#HistoriasDePollero: “Mi carro habla, ¿no me cree?”
“Le voy a dar el secreto para llegar a una edad como la mía: debe comer pollo, pescado, carne de res y huevo, pero crudo, así como están, es más, deme un huevo, así sin bolsa, la bolsa no me la voy a comer y cuesta. Así démelo, lo voy a abrir con el colmillo y me lo como de una vez, para qué le andamos haciendo al cuento. Hay veces que el pato nada y otra que ni agua bebe…
Roberto Hernández*/ A los 4 Vientos
“Mi carro habla. Póngale atención a los carros y verá que es cierto. ¿No me cree?, uuhhhh, mire, era bien noble mi pick up, cuando la compré le dije: ‘conmigo no te va a faltar nada, yo voy a ser tu doctor’, y nunca me dejó tirado, me llevaba a mi casa, aunque yo no supiera dónde estaba, nada más me subía y le decía, ‘ps tú naciste aquí, yo soy de’fuera, así que llévame a mi casa que no sé dónde andamos’, y ahí me llevaba, en sentido contrario, por el freeway, incluso sin gasolina. Nunca me dejó tirado. Una vez en la carretera se andaba quedando, ahí sonaba el motor fffffdddsssss y como que se quería ahogar, y le decía: ‘agarra la onda, ¿no ves que ya va a caer la noche y no traigo dinero?’, y seguía el pick up, como queriendo avanzar, pero otra vez el sonido fffffdddsssss, y como que no despegaba. Le decía: ‘ándale, llévame a mi casa, no me dejes aquí tirado’, y de pronto el pick up me contestó: ‘¡cambia la velocidad, pendejo, me traes en segunda!'”
*Psicólogo de clóset, cazador de historias, solidario, poneperos y de pelos. Leo más de lo que debo, menos de lo que quiero y todo lo que puedo… Soy un eterno autodidacta en proceso y músico sin escuela. Metalero de corazón, aunque con el paso de los años he descubierto algo más.