Las Adelitas del siglo XXI
Si alguien se está incorporando a la lucha por la defensa de sus derechos y de su país, son las mujeres. Y es natural. Históricamente muchas de ellas han estado en primera línea defendiendo la libertad y los recursos de la nación. Durante la expropiación petrolera, estuvieron al lado del Gral. Lázaro Cárdenas jugando un papel determinante en la lucha por el rescate de su petróleo. En el 2008, las plazas y calles de México fueron testigos de la marcialidad combativa de las Adelitas en contra de la reforma energética que proponía Felipe Calderón
Jesús Sosa Castro/ A los Cuatro Vientos
En la etapa reciente, han sido las mujeres la fuerza dominante que ha enarbolado la lucha contra la violencia social, las desapariciones forzadas, los feminicidios y el trabajo. Hoy día empiezan a formar filas al lado de las policías comunitarias y son las que recorren calles, colonias y ciudades informando y organizando a la gente para impedir que Enrique Peña Nieto privatice la renta petrolera y la CFE. Se están organizando al lado de miles y miles de jóvenes, trabajadores e intelectuales, para asistir al zócalo el 8 de septiembre al acto más trascendente en defensa de nuestros energéticos
Si hemos de aceptar que más del 50% de habitantes en el país son mujeres, entonces no es casual que estas empiecen a participar en las luchas políticas y adopten decisiones en los mismos niveles que los hombres. Esta porción incuestionable de ciudadanía, está tomando partido al lado de la izquierda. De aquella que se niega a aceptar que el país y la economía de mercado, tal como existen, sean algo beneficioso y hasta inevitable para nuestra sociedad. Tal franja femenina está participando del lado de la política transformadora y del pensamiento programático que impulsa Morena

Claudia Sheinbaum encabezó a las Adelitas en 2008 en la lucha por la defensa del petróleo.
Si se observa este fenómeno con cierto detenimiento, habremos de concluir que es un número creciente de participantes. En la mayoría de los actos a los que ha convocado AMLO, el peso específico de las fuerzas que se mueven en torno a su proyecto transformador y de su pensamiento político, lo dan las mujeres. Los liderazgos en torno a los cuales se aglutinan estas fuerzas femeninas, expresan capacidad para trazar una ruta en la que están presentes la imaginación, la organización independiente y una práctica que juega a favor de la democracia. Estamos aplicando lo que Roberto Mangabeira llama una “inteligente combinación de pensamiento y política, de teoría y práctica”
Creo que no incurro en exageración si afirmo que en Morena estamos dando paso al surgimiento del poder femenino. Para mí es una virtud que este partido naciente esté trabajando por aquellos sueños que apuntara Gioconda Belli en El país de las mujeres. Estamos haciendo que su talento se ponga en juego para que podamos, todos, construir el país que merecemos y que ya asoma su rostro. Sería ideal que esos sueños de igualdad y de esperanza, nuestras mujeres los hicieran posibles. A este país estrujado por el miedo y la impunidad, hay que arrullarlo con el mismo cariño y ternura con que las madres arrullan a sus hijos. ¿Acaso no sería mejor eso que vivir acosados por el crimen, la violencia, la frustración, la avaricia y la depredación a que nos tienen sometidos los que viven de nuestro trabajo? ¿No sería mejor estar levantando escuelas, hospitales y jardines para niños y ancianos, en lugar de estar entretenidos defendiendo los recursos naturales de la nación que PN quiere entregar a los capitostes nacionales y extranjeros?
Sería muy importante que nuestras mujeres, que hoy se ocupan de la renta petrolera, que se defienden de los policías, de los gobiernos ladrones y de la impunidad; que buscan a sus seres queridos levantados por el ejército, los narcos y los tratantes de personas, que lloran a sus muertos y exigen justicia; no sería mejor, repito, que esas mujeres llenas de luto, engañadas siempre por los gobernantes y burladas por los tribunales de justicia; fueran las simientes de una nueva generación de universitarias, de intelectuales, preparadas para gobernar, con libros en la mano, educando a sus hijos, a su pueblo y engrandeciendo su país, sin el temor de que en cualquier momento llegue el ejército, las policías o los criminales, y se las lleven sin que jamás sepamos de ellas?
Yo, que he tenido el privilegio de conocer y trabajar con muchas de ellas en la construcción de Morena, que he visto su capacidad de trabajo, su inteligencia y su lealtad a los principios y a la ética, creo que hay que hacer un alto en el camino para repensar nuestros hechos, y juntos, poner fin al desperdicio de su talento y acabar con el machismo y la incultura que han subestimado el trabajo, la capacidad y la inteligencia de las mujeres. Hay que tomar nota de que son la mitad de nuestro país. Son esas Adelitas del Siglo XXI, hermosas, trabajadoras y nobles, que no solo pueden cambiar la política, sino la porción que faltaba para hacer de México, un país diferente, justo, incluyente y democrático
*Jesús Sosa Castro. Destacado militante de la izquierda mexicana. Articulista de SDP y colaborador de A los Cuatro Vientos.