En Morena, la ideología sí importa
1.- Morena no nació por generación espontánea. No es producto de la naturaleza ni de la casualidad. Se originó en las entrañas del pueblo pobre y explotado, organizado por el trabajo político incansable de Andrés Manuel López Obrador, cuyo liderazgo excepcional se identifica, cada día más, con la izquierda progresista del México de hoy: la izquierda anti-neoliberal.
Daniel Solorio Ramírez* / A los Cuatro Vientos / La Jornada BC
No necesariamente con las izquierdas concebidas en el siglo XIX, pues aunque los problemas del mundo siguen siendo sustancialmente similares, hay cambios históricos, políticos, sociológicos que merecen ser atendidos según su propia circunstancia.
2.- Ciertamente Morena y sus estatutos han abierto las candidaturas a ciudadanos no afiliados. Pero ni AMLO, ni los estatutos de Morena, ni la salud pública autorizan candidaturas de personas no comprometidas ideológicamente con la izquierda progresista del México de hoy. Esa es mi convicción.
3.- Los candidatos de Morena no tienen que ser marxistas, ni haber leído “El Manifiesto Comunista”, ni “El Capital”, ni ser socialistas reconocidos. Entiendo que Morena no aplicará a sus candidatos un examen de marxismo, ni de comunismo científico, ni exigirá militancia en alguna de las múltiples izquierdas actuantes en México. Si exigiera esos requisitos, en Baja California sólo tres o cuatro personas los podrían acreditar. Pero sí es necesaria una clara identificación ideológica con las izquierdas anti-neoliberales. Sí es indispensable no militar, sobre todo ideológicamente, en la derecha neoliberal que arrastró a México a esta grave crisis humanitaria, sin paralelo en la historia nacional.
4.- El prianismo (ya muy lejano a los viejos panismos y priismos pos-revolucionarios) se ha caracterizado por una falsa y tramposa ausencia de ideología. Condenando falsariamente a “las ideologías” logró, mentirosamente, instalar la más agresiva de todas: la que rinde tributo cotidiano al Dios Dinero. La ideología neoliberal ha metido en la Constitución y las leyes el falso Derecho a acumular sin límites dinero, bienes y servicios, sin reparar en los medios. Capitalismo “salvaje” le llaman unos; capitalismo “gore” le califican otros. Esa es la ideología dominante que, condenando falsamente a las ideologías, cobija al neoliberalismo prianista. Quienes creemos que Morena es el partido de la esperanza tenemos que exigir que nuestros candidatos no puedan ser identificados con esas negras brumas ideológicas.
5.- Por eso no cualquiera pueda ser candidato de Morena. Sí, claro, como bien dice AMLO, cualquier ama de casa, albañil, arquitecto, carpintero, abogado, tablajero o pintor puede serlo. No hay duda. Pero a todos es exigible una clara definición ideológica: comprometerse a que la obra pública privilegiará a los barrios empobrecidos; que los derechos humanos serán promovidos, respetados; que no habrá niños desnutridos; que no habrá dinero público para corromper a nadie; que los ingresos de los funcionarios serán los de un trabajador medio; que no habrá latrocinios en el gobierno; que los negocios privados no entrarán al gobierno; que éste prestará directamente los servicios públicos y no entregará más esas sucias concesiones a los traficantes de influencias; que la salud pública y la educación no serán mercantilizadas. Esos son, entre muchos otros, los compromisos ideológicos de Morena.
6.- Esa es la ideología de izquierda, exigible a todo candidato de Morena. Y si no tiene, ni ha tenido vínculos recientes con la derecha clerical, mejor. El Estado laico tiene que ser defendido, hoy más que nunca. Más hoy que en la guerra cristera. He ahí mis convicciones. No soy ni seré candidato a nada, pero trabajaré, en lo que pueda, por los candidatos de Morena que cumplan esos requisitos y se comprometan con un programa mínimo que contenga esos y otros puntos indispensables en un programa de gobierno de la izquierda de Morena. No más carencia de ideologías.