El victimismo de los ricos: los empresarios por fin hablan
El tiempo está provocando que la madurez nos alcance poco a poco, y al mismo tiempo, cada vez se vuelve más clara y directa la incidencia que los acelerados cambios políticos y económicos a nivel nacional e internacional están teniendo efecto sobre nuestro presente y nuestro futuro.
Daniel Arellano Gutiérrez* / A los 4 Vientos / Cartón: Luy: “Capital Privado”
Ha llegado, pues, el momento de que la generación de los 90’s despierte su conciencia política. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. Si muchos de nosotros tienen otras prioridades en la cabeza antes que las preocupaciones por el desarrollo político del país, ni hablar de los que vienen atrás. La globalización nos ha dejado con un mundo híper-individualizado e híper-mediatizado, con una epidemia de narcisismo, egoísmo, indiferencia y vacío político. Está en nuestras manos cambiar ese panorama: sólo nuestras acciones pueden hacer la diferencia.
Una de las primeras acciones es de carácter informativo: tenemos que poder “identificar al malo”, esto refiriéndonos tanto a personajes políticos, como a modelos económicos. Para llevar a cabo este deber, tenemos que leer y fundamentar nuestros juicios y opiniones, no podemos, pues, sólo repetir lo que nos diga la televisión, las redes sociales o un artículo de opinión como éste. No, para que el diálogo se desarrolle como se debe, la conciencia de cada voz tiene que atravesar un proceso individual de reflexión y análisis, y posteriormente poner a prueba los conocimientos adquiridos en una discusión con alguien que haya atravesado la misma experiencia.
Un primer ejercicio lo pudiéramos llevar a cabo con el análisis del movimiento magisterial, uno de los temas que más han polarizado la opinión pública de la sociedad mexicana en los últimos meses. ¿Cómo iniciar el debate? Analizando las noticias de las últimas semanas.
Por si el lector no lo sabía, la COPARMEX (Confederación Patronal de la República Mexicana) demandó la semana pasada al gobierno federal por ingobernabilidad, ¡Aleluya, por fin el sector empresarial está tomando cartas en el asunto a favor del pueblo! Sin embargo, una vez que abres la nota las ilusiones se desmoronan rápidamente, pues descubres que la demanda tiene como motivo los bloqueos del magisterio, que ya le ocasionó pérdidas al sector empresarial por aproximadamente 4,200 millones de pesos. Yo lo