a pesar de todo, esas voces tienen consecuencias, son palabras de poder, son palabras trascendentes que afectan el orden social o económico. Las sandeces de un Vicente Fox que pretendió convencer al Comandante Castro para que pasara lo más desapercibido posible, hasta aquél estúpido término de Santiago Creel que impuso el “sospechosismo” en lugar del vocablo “suspicaz”, pues no atinaba a dar una explicación correcta a su pensamiento, son sólo dos ejemplos infortunados que pintan de cuerpo entero a esa elite inefable que vive de nuestros impuestos. Pero si el discurso de los políticos es fastidioso, el de los economistas en francamente un pesado tabique que con sus insufribles circunloquios técnicos, nos tratan de convencer que lo que dicen es más verdad que la verdad socrática. Recordemos al Dr. Agustín Guillermo Carstens, quien en un momento llegó a decir que las crisis económicas en los EU no nos hacían nada, pero lo dijo de tal forma que hasta el secretario del tesoro lo aplaudió.
El preámbulo viene a referencia porque se ha iniciado el áspero debate que desborda las páginas de la prensa nacional en torno de la reforma energética. Algunos la llaman la madre de todas las reformas, pero que si lo vemos con la debida prudencia, ni es madre ni tampoco es una reforma que vaya a cambiar el rumbo del país así como así, porque el verdadero cambio no está nada más con la reforma de las leyes. Eso lo sabemos desde la época de Juárez. Reformar la estructura jurídica, cambiar la redacción de las normas que regulan la actividad económica o social, redefinir las reglas que dan sentido a la vida política, no basta para cambiar el rumbo del país. Las leyes se aplican y es cuando las pautas de conducta de la sociedad adquieren un nuevo sentido.
Los políticos profesionales de cualquiera de las tendencias vigentes, hablan con tal seguridad, que nos asombra y nos confunde, pues sus palabras son completamente imprecisas. Aseguran algunos que con la apertura a la iniciativa privada en todos los procesos que involucra la actividad petrolera, será la razón suficiente para refinanciar a la empresa y por consecuencia, ésta se convertirá de inmediato en la palanca para impulsar un desarrollo sostenido y de largo plazo. Pero sabemos, por la experiencia diaria, que cuando los privados mexicanos participan en actividades socialmente necesarias, no sólo concentran más capital y generan distorsiones muy importantes en la estructura económica de la nación, sino que empobrecen efectivamente al país.
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enemos el caso de Telmex, una empresa que cuando estaba bajo la tutela del Estado, teníamos una telefonía extremadamente deficiente y onerosa. Cuando el Ing. Slim fue el afortunado ganador por elección del presidente Salinas, sí, en efecto, la compañía se modernizó. Con base en esa plataforma, Slim se convirtió en el dueño de la telefonía en habla castellana y en poco años, en menos de una década, se volvió el hombre más acaudalado del mundo. Con Telmex Slim ha financiado la adquisición de una gran cantidad de empresas y está involucrado en muchas actividades económicas. Pero hay que precisar que en la misma proporción en que Slim se enriquecía, en esa proporción el país se empobrecía. Slim en modo alguno ha constituido un factor que contribuya a un desarrollo económico real en la sociedad. Sabemos que las cuotas por el servicio que presta es varias veces más alto que en cualquier parte del mundo. La fortuna de Slim se ha multiplicado gracias al bolsillo de los mexicanos pobres.
La sólo presencia de Slim en la Bolsa Mexicana de Valores logra detener una caída masiva de las acciones y sus opiniones condicionan decisiones políticas trascendentes. La palabra de Slim es una palabra poderos que puede modificar el rumbo de la nación. No dudaría que el Sr. Slim está muy atento a lo que suceda con el petróleo en México y quizás ya prepara su chequera para entrarle a uno de los negocios más rentables con los que su expansión se vigorizará aún más.
Las reformas que se propongan, las reformas que se discutan, las que generen polémica agria y que dificulten las relaciones entre amigos, no son tan significativas como quieren hacernos creer los políticos. Son formas y no contenidos. La aplicación de las leyes reformadas son las que le darán contenido a los postulados jurídicos y ahí es donde veremos que los grupos de intereses comenzarán a mover en torno a las nuevas disposiciones y así obtener la mayor ventaja.
De modo que estemos atentos y leamos entre líneas el discurso engañoso de los políticos, porque tenemos que estar claro que si las reformas que nos proponen, de verdad reforman a la sociedad, es decir, elevan el nivel de vida de los mexicanos.
*Alfonso Bulle Goyri. Escritor, editor y crítico de arte. Ha publicado en diversas revistas y periódicos nacionales. Actualmente trabaja en un libro de poemas.