Indignación, coraje, mucha esperanza y una invitación a expresarte
Queridas amigas y amigos, a mucha honra conciudadanas y conciudadanos: A continuación algunas palabras y, al final, una invitación a expresarte.
Alejandro Madrazo Lajous
La tarde del 1 de marzo fue triste, frustrante, indignante. A pesar de la movilización sin precedentes de la ciudadanía, de medios de comunicación, del gremio judicial, de ONGs y de la solicitud expresa de varios senadores, la mayoría conformada por todos los senadores del PRI y PVEM y casi todos los del PAN, se resistieron a hacer un trabajo serio de auscultación para la designación del nuevo Ministro de la Suprema Corte. Optaron, en cambio, por un proceso apresurado, pobre, en el cual la mayoría calificada votó sin ofrecer razón alguna de por qué creen —contra toda la evidencia— que Eduardo Medina Mora va a tener un buen desempeño en su calidad de Ministro de la Suprema Corte.
Todos perdimos. Perdió el país, porque sus instituciones amanecen hoy más debilitadas y menos confiables. Perdió el Senado al claudicar en su función constitucional de servir como contrapeso al Poder Ejecutivo y al quedar exhibido como un órgano que no está dispuesto a someter sus decisiones a una revisión abierta y rigurosa. Perdió la Corte, pues su nueva integración le resta confianza ante amplios segmentos de la sociedad. Perdió la Presidencia, porque hoy somos más lo que ya le retiramos el beneficio de la duda y creemos que poco o nada le importa fortalecer al sistema de justicia del país.
Sin embargo, si bien el resultado del proceso fue desmoralizante, la semana en la que todos sumamos esfuerzos fue, también, inspiradora. Constatamos la fuerza y capacidad que tenemos los ciudadanos y ciudadanas para, en corto tiempo, hacernos escuchar. Demostramos sin fuero, dieta, voto o mandato electoral, que sabemos obtener más información y podemos dar mejores argumentos que nuestros pretendidos representantes
Logramos lo impensable: pusimos en la luz pública un proceso usualmente oscuro, que hubiera quedado detrás de los canceles del Senado.
Mostramos, estamos seguros, que los nombramientos hechos de esta forma, representan un costo político.
Si bien la nominación se aprobó, estuvimos a poco —4 votos— de detener la afrenta a las instituciones, aunque finalmente ésta se consumó.
Queremos creer, también, que nuestras autoridades algo aprenderán de esta experiencia y que se tomarán más en serio la elección futura de candidatos y candidatas a la Corte.
Evidenciamos además que, por encima de la perfidia de la mayoría de los senadores, el proceso de selección de Ministros de la Corte tiene serias deficiencias y que es apremiante iniciar una discusión sobre cómo lograr un proceso que garantice candidatos de calidad, profesionales, que no sean sólo el producto de negociaciones políticas.
Es urgente un proceso que asegure que se investigará con seriedad a los perfiles de los candidatos antes de su designación, a fin de que la Corte sea un espacio independiente, legítimo y respetado.
La luz que logramos poner sobre Medina Mora y su desempeño pasado afectan la fuerza con la que llega a la Corte y sin duda afectará la atención que su desempeño recibirá. Quizás eso acotará posibles atropellos futuros.
Queremos agradecer a cada uno de ustedes su apoyo y dedicación para promover esta petición. Estamos convencidos que este es el papel de la ciudadanía: exigir a sus gobiernos y gobernantes que tomen decisiones abiertas, fundadas en razones de bienestar común y no a escondidas conforme a intercambios interesados.
Nos corresponde desplegar, en los meses por venir, el potencial que juntos despertamos esta última semana. Creemos que, por lo pronto, nuestro papel será vigilar cómo usa Eduardo Medina Mora su nuevo encargo. Debemos exigir, además, que la historia no se repita: del Presiente, exigimos ternas serias, con candidatos profesionales, en los nombramientos por venir; del Senado, exigimos honestidad y seriedad en el análisis de las postulaciones.
Es significativo que 55,000 personas se sumaron a la petición mientras el Senado se resistía a debatir y más de 2,500 se han sumado después de consumada la designación. Aunque ya no sirvan más firmas para detener el resultado, servirán para desalentar futuros atropellos. A todas y todos los firmantes les invitamos a expresar su opinión sobre lo ocurrido.
Dando click en el siguiente link podrán encontrar las cuentas de Twitter y de Facebook de los senadores para que cada quien se exprese, de forma respetuosa, sobre el proceso que se llevó a cabo. Es importante que nuestros representantes sepan que nuestras demandas no se agotan con la imposición de Medina sin razones y en contra de decenas miles de voces.
www.change.org/twitterfacebooksenadores
Esto apenas empieza; si nuestros políticos no se toman sus responsabilidades en serio, nosotros –la ciudadanía— sí nos tomamos en serio las nuestras: elegirlos, vigilarlos, presentar información y hacernos escuchar.