Hay cuarentena para rato

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Es posible que, como a mí, a algunos de ustedes les interese tener una idea de cuál es el futuro próximo de la pandemia en México y, en mi caso, Baja California. Por ello recurrí al IHME (http://www.healthdata.org/), un centro de investigación global e independiente que se dedica a medir y evaluar cuestiones sobre la salud humana, como esta pandemia.

Joaquín Bohigas Bosch / 4 Vientos / Foto principal: Latinus

Sus modelos gozan de gran prestigio y es probable que todas las autoridades sanitarias conocen su trabajo, aunque prefieran mencionarlo lo menos posible para no pagar el pato por crear posibles falsas alarmas o expectativas. Es entendible.

Las últimas predicciones del IHME fueron publicadas 6 de agosto y llegan hasta el 1º de diciembre. Sus modelos suponen que el distanciamiento social disminuirá paulatinamente y se agrupan en tres grandes escenarios.

En el “normal”, el gobierno impone medidas restrictivas (cierran escuelas y actividades no-esenciales y, si podemos, nos quedemos en casa), pero no exige usar cubrebocas. En el “ligero” (bien portados), el 95% de la población usa cubrebocas. Y en el “duro” (mal portados) no se aplican medidas restrictivas.

En la imagen anexa pueden ver cómo ha cambiado y puede cambiar (según los tres escenarios del IMHE) el número promedio de fallecimientos diarios (y acumulados) en México y Baja California, en términos de su población estimada en 129 y 3.7 millones, respectivamente.

En números absolutos predicen que el 1º de diciembre México sumará cerca de 119 mil fallecimientos por Covid (92 por cada cien mil habitantes), pero pueden ser más de 150 mil (118 por cada cien mil) si nos portamos mal, o 104 mil (80 por cada cien mil) si hacemos la tarea.

Las defunciones diarias predichas en los escenarios ligero y normal descienden hasta la primera semana de octubre (349 y 470 el 10 de octubre) y ascienden al adentrarnos en la temporada invernal, llegando a 652 y 896 el 1º de diciembre.

Siempre irían en aumento si se abren escuelas y actividades no-esenciales, y en este caso serían más de 1900 el 1º de diciembre, casi 3 veces más que en la actualidad.

Las cifras para México son muy inciertas -entre otras cosas- porque hay importantes variaciones regionales.

Como pueden ver, la situación ha sido y probablemente será distinta y más difícil en Baja California.

Es de sabios prepararse para lo peor y hay que tener miedo, sin dejar que el miedo nos maneje. Foto: El Demócrata

El modelo indica que el 1º de diciembre el número promedio de fallecimientos diarios puede llegar a 85, la cifra del pico de principios de junio. Como vamos a estar en plena temporada de “gripe”, a partir de diciembre se espera un deterioro desbocado si no se reduce la movilidad, no se cierran las actividades no esenciales y no se extiende el uso de cubrebocas.

Resumiendo, esto no se acaba mientras no haya vacuna. Es de sabios prepararse para lo peor y hay que tener miedo, sin dejar que el miedo nos maneje.

Para terminar, frecuentemente comparamos el número de fallecimientos por Covid en distintos lugares del planeta, para acreditar o desacreditar a las autoridades sanitarias municipales, estatales o federales. Como si fuera una competencia automovilística, ¡sólo que la pista es distinta y los pilotos conducen autos de distinta cilindrada!

Para satisfacer mi malsana curiosidad, comparé el número de fallecimientos por habitante predichos por el modelo “normal” del IMHE en México, Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña y España, entre el 1º de agosto y el 1º de diciembre.

La otra imagen muestra que el número de fallecimientos diarios aumenta en el hemisferio norte (llega el invierno) y disminuye en Brasil (llega el verano). Pero todas las naciones convergen a 80 – 100 fallecimientos por cada cien mil habitantes. Si incluyo más países el rango es más amplio, pero las diferencias relativas disminuyen con el tiempo (excluyendo a cuasi países aislados, como Islandia y Nueva Zelandia).

No me sorprende: la eficiencia de las autoridades federales depende de lo que hagan las estatales, que dependen de lo que hagan las municipales que, finalmente, dependen de lo que hagamos las personas (de la suma ponderada de millones de actos individuales).

En otras palabras, el éxito del virus (enfermarnos) es semejante en casi todos los países porque, a la larga, todos los humanos nos comportamos de manera parecida, ¡aunque también hay alemanes!

 

NOTA DE CONTEXTO:

 

 



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