Gorgonio Ruiz Campos. Taxonomía, ecología y conservación de peces nativos del noroeste de México.
A los 4 Vientos entrevistó a Gorgonio Ruiz Campos, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California, científico que está realizando grandes aportaciones a la taxonomía y ecología de peces nativos del noroeste de México y quien actualmente se encuentra trabajando en uno de sus proyectos más consistentes: la identificación, descripción y conservación de la trucha arcoíris de la Sierra San Pedro Mártir.
Jessi Saunders / A los 4 Vientos
Tres son los enfoques profesionales del doctor Ruiz Campos: la ictiología, la ecología y la conservación.
Gracias, en gran parte, al trabajo constante y meticuloso de este científico, la Facultad de Ciencias UABC tiene dos colecciones extraordinarias de aves y de peces, con cada ejemplar y cada especie perfectamente identificados. La colección ictiológica cuenta con un acervo de información muy importante para la diversidad regional.
Como biólogo y en materia de conservación del patrimonio natural, Ruiz Campos ha realizado un trabajo admirable: durante 35 años ha efectuado la identificación y descripción de especies, así como al descubrimiento de especies que no eran conocidas en la península de Baja California. En 2015 ganó el Premio Nacional de Conservación Ecológica, precisamente por sus estudios sobre la trucha arcoíris de la Sierra de San Pedro Mártir.
La entrevista concedida A los 4 Vientos, se realiza en un día frío y lluvioso de carnaval en Ensenada, cuando en la brisa se siente el olor de la sal marina envolviendo los alrededores de la universidad.
Para llegar a la oficina de Ruiz Campos en la Facultad de Ciencias de la UABC, es obligado pasar por una antesala compartida con otros académicos, con mesas de trabajo repletas de libros. El espacio del doctor Ruiz es sencillo, acogedor y muy iluminado con la luz natural que entra por grandes ventanas de pared a pared. Ahí trabaja el científico, junto a un estante donde los libros llegan hasta el techo, siempre acompañado por las fotografías de sus seres más queridos, además de hermosos cuadros con imágenes de peces y aves.
Ruiz Campos nació en Sabinas Hidalgo, municipio ubicado al norte de Nuevo León. En una charla agradable, al inicio de la entrevista, comenta que tan pronto como concluyó la licenciatura de biología en la Universidad Autónoma de Nuevo León, decidió mudarse a Ensenada con la intención de realizar sus estudios de posgrado. Así, en 1983 se incorporó al Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) para hacer su maestría en Ecología Marina. Su tesis fue sobre la estructura atrófica de la comunidad de peces intermareales en la Bahía Todos Santos. Posteriormente estudiaría un doctorado en Ciencias, Ecología Acuática y Pesca en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Mientras cumplía sus estudios de posgrado, Ruiz Campos comenzó a impartir clases en la Facultad de Ciencias de la UABC, institución que en aquel entonces se denominaba Escuela Superior de Ciencias. En 1990, después de un tiempo de trabajar como profesor de asignatura, adquirió su plaza como profesor de tiempo completo. Y ahí continúa, después de 35 años, impartiendo clases a las nuevas generaciones de universitarios.
“Ese es uno de mis mejores logros”, dice el doctor Ruiz, al describir la satisfacción que siente al trabajar con sus alumnos y guiarlos en sus estudios y en sus investigaciones de tesis, porque está absolutamente convencido de que Ensenada necesita de profesionales que se interesen por la investigación y por la conservación de la naturaleza.
Durante su maestría, comenzó a trabajar en un proyecto de investigación sobre la trucha arcoíris de San Pedro Mártir, enfocándose en los aspectos biológicos que tiene esta subespecie endémica de la Sierra.
“Tuve varios apoyos de CONACYT para el estudio de la trucha, pero también comencé a hacer trabajos con peces marinos, estrictamente con los peces intermareales”, comentó.
Una vez concluida la maestría, emprendió la búsqueda de empleo en diversas ciudades del país, como La Paz, en Baja California Sur y en Monterrey, en su estado natal de Nuevo León. Sin embargo, dice que en ningún otro lugar le ofrecían la certidumbre de continuar con su trabajo de investigación de la trucha arcoíris, por lo que optó por regresar a Ensenada.
COLECCIONES DE AVES Y PECES, OTRA GRAN APORTACIÓN
Ruiz Campos es fundador de una formidable colección de peces iniciada en 1989; también se dedicó a extender la colección de aves, que en ese entonces tenía pocos ejemplares. Su invaluable trabajo incluye la recolección, identificación y descripción de las especies para ambas colecciones. Ahora la colección de aves cuenta con más de 2,000 ejemplares y la de peces con más de 3,000. Las colecciones cuentan con diversidad de toda la región del Noroeste de México.
Los peces de la colección se encuentran en frascos, debidamente conservados para largo plazo. Un frasco puede contener varios ejemplares de cada especie y cada especie ha sido identificada, catalogada y clasificada en un número de inventario. Toda esta información está registrada en una base de datos. La colección abarca tanto peces de agua dulce, como peces marinos y peces de aguas salobres.
