La corrupción, la avaricia desmedida y el cinismo de autoridades, políticos y empresarios acaban con el valle de Guadalupe

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Autoridades, políticos y empresarios “depredadores” y “sin escrúpulos” están acabando con la vocación agrícola del valle de Guadalupe. De seguir esa tendencia de crecimiento desquiciado, en 2037 ya no existirán tierras de cultivo en una zona mediterránea única donde actualmente se produce el 75% del vino mexicano.

 

Javier Cruz Aguirre / 4 Vientos / Difunet

Foto destacada: De continuar la actual tendencia de desarrollo, en 2037 el Valle ya no tendrá tierras de cultivo en una zona única, donde se produce 75% del vino mexicano (Cortesía).

 

Ensenada, B.C., México, lunes a 5 de septiembre de 2022.- La denuncia y advertencia la hicieron esta mañana integrantes del colectivo “Rescatemos el Valle” a través de una conferencia virtual en donde vitivinicultores, enólogos, investigadores universitarios, chefs y la comunidad del lugar convocaron al gobierno en sus tres niveles a “salvar la esencia rural del Valle de Guadalupe frente al embate a que el desarrollo económico, la urbanización y la ausencia de Estado de Derecho lo llevan desde hace 5 años”.

El llamado lo entendió y atendió a su modo el presidente municipal de Ensenada (partido Morena) Armando Ayala Robles, quien dijo a mediodía que su gobierno no dará los permisos municipales en Guadalupe a los empresarios que antes no tramiten y paguen los derechos que corresponden al ayuntamiento.

 

“Nos da mucho gusto que haya eventos en nuestro municipio, pero todo debe efectuarse en orden y con respeto a la autoridad. No pueden estar proyectando conciertos en zonas con uso de suelo agrícola; deben tramitar el uso de suelo comercial y pagar los impuestos correspondientes”, afirmó en un comunicado.

 

Pero lo que denunciaron los integrantes de “Rescatemos El Valle” va mucho más allá de la comprensión recaudatoria del edil.

En su conversatorio, los participantes enfáticamente se pronunciaron en contra de que el valle vinícola sufra el mismo proceso de destrucción vocacional y ambiental que soporta Tulum, Quintana Roo.

“En los últimos cinco años se han construido antros, centros nocturnos y fraccionamientos; se han realizado conciertos masivos y se ha lotificado y vendido la tierra, sin respeto a los reglamentos y leyes existentes, motivo por el cual el valle se está convirtiendo en una ciudad, destruyendo su vocación agrícola, que lo ha posicionado como uno de los lugares más icónicos de México”, manifestó el colectivo en un pronunciamiento conjunto.

Manifestaron que las empresas han deforestado al menos mil hectáreas de conservación y producción que ahora se usan para antros, grandes foros de conciertos y casas privadas, pero advierten que aún viene lo peor.

 

Los integrantes del colectivo, en la reunión virtual de arranque a la campaña “Rescatemos el Valle” /Cortesía).

 

“Entre 2014 y 2019 se perdió 18% de tierra agrícola en el valle y el futuro luce aún más desolador porque de las 5 mil 445 hectáreas cultivables que había en 2017, el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) de Ensenada prevé que quedarán menos de la mitad (2 mil) en el año 2027.”

El mismo pronóstico –agregaron- estima que para el año 2037 no quedará una sola de esas tierras de cultivo que han puesto a Guadalupe en el panorama vitivinícola nacional e internacional.

 

“En términos generales, se identifica como causa principal de la problemática en el valle al crecimiento descontrolado de los asentamientos humanos, que trae como consecuencia efectos directos sobre el agua, el suelo, la agricultura, la comunidad y el paisaje”.

Además, subrayaron que la edición del Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas (PSDUT), publicada en 2010 con el explícito propósito de “conservar la tierra agrícola en un 95% durante los próximos 30 años”, fue un fracaso.

Esto porque en diciembre 2018 se publicó una nueva versión del programa, actualizada. pero entre una y otra publicaciones el área bajo “conservación” se redujo 424%, mientras el polígono total bajo jurisdicción del Programa es ahora 81% más pequeño.

Recordaron que meses atrás la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el llamado Foro APM –empresa de espectáculos artísticos masivos propiedad del empresario Pedro Alejandro Montejo Peterson, presidente de la Asociación de Maquiladoras Index, Zona Costa de Baja California- por desmontar 16 hectáreas de vegetación en la zona agrícola y de conservación sin tener permiso ambiental de la Semarnat.

“Pero la empresa de música y entretenimiento Bandamax celebró recientemente en su portal de Internet, la apertura de la Arena Valle de Guadalupe para finales de 2022, con capacidad para 9 mil personas.”

Otro negocio que contraviene la regulación de Guadalupe la identificaron como Anfiteatro del Valle, con capacidad para 7 mil personas y que organizó un concierto de Francisco Céspedes el 14 de mayo pasado.

 

El terreno devastado en mayo de 20220 por APM Producciones (Facebook).

 

Y el pasado 1 de septiembre la Secretaría estatal del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable clausuró las instalaciones de la empresa hotelera y vitivinícola Casa La Noria, que dirige el político/empresario panista Alejandro Monraz Sustaita, afín al exgobernador Francisco Vega de Lamadrid, por no contar con el permiso ambiental para operar y presentar, el sábado 3 de septiembre, el espectáculo del cantante “Nicho” Hinojosa.

