La Derrota del Canelo…La mano de Televisa.
La noche del pasado día 14 en que se realizó la pelea boxística entre el mexicano “Canelo” Álvarez y el boxeador americano Mayweather, implicó una tragedia para los espectadores mexicanos. Mientras que en Estados Unidos no pasó nada con el triunfo del excéntrico boxeador de color, en nuestro país, la derrota del peleador mexicano, tomó tintes trágicos.
Álvaro de Lachica B./ A los Cuatro Vientos
Por cuestiones culturales, el futbol y el boxeo son deportes que reflejan mucho el estado de ánimo de los mexicanos, al grado de ser catárticos. Para mala suerte de Álvarez, el tricolor está con un pie fuera del Mundial 2014, así que quedaba en sus espaldas el peso de dar una alegría al golpeado pueblo mexicano, que para acabarla de amolar, recibe una tras otra malas noticias, entre reformas orquestadas desde el poder ejecutivo, marchas, plantones, dasalojos, inundaciones y un futuro incierto

“Canelo” Álvarez y el boxeador americano Mayweather, quien lo derrotó fácilmente.
En México, en el box actual la mediocridad se ha convertido en norma. Quedaron atrás los tiempos de los grandes ídolos, y ahora tanto Televisa como TV Azteca exaltan las “cualidades” de sus peleadores consentidos. Detrás de ellos se mueven poderosos intereses que sólo buscan las ganancias millonarias que les brindan estos peleadores mientras se encuentran en la cima de la popularidad.
Mientras TV Azteca promueve a la dinastía Chávez en sus azteca-canales, generando una audiencia a cambio de boxeo que deja mucho que desear, Televisa no se quiso quedar atrás y vio en el Canelo, una oportunidad de competir con las promesas del pugilismo en un país orgulloso de su historia en el cuadrilátero, acostumbrado a tener varios campeones a la vez y en busca de la siguiente gran figura mexicana.
Pareciera que Saúl “Canelo” Álvarez es un pugilista con más defectos que cualidades, a quien los comentaristas de Televisa, atribuyen facultades, con las que no cuenta, para “inflarlo” y hacer crecer un negocio que beneficia a la empresa promotora y de refilón, a la televisora.
Los comentaristas narran lo contrario de lo que está pasando en el ring. En las transmisiones televisivas, dicen cosas que nosotros no vemos, porque es su protegido, no son narradores imparciales. Las televisoras tienen contratos con diferentes empresas y tienen que proteger y hacerle propaganda a los peleadores con quienes estas empresas tienen contrato. Por eso los elevan, les atribuyen más méritos de los que realmente tienen y engañan a la gente. Se despachan con la cuchara grande diciendo cosas que no pasan arriba del ring.
Tal parece que al “Canelo” le pesa demasiado el contar con un apoyo tan marcado de parte de su empresa Televisa. Para muchos al boxeador se le quiere mostrar como una estrella, más que como un deportista.

“Marisol González sigue jurando amor eterno por El Canelo Álvarez”, dicen los chismes de TV, al más puro estilo de los insulsos
programas de Televisa.
Es más, la historia del ‘Canelo’ ya inspiró un tema musical y hasta un pequeño homenaje en una telenovela del Grupo Televisa, en donde ya se está realizando un casting para elegir a un niño que actuará la vida del Saúl en una parte de su próxima producción. Estas son las dinámicas que llevan a cabo en esta televisora para respaldar al ‘Canelo’, porque consideran que en estos momentos tan inciertos para el país, necesitamos creer en alguien. Mientras que Televisa está haciendo su parte, el ‘Canelo’ no hizo lo que le correspondía, en su noche triste en el cuadrilátero.
Mayweather le dio una lección a un oponente 13 años menor y que lo superaba por mas de siete kilos de peso al subir al ring, y que contó con el respaldo masivo de las más de 16.000 personas que llenaron la Arena del MGM Grand en la víspera del día de la independencia de México. Mayweather silenció los gritos de “¡Canelo, Canelo!” y “¡sí se pude!” con un repertorio de jabs, rectos, ganchos, ópers, y combinaciones al cuerpo y el rostro, para los que el oriundo de Jalisco no tuvo respuesta.
Esta aciaga noche, el peleador tanto como su promotor, se toparon ahora si con una estrella de verdad. Debe ser responsabilidad del jalicience, enfrentar a los peleadores grandes para convertirse en estrella deportiva y no en lucro televisivo. En otras palabras, dejar de ser un protegido con cinturón mundial.