La “Casa Blanca” revive fuegos cuando EPN pide “perdón” por su “error”
En el marco de la ceremonia durante la cual se promulgaron las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), efectuada en Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto pidió perdón por el agravio que causó a la sociedad en 2014, debido a un error cometido en relación con la llamada “Casa Blanca”.
La Jornada
“No obstante que me conduje con apego a la ley, acepto y reconozco que cometí un error. Este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza de la sociedad. En carne propia sentí la indignación de los mexicanos, por eso, con toda humildad, les pido perdón”.
El reconocimiento del error relacionado con la “Casa Blanca”, a más de dos años de que ocurrió, fue el origen, dijo, para relanzar con toda convicción la creación del Sistema Nacional Anticorrupción.
Equiparó este nuevo esquema para terminar con la impunidad en hechos vinculados a la corrupción, al impacto que tuvo en el sistema político la creación del Instituto Federal Electoral. Dijo estar convencido de que en unos años recordará esta fecha como el inicio de una nueva etapa para la democracia y el estado de derecho.
Señaló que los mexicanos estamos tan lastimados y dolidos por esta práctica, pues en buena medida gracias a las tecnologías de la información y la libertad de expresión, la sociedad se entera cotidianamente de actos de corrupción de servidores públicos y particulares.
Subrayó la importancia de enfrentar este “cambio social” y responde a la exigencia de la sociedad, por lo cual se impulsó dos nuevos sistemas fundamentales para inhibir estas prácticas: Sistema Nacional de Transparencia y Sistema Nacional Anticorrupción.
Destacó que estas nuevas leyes son fruto de una activa participación de la sociedad, de académicos y expertos a favor de conductas de mayor honestidad, integridad y rendición de cuentas.
El mandatario señaló que enfrentar la corrupción requiere acciones de la sociedad, de las instituciones para recuperar la confianza. “Es necesario vernos en el espejo y asumir una visión autocrítica del desempeño”. Fue entonces cuando aludió a la “Casa Blanca” que generó gran indignación en la sociedad.
Para el presidente de la República habrá un antes y un después en México con la creación del Sistema Nacional Anticorrupción.
– “Trabajaremos para erradicar los abusos de quienes dañan la reputación de servidores públicos que se desempeñan de forma honesta”.
Dijo que el sistema crea instituciones fuertes y autónomas para prevenir y castigar la corrupción; elimina trámites innecesarios en el sistema de compras para permitir que se hagan con mayor transparencia y alienta una efectiva rendición de cuentas.
Mencionó que entre las innovaciones del sistema destaca la creación de una fiscalía especializada anticorrupción, crea salas especializas en el Tribunal de Justicia Administrativa, fortalece la Auditoría Superior de la Federación y a la Secretaría de la Función Pública, cuyo titular ahora será ratificado, en términos de la Constitución, por el Senado de la República, por lo que anunció que en breve remitirá la propuesta a este órgano legislativo.
Peña Nieto consideró que este nuevo modelo representa un cambio de paradigma al crea instrumentos para erradicar efectivamente la corrupción. Sin embargo asumió que es necesario que se comiencen a dar resultados pues de lo contrario “la ciudadanía verá en nuestros discursos, sólo eso, discursos”.
El sistema es una importante transformación en el país para reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones.
En el programa de entrevistas de la periodista Carmen Arostegui para la cadena de televisión estadounidense CNN, el connotado historiador mexicano Lorenzo Meyer habló de antecedentes de presidentes que piden perdón, Citó a José López Portillo que pidió perdón y le corrieron las lágrimas.
Luego mencionó la carta de renuncia de Porfirio Díaz:
“CARTA DE RENUNCIA DEL GENERAL PORFIRIO DÍAZ
Distrito Federal, Mayo 25, 1911
A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.
Presente.
El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención, que me secundó patrióticamente en todas las obras emprendidas para impulsar la industria y el comercio de la República, ese pueblo, señores diputados, se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.
No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad.
En tal concepto, respetando, como siempre he respetado la voluntad del pueblo, y de conformidad con el artículo 82 de la Constitución Federal (v)engo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República, con que me honró el pueblo nacional; y lo hago con tanta más razón, cuando que para retenerlo sería necesario seguir derramando sangre mexicana, abatiendo el crédito de la Nación, derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y exponiendo su política a conflictos internacionales.
Espero, señores diputados, que calmadas las pasiones que acompañan a toda revolución, un estudio más concienzudo y comprobado haga surgir en la conciencia nacional, un juicio correcto que me permita morir, llevando en el fondo de mi alma una justa correspondencia de la estimación que en toda mi vida he consagrado y consagraré á mis compatriotas. Con todo respeto”.
