La Chayo contra los indígenas
La soberbia es como la mierda. La puedes oler de lejos. Si eres un ciudadano normal y dices una barbaridad, no hay problema, somos un compendio de malhecheces. Pero si eres un funcionario del gobierno, y no un funcionario cualquiera, un secretario de estado, cuyo trabajo es salir un día en la prensa y el otro también, es el colmo.
Ramiro Padilla Atondo/ A los Cuatro Vientos
Usted señora Rosario Robles, no solo debería de ser despedida de manera inmediata de su cargo, debería ser internada en un centro de readaptación social. ¿Y sabe por qué? Porque eso es lo que es usted: Una inadaptada social. El gobierno que usted representa ha sido en gran parte responsable de la situación de marginación de más de cincuenta millones de mexicanos.
http://www.jornada.unam.mx/2014/05/02/politica/020n1pol
Con que valor anuncia usted ese tipo de medidas. Es que usted sí come con manteca ¿verdad? Pero qué se puede esperar de una persona que era narcisista leninista, y ahora es neoliberal, así de la noche a la mañana.
Bien dicen que los políticos viven una realidad alternativa. No tienen idea de lo que es salir a ganarse el pan. No saben lo que es llegar agotados del trabajo. Puras reunioncitas. Porque a usted no la eligieron por su gran sensibilidad social. La eligieron porque es una buena operadora política. Porque para que Oportunidades sirva a otros fines no hay problema:
http://www.proceso.com.mx/?p=339371
Allí mismito en la Veracruz del infumable Duarte, se desvían los recursos de su programa Oportunidades para elecciones.
Para eso sí hay dinero. No para alimentar a los que no pueden alimentarse. Ni más ni menos. Se requieren dosis masivas de mezquindad y de hipocresía para hacer comentarios de ese tipo.
Debería renunciar y retirarse a una vida de contemplación. Que lo de las relaciones públicas y conectar la lengua con el cerebro nomás no se le da.

Rosario Robles, titular de Sedesol y Javier Duarte, gobernador de Veracruz, acusados de utilizar programa sociales a favor del PRI
Entienda una cosa señora secretaria de las cartas de amor, el gobierno no concede de manera graciosa. El gobierno trabaja con dinero de nuestros bolsillos. Usted es nuestra empleada. Un empleado que insulte a su patrón es despedido de manera automática. Y usted ya lleva varias.
Pero qué se puede esperar de un gobierno de semi analfabetas.
Los recursos de desarrollo social le pertenecen a las familias mexicanas necesitadas. A usted no le debe importar el número de hijos. Que no le pagamos por contarlos. Le pagamos (muchísimo dinero) para que erradique el hambre en el país. Pero al paso que va no solo no erradicará el hambre, creará más. Qué vergüenza.