Además –agregaron los denunciantes-, se han abierto más de cinco antros en el valle de Guadalupe; una cosa que sería inaudita en cualquier otra región vinícola en el mundo, desde Mendoza (Argentina) hasta Burdeos (Francia).

 

“La depredación actual no sólo atenta contra el patrimonio cultural y paisajístico de una bioregión única, sino que está perdiendo también la ventaja competitiva de la zona, la más importante del país con 75% de la producción nacional de vino, la cual contribuye con 1% del PIB agrícola, emplea directamente a 4,500 personas e indirectamente a más de 10 mil, además de la participación de mujeres en más del 40% del empleo total generado.”

 

El colectivo destacó que la derrama económica generada por el enoturismo en Baja California significa 3,600 millones de pesos y una recaudación de impuestos de 165 millones de pesos, como reflejo de un incremento importante del consumo del vino per cápita en México, que pasó de 250 mililitros en 2002 a 964 en 2018.

Por estos motivos, expresaron los integrantes de “Rescatemos El Valle”, coincidimos con el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador en su lucha por salvar al campo mexicano.

“Como él mismo lo dijo: El campo es extraordinario; no solo se producen alimentos, no solo es la fábrica más importante de México; es también una forma de vida sana, buena, porque en el campo hay una gran reserva de valores culturales, morales y espirituales”.

Fernando Pérez Castro, presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de B.C., manifestó: “La situación del valle de Guadalupe es grave, pero afortunadamente hemos obtenido respuestas positivas de mucha gente que quiere proteger este lugar.”

Agregó: “El problema es que el ritmo de la depredación nos va ganando. Nos da gusto escuchar a la gobernadora (de Baja California) Marina del Pilar (Ávila Olmeda) cuando dice que ella no permitirá que el valle se convierta en el antro más grande de Baja California”.

 

 

También dijo: “Nos entusiasma la presencia de la Semarnat y de su titular, María Luisa Albores. Y sobre todo la amplia participación comunitaria de muchísimos sectores del valle de Guadalupe. Ojalá todos juntos podamos tomar acciones concretas e inmediatas para proteger este patrimonio nacional, y que el ejemplo del valle se utilice para salvar tantas otras zonas agrícolas del país, y así se proteja el campo mexicano.”

El colectivo propuso “generar una nueva denominación jurídica federal para proteger el patrimonio agrícola del país. Una denominación biocultural que proteja al campo y su cultura cómo se protege también a las áreas naturales”.

Esto porque a través de esa figura jurídica se protegería a las comunidades rurales y a los productos agrícolas a lo largo y ancho del país, tal como son -además de la vid- el café, el chocolate, la vainilla, los árboles de fruta endémica, el agave y otros muchos productos y regiones.

Igualmente propuso crear leyes federales que protejan el uso agrícola del suelo en Guadalupe, el nombramiento del valle como una “zona de belleza natural y cultural”, tal y como lo establece la Ley de Preservación del Patrimonio Cultural del Estado de Baja California en su artículo 5, y, sobre todo, que se apliquen las leyes y reglamentos que actualmente protegen a esa región agrícola. “pero que han sido ignorados por autoridades y empresarios”.

Natalia Badán Dangon, activista social, vitivinicultora en Guadalupe, y hermana de uno de los impulsores de la transformación vinícola del valle en la década de los 90 del siglo pasado –Antonio Badán-, comentó a su vez:

 

“Llevo 69 años viviendo en El Valle de Guadalupe.  Lo conozco como a mi piel: Hoy, ese sueño se rompe como un espejo.”

Estimó que la compatibilidad turística que tiene toda región de grandes vinos “nos rebasó”, y como consecuencia de ello “nuestro valle está amenazado con convertirse en una ciudad mal hecha, presa de intereses económicos a corto plazo”.

Resumió: “Estamos asesinando la oportunidad histórica que tuvimos de ser un valle netamente agrícola, rural, con arraigo profundo a nuestro suelo y al milagro de lo que el suelo puede darnos cuando lo tratamos bien, orgullo de todos los mexicanos.”

 

Ileana Espejel: “No queremos ser otro Tulum” (Cortesía).

 

Así, pidió acciones urgentes para rescatar lo rescatable, que se obedezcan las leyes ya existentes, sin excepción, y que se protejan ésta y otras regiones agrícolas de México.

Finalmente Ileana Espejel, académica investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), destacó:

 

“Ciudades pueden hacerse en muchos lados, pero las tierras cultivables no se pueden fabricar. Esta es una región agrícola única e irrepetible. Hay que conservarla. No queremos ser otro Tulum”.

 

En la charla también participaron el presidente de Provino, Mauricio Cantú; el chef Jair Téllez; Claudia Turrent de Por un Valle de Verdad; y Santiago Cosío y Keiko Nishikawa, director General y directora de Relaciones Públicas de Bodegas de Santo Tomás.

Cabe destacar que apenas el pasado 29 de agosto la gobernadora Marina del Pilar Ávila estuvo en Guadalupe donde se reunió con 200 vinicultores, ejidatarios y representantes de otros sectores ciudadanos y económicos del valle –según un comunicado de su administración-, a quienes dijo:

“Quiero que sepan que somos sus aliados, que estamos del lado del Valle de Guadalupe, de nuestros valles, de nuestra vocación que tenemos en esta gran región de nuestro Estado. Reiterarles que, como gobierno estatal, estamos en la mejor disposición”.

 


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