Al concluir la lectura, Lorenzo Meyer expresó que Enrique Peña Nieto debe pedir perdón a Carmen Aristegui y al equipo de periodistas que realizó el reportaje de “La Casa Blanca”, así como abrir la puerta que el mandatario cerró cuando la periodista salió del programa radiofónico que era “bastante crítico y bastante popular”.
“La Gaviota” regresó la “Casa Blanca”; Higa le reintegró su dinero y hasta los intereses
Un mes después de publicarse el reportaje sobre la llamada “Casa Blanca” en la colonia Lomas de Chapultepec, la primera dama Angélica Rivera Hurtado habría cancelado la operación al regresar su dominio a una empresa de Juan Armando Hinojosa Cantú, el contratista gubernamental que la construyó y se la financió.
Agencia Apro
No lo hizo en los términos en que lo anunció, cuando el 18 de noviembre de 2014 publicó un video “para defender su integridad, la de sus hijos y la de su marido” e informó que vendería los derechos del inmueble para que no se siguiera ofendiendo a su familia.
“Con la misma apertura con los que les he compartido los detalles de esta casa, quiero comunicarles que he tomado la decisión de vender los derechos derivados del contrato de compraventa, porque yo no quiero que esto siga siendo un pretexto para ofender a mi familia”, expuso en aquel entonces.
La información emitida ayer por la Presidencia de la República da cuenta de que no vendió los derechos, sino que canceló la operación y que el contratista Hinojosa Cantú le regresó el dinero y los intereses que llevaba pagados. No se menciona ninguna penalización como es habitual en este tipo de transacciones cuando una de las partes da por terminada la relación contractual.
– “Por la terminación anticipada del contrato de compraventa, las partes pactaron que la señora Angélica Rivera Hurtado pagara el equivalente a una renta por el tiempo en que tuvo posesión del inmueble. Por su parte, la inmobiliaria reintegró a la señora Rivera los pagos que había realizado entre el 12 de enero de 2012 y el 11 de diciembre de 2014 más los intereses respectivos”.
Ayer, luego de que el presidente Enrique Peña Nieto promulgó seis leyes que sustentarán el Sistema Nacional Anticorrupción, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República emitió una ficha informativa sobre el convenio de cancelación de la compraventa relativo a la residencia de escándalo, que establece como fecha de finiquito el 11 de diciembre de 2014.
La Presidencia precisó que, si bien tenía la posesión del inmueble, la operación nunca se concretó en transmisión, debido a que era una compraventa con reserva de dominio.
Con lo anterior, la Presidencia declaró que Rivera Hurtado ya no tiene relación con ese inmueble.
Durante la promulgación de las leyes anticorrupción ayer lunes, el mandatario federal pidió “perdón” por haber generado inconformidad, aun cuando repitió como en otras ocasiones que no hubo nada ilegal. Inclusive, consideró que los servidores públicos además de cumplir la ley deben cuidar la percepción que se pueda tener de sus acciones. Y fue en ese sentido que dijo, “cometí un error”.
La investigación
El 9 de noviembre de 2014, el equipo de investigación de la periodista Carmen Aristegui publicó un reportaje –en su portal de internet Aristegui Noticias y en la edición 1984 de Proceso— sobre la residencia que al inicio de la administración presumió la primera dama en una revista del corazón.
El reportaje mostró que en la construcción de la residencia ubicada en la calle Sierra Gorda 150 habían participado con opiniones e indicaciones, el presidente Peña Nieto y su esposa, de acuerdo con testimonios de trabajadores.
También demostró que el inmueble se comunicaba con la residencia de Angélica Rivera –adquirida presuntamente por su trabajo de actriz en Televisa– ubicada en Paseo de las Palmas1325, ambas en Lomas de Chapultepec, uno de los sectores más exclusivos y de mayor plusvalía del continente.
Pero sobre todo, el reportaje reveló que la construcción estuvo a cargo de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, una razón social sin mayor actividad que esa operación y que dicha empresa era de Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de numerosas empresas dedicadas a la proveeduría gubernamental y que, durante el sexenio de Peña Nieto como gobernador del Estado de México, consiguió unos 35 mil millones de pesos en contratos.
Más tarde, Proceso documentó que en dos años de gobierno federal Hinojosa sumó más de 60 mil millones en contratos de obra.
Días después, el 18 de noviembre de 2014, al regresar de una gira de trabajo por China y con el escándalo desatado inclusive en medios internacionales, Peña Nieto anunció que sería su esposa la encargada de explicar la forma en que se adquirió la propiedad. Entonces ella publicó en YouTube el video mencionado.
Fue hasta febrero de 2015 cuando Peña Nieto instruyó una investigación sobre el caso, para lo cual designó como secretario de la Función Pública a Virgilio Andrade. El resultado se dio a conocer en agosto siguiente, cuando el funcionario informó que el mandatario federal no incurrió en conflicto de intereses. Sin embargo, admitió que no se revisaron otros posibles actos ilícitos.