Algunas de las utilidades de la colección, aparte de tener conocimiento de las especies de la región, es la realización de estudios taxonómicos, biogeográficos y ecológicos.
“Así sabemos con certeza que es lo que tenemos (…) Una persona requiere saber qué peces hay en cierta bahía, entonces nosotros tenemos material de peces de ese lugar, para saber qué especies están presentes ahí, sin necesidad de ir a recolectar, porque ya se sabe que es lo que hay. Por ejemplo, hay lugares o cuerpos de agua que hace años tenían peces, pero por alguna razón, por cambio en el uso del suelo, o algún tipo de alteración del hábitat, desaparecen, pero con la colección queda el testimonio de lo que había”, comenta Ruiz Campo, quien ha recolectado muchos de los ejemplares personalmente.
“Gran parte los he colectado yo, otra parte han sido donaciones, pero casi todos son material que yo he participado directa o indirectamente (…) han sido producto de los proyectos de investigación en que hemos ido a lugares a documentar y a recolectar”.
La colección sirve también para hacer un inventario de la diversidad de peces que hay en el estado. “Es como una biblioteca de información biológica”, afirma el investigador.
Aparte de su gran interés por la investigación y por la ictiología, Ruiz Campos encuentra gratificante la formación de estudiantes. “Para mí es muy importante también la formación de recursos humanos. Los tesistas que he formado. Es una labor que siempre he estado haciendo y he formado una buena cantidad de estudiantes de licenciatura, de maestría y de doctorado. Es una actividad fundamental. Siempre he tenido proyectos que me sirven para poder atraer a estudiantes para que hagan sus tesis. Siempre estoy buscando recursos o proyectos para tener qué ofrecer a los estudiantes.”
EL COMPROMISO DEL BIÓLOGO CON LA SOCIEDAD
Para Ruiz Campos es importante que se conozca el papel del biólogo en la sociedad, ya que todo el trabajo que realizan no solamente aporta a la biología y al conocimiento sobre las especies, sino también tienen la posibilidad de aportar a la ciudad y a su desarrollo ambiental.
“En especial ahora que tenemos crisis ecológicas, crisis de biodiversidad, son los biólogos quienes van a proponer y ayudar a la conservación. El biólogo ayuda a conocer el estado actual de las especies y los recursos, y de qué manera se pueden manejar”, dice el doctor Ruiz y afirma tajante: “No podemos conservar algo que no conocemos”.
El papel del biólogo es también significativo en cuestiones políticas, tiene la posibilidad de aportar en la toma de decisiones en cuestiones ambientales y de conservación. “Porque a veces las decisiones las toman políticos, que no conocen biología”, explica Ruiz Campos. Y debido a tales decisiones se puede afectar al medio ambiente en lugar que mejorarlo, ya que normalmente están ligadas con ganancias personales más que con los intereses de la comunidad.
El científico enfatiza en uno de los problemas más graves que enfrenta Baja California y en general el norte de México: la escasez de agua. Y advierte que cada vez será peor, como ya lo estamos viviendo en Ensenada. Por eso, insiste, “es necesario establecer nuevas políticas para el uso del agua y su conservación”.
Muchas empresas tiran basura, químicos y desechos a los ríos y al mar clandestinamente, no cuentan con plantas de tratamiento y no hay quien regule eso. Se tiene que tomar en cuenta diversos aspectos y contextos ambientales y sociales que los políticos no conocen. Así lo comenta el doctor Ruiz, quien vaticina: “el agua va a ser el recurso más peleado a nivel mundial. México tiene agua, pero tiene mucha agua contaminada. La mayor parte de los ríos están contaminados, entonces tienen que invertir en sanear las aguas para poder aprovecharlas. Nunca nos preocupamos por mantener los ríos limpios, se usan como drenajes y ahora estamos sintiendo los errores que cometimos”.
Por eso, insiste el investigador, es esencial que los biólogos y otros profesionales de la conservación, ecología y el ambiente, sean considerados y se les permita la participación en la toma de decisiones al respecto.
Ruiz Campos es autor y colaborador en 140 publicaciones científicas. También es autor de varios libros, entre ellos, Los Peces del Río Conchos (2009); Catálogo de Peces Dulceacuícolas de Baja California Sur (2012); Catálogo de Humedales Dulceacuícolas de Baja California Sur (2014); Manual de Técnicas Selectas para Evaluar Fauna Silvestre en Baja California (2014); Guía Ilustrada de las Aves de los Oasis de San Gertrudis y San Borja (2017); y La Trucha Arcoíris de la Sierra San Pedro Mártir: Bionomía, Ecología Poblacional, Hábitat y Conservación (2017).
El doctor Ruiz concluye la entrevista comentando que en un futuro, y cuando el tiempo se lo permita, le gustaría seguir trabajando en la descripción de nuevas especies de truchas de la Sierra Madre Occidental, además de continuar aportando a la sociedad, no solo con sus proyectos e investigaciones, sino también en la formación de alumnos y de futuros investigadores.