Elecciones en Chihuahuistan
En medio de la normalidad antidemocrática y de la violencia y criminalidad persistentes, Chihuahua llega a las elecciones del 7 de julio. Los cierres de campaña del PRI y sus partidos sometidos: PVEM, PT, Nueva Alianza, PRD, y de su opositor, el PAN, tuvieron la misma tónica: a falta de propuestas sólidas, sonoras dinamitas julios y juliones, las arrolladoras bandas, etc.
Víctor Quintana Silveyra/ A los Cuatro Vientos
Chihuahua ha visto nacer el keynesianismo grupero. A pesar de la crisis financiera y económica, con incrementos de la pobreza de los más altos del país, los partidos emplearon los 142 millones de pesos que el erario les dio para un mes de campaña para fomentar el empleo, pero de las bandas y artistas de moda.

Un millón de pesos pagó el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua a la actriz Aracely Arámbula, por tres spot de promoción del voto.
El Instituto Estatal Electoral contrató a Aracely Arámbula para que, vestida de los colores de los candidatos del PRI, invite a la ciudadanía a votar. El gobernador Duarte inauguró el pretenciosamente llamado “palenque más grande de Latinoamérica” en la nueva feria Santa Rita-Expogan y la segunda quincena de junio desde ahí gobernó, entre abrazos, y duetos con las luminarias de la farándula.
La antidemocracia parece haberse vuelto algo normal. En un estudio nacional, la COPARMEX ubica al estado en el antepenúltimo lugar en el índice de desarrollo democrático, pero en Chihuahua el sindicato patronal no lo difunde. Las candidaturas del PRI a las diputaciones y alcaldías están llenas de juniors de los políticos tricolores y socios de negocios gubernamentales y de dinastías familiares de los partidos aliados al PRI
Gustavo Madero denuncia, con razón, que se sorprendió a la esposa del gobernador, haciendo campaña por el PRI; reitera su manida amenaza de salirse del Pacto. Con voz entrecortada y palabras altisonantes recuenta las tropelías tricolores y niega que haya un “nuevo PRI”. ¿Acaso es distinto del PRI cuyo triunfo avaló hace un año?
Sin división de poderes, el gobierno del estado sigue endeudándose y supera ya los 25 mil millones de pesos. Aunque en todos los corrillos se despotrica contra los nuevos negocios del gobernador, nadie se anima a denunciar. Aunque se celebra la baja de asesinatos en Ciudad Juárez y en Chihuahua, el terror sigue presente por todos los rincones.

Jaime Orozco Madrigal, candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalupe y Calvo, secuestrado y asesinado en plena campaña.
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En Guadalupe y Calvo, el 11 de junio fue asesinado el candidato a la alcaldía por el PRI, Jaime Orozco Madrigal. Días después fue asesinada una familia de cinco miembros, entre ellos un niño y una niña de 11 y 7 años, respectivamente. Los trabajadores del hospital de la localidad se tuvieron que ir al paro, para demandar seguridad pues ya son siete veces que los sicarios irrumpen en él para “rematar” heridos; además, protestan contra el autoritarismo y la corrupción de quienes dirigen dicho centro de salud. Los pobladores recurren a las redes sociales para expresar su terror y denunciar los múltiples homicidios y secuestros de que son víctimas.
En Jicamórachi, municipio de Uruachi, hay continuos enfrentamientos, balaceras e incendios de viviendas. Como en otras partes de la sierra, hay noticias de “levas” de muchachos por parte de los cárteles. En San Juanito, Bocoyna, acaba de haber un enfrentamiento de sicarios con la policía, con un saldo de cinco muertos. Los asaltos a mano armada y las vejaciones se han vuelto comunes en la carretera que va de Creel a Cuauhtémoc.

En la Sierra Tarahumara, los habitantes del pueblo de Jicomórachi, municipio de Uruachi, huyeron al monte a esconderse y dormir a la intemperie cuando su pueblo fue incendiado por mafias criminales que se disputan el territorio para el cultivo y trasiego de drogas.
El crimen organizado reina sobre el noroeste del estado: el candidato del PAN a la alcaldía de Gómez Farías tuvo que renunciar luego de ser amenazado de muerte. En varios municipios de esa región la policía y la ejecución de obra pública, están en manos de los grupos criminales. Hace dos semanas hubo once desaparecidos entre Matachí y Temósachi. En esos municipios las elecciones están “sub crimine”, es decir, dependen de a quién decidan apoyar o bloquear los señores de la droga.
En el centro y sur del estado: continúan las ejecuciones y enfrentamientos: en el municipio de Meoqui, el lunes pasado con saldo de cinco muertos. En Camargo, el número de asesinatos en 2008 fue de 9; en 2009, de 51; en 2011, 65 y en 2012, 90. El temor ante la violencia hizo que tan sólo en 2012, 24 mil 500 personas del estado de Chihuahua dejaran sus hogares, según datos del Consejo Noruego de Refugiados. Hay más de 120 desapariciones forzadas documentadas, se absuelve a feminicidas y se procede contra madres trabajadoras “por omisión de cuidados” a la vez que se desprestigia y ataca a derecho humanistas.
En estas circunstancias va a votar Chihuahua este domingo. El PRI y sus aliados van por el carro completo, el PAN demanda otra vez el “voto útil” después de 12 inútiles años en la presidencia. El abstencionismo volverá a reinar como desde hace más de quince años, pero la izquierda no electoral y el MORENA están invitando a tornar la abstención en expresión de rebeldía activa anulando el voto como símbolo de rechazo al autoritarismo, la partidocracia y la violencia.
Hipótesis para el domingo: alto abstencionismo y voto nulo; sorpresas desagradables para un carro completo que va a pasar mucho aceite.
Estas son las circunstancias que rodean las elecciones, no en Turkmenistán, o Kazakstán, o Afganistán, sino en Chihuahua.