En Isla San Martín, una vez “propiedad” de Carlos Cabal Peniche, ahora se busca plantar 27 mil cuevas marinas en arrecife artificial

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La asociación civil californiana Fish Reef Project anunció que pretende instalar 27 mil cuevas marinas en 10 años para crear, en las inmediaciones de la Isla San Martín, frente a la bahía de San Quintín, un bosque de algas marinas y un arrecife artificial que promuevan la repoblación de especies de alto valor comercial -como langosta, abulón y diversos peces- para beneficio de una cooperativa pesquera de la región.

 

Javier Cruz Aguirre / 4 Vientos

Foto destacada: Captura de pantalla del sitio digital Fish Reef Project que muestra la instalación de las cuevas marinas que la asociación fabrica y coloca en el lecho marino.

 

Ensenada, B.C., México, martes 24 de enero 2022.- El Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto se presentó a la Secretaría del Medio Ambiente (SEMARNAT) el pasado 18 de enero.

Abarca una superficie de 22.2 hectáreas con superficie predominantemente plana y arenosa que se encuentra dentro del área concesionada -por un periodo de 20 años- a la cooperativa pesquera Rocas de San Martin.

El proyecto consistirá en la instalación de cuevas marinas; se hará a razón de 1,064 unidades por hectárea en el cuadrante este de la isla bajacaliforniana del Pacífico.

Las cuevas marinas serán construidas de concreto marino biológicamente amigable que, de acuerdo con Fish Reef, tendrán una vida útil de hasta 500 años.

Se fabricarán en instalaciones que la asociación tiene en su filial mexicana en Ensenada, Baja California, con base a la tecnología que desarrolló en su matriz en Santa Bárbara y que la organización actualmente aplica en Nueva Guinea, Jamaica, África, Hawái y California.

De acuerdo con el manifiesto ambiental, el arrecife artificial promoverá la generación y mantenimiento de un bosque de algas marinas (macrocystis sp.) de densidad media, similar a la riqueza y abundancia de especies a los que ocurren de manera natural alrededor de San Martín.

 

Interpretación artística de las unidades de arrecifes de peces de la cueva® marina en clima de agua fría con algas marinas y vida marina. (Fish Reef Project).

 

Con ello, la organización ambiental afirma que “apoyará la preservación de la flora y fauna marina” propia de la zona.

Si el proyecto se aprueba en materia ambiental y obtiene todos los demás permisos necesarios, la construcción de las cuevas comenzará a fines de verano, o principios de otoño de 2023.

Se espera que la dispersión de las cuevas ocurra durante 24 a 36 meses, con 250 unidades piloto que se colocarán dentro de un área seleccionada de la superficie concesionada a la cooperativa pesquera mexicana.

Con base en los resultados, se elegirán las mejores áreas dentro del sitio del proyecto para desplegar más cuevas marinas y continuar el ciclo de rehabilitación y despliegue hasta que se alcance su objetivo de restauración del bosque de algas marinas.

Cada sección del arrecife se inspeccionará 6 y 12 meses después de la ubicación, durante los siguientes diez años, para alcanzar el total de 27 mil cuevas.

En nuestro país, la asociación que, en Santa Bárbara, California, fundó y dirige Chris Goldblatt, tiene como director ejecutivo a Ulises Uribe, así como a Gabriel Cota Amador quien se encarga del área de alcance comunitario del denominado “Proyecto Arrecife de Peces México”.

 

EL CASO BAHÍA TORTUGAS:

 

 

El primero de ellos, de acuerdo con información que aporta la página digital de la agrupación sin fines de lucro a la que respaldan 17 organizaciones ambientalistas, empresas, universidades, fundaciones y oficinas públicas como el Departamento de Pesca y Vida Salvaje de California, ha trabajado en varios proyectos costa afuera, incluyendo 400 unidades de arrecifes diseñados en la península de Baja California.

El segundo tiene 25 años de experiencia trabajando con las cooperativas pesqueras en Baja California. Tiene una maestría en administración de empresas y dirige una operación de maricultura de mejillones y ostras en la península bajacaliforniana.

Dedicada fundamentalmente a convertir el fondo marino vacío en nuevos ecosistemas marinos biogénicos prósperos, “que serán el hogar, las zonas de reproducción y alimentación de un gran número de mamíferos marinos, aves marinas, tortugas, peces, langostas, abulones, vieiras, algas marinas y corales”, la organización también se enfoca en restaurar y mejorar los sistemas de arrecifes dañados y a reducir la presión pesquera sobre los arrecifes naturales de peces.

Además, prevé una nueva etapa de exploración y explotación del fondo marino asociada con la minería en aguas profundas.

 

“Fish Reef Project se enorgullece de haber tenido un papel integral como observador permanente en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos de las Naciones Unidas (…) para garantizar la mejor protección y mejora posibles del ecosistema marino en relación con la próxima minería en aguas profundas”, indica la asociación en su portal.

 

En ese sentido, revela que, a profundidades de cinco mil metros, en el Pacífico central, la humanidad “pronto cosechará minerales vitales para las tecnologías verdes”, como los vehículos eléctricos y los parques energéticos eólicos, solares y aeroespaciales.

 

La isla San Martín, frente a la bahía de San Quintín, Baja California, vuelve a ser noticia luego de que en 2002 el exbanquero salinista Carlos Cabal Peniche la entregó a un juzgado federal para pagar una multimillonaria fianza que evitó que ingresara a la cárcel por los delitos de auto defraudación bancaria y lavado de dinero (Foto: flickr.com)

 

“Los minerales vienen en forma de nódulos de manganeso que ensucian las vastas llanuras de lodo de aguas profundas. Después de que se eliminen, debido a nuestros esfuerzos, se requerirá restauración de alguna forma y Fish Reef Project espera permitir dichos esfuerzos de restauración en los próximos años.”

Finalmente, la organización civil destaca que su propuesta de estructuras de arrecifes artificiales que ya se colocaron de manera experimental en Bahía Tortugas -Mulegé, Baja California Sur- con el apoyo de cooperativistas de la zona, proporcionan “claros beneficios ambientales” y, en algunos casos, pueden soportar una mayor biodiversidad que los arrecifes naturales adyacentes.

 

“Los arrecifes artificiales pueden generar beneficios sociales y económicos para las comunidades estatales y locales al mejorar las oportunidades nativas de pesca, alimentación y turismo”.

Ese es precisamente uno de los objetivos que Fish Reef Project reporta para el proyecto que ya se analiza en la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la SEMARNAT, para su imposición en la Isla San Martín, ínsula mexicana que el exbanquero Carlos Efraín Cabal Peniche, ex presidente del Grupo Financiero Cremi Unión, utilizó en 2002 para pagar una fianza judicial de cuatro mil 700 millones de pesos, la más alta jamás pagada en México por un presunto delincuente.

Con la isla, que acreditó como de su propiedad –95 hectáreas– y de José Tobías Yunes Torbay, y tres terrenos localizados en Tabasco, el exbanquero, también conocido en México por su cercanía con el expresidente Carlos Salinas de Gortari y por su alias –“el rey del amparo”-, evadió ser detenido en un juicio penal por auto defraudación bancaria y lavado de dinero por al menos siete mil millones de dólares.

Esa cantidad finalmente el gobierno del expresidente priista Ernesto Zedillo Ponce de León la incluyó como deuda pública en el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), por lo cual hasta hoy la paga de manera proporcional cada habitante de México.

 


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