Hambre de justicia. Jornada por la Justicia en Chihuahua
Con una Jornada por la Justicia van a conmemorar nuestra muy vulnerada Constitución diversos movimientos y organizaciones sociales este puente del cinco de febrero. Parientes de personas víctimas de desaparición forzada, feminicidios, de homicidios dolosos, a la par que campesinos barzonistas, comunidades indígena, vendedores ambulantes inician dicha Jornada este viernes varias caminatas, una cabalgata y una tractorada que confluirán en la capital del Estado el martes cinco
Víctor Quintana Silveyra/ A los Cuatro Vientos
El memorial de agravios de todos estas personas, víctimas, excluidos, desalojados es tan vasto como la geografía que van a recorrer. Quieren denunciar que sigue impune el asesinato de Ismael Solorio y su esposa Manuela Solís, así la Fiscalía del estado señale que el autor material fue ultimado en un enfrentamiento con la policía estatal. Que no se ha solucionado el problema de los aprovechamientos y perforaciones ilegales del río Santa María. Que se siguen abriendo tierras al cultivo arrasando ecosistemas y agotando acuíferos. Que cada vez un grupo más pequeño de productores agropecuarios más privilegiados son los únicos que pueden seguir en la actividad, dadas las altas tarifas de energía eléctrica y la concentración de los apoyos gubernamentales.
También quieren hacer público que no se ha hecho justicia para familias como la de los Alvarado, del sufrido pero no doblado ejido Benito Juárez, o la de los Muñoz, de colonia Anáhuac que llevan muchos meses buscando a sus jóvenes y hombres desaparecidos por el ejército y la policía. A ninguno, a ninguna de ellas les llega la justicia, como tampoco llega a los parientes de los 15 jóvenes asesinados en la masacre de Villas de Salvárcar que cumplió tres años de impunidad este 30 de enero. Como tampoco hay justicia para las familias de los 13 jóvenes asesinados en Creel el 16 de enero de 2008, ni para las madres de tantas jóvenes desaparecidas o asesinadas; ni para la comunidad rarámuri de Bakéachi, que sigue demandando castigo para los asesinos de su defensor, Ernesto Rábago.
También están denunciando el desalojo de decenas de vendedoras y vendedores ambulantes del centro de la ciudad de Chihuahua en aras de un proyecto de remodelación urbana donde no cabe la economía popular ni las estrategias de sobrevivencia de un número cada vez mayor de gente que no tiene cabida en un modelo económico concentrador y excluyente.
El hambre de justicia moviliza a toda esta gente, porque a pesar de las celebraciones del gobierno, los propios datos oficiales señalan que durante 2012 fueron asesinadas dolosamente 255 mujeres en el estado de Chihuahua, la mitad de ellas menores de 30 años. En el mismo período fueron reportadas como desaparecidas 544 personas, 107 mujeres y 419 hombres.
La Jornada por la Justicia nos revela al país olvidado por los pactos y las cruzadas. Es una lucha que va mucho más allá de la defensa del territorio y de los recursos naturales de las comunidades indígenas o del ejido Benito Juárez. Que trasciende la demanda por justicia de las víctimas de asesinatos, desapariciones forzadas Más que una lucha coyuntural es un verdadero movimiento social que apunta a una nueva cultura basada en los derechos para todas y para todos, no sólo de los seres humanos, también de la comunidad de todos los seres vivos. En este sentido, forma parte junto el ayuno que la UNORCA lleva a cabo en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México contra la aprobación de siembras de maíz transgénico y con otras luchas, del conjunto de movimientos apuntan al país que queremos, al otro país que es posible con base en referentes de verdad, de sustentabilidad, de justicia para todas y para todos. De ahí la importancia de que no se queden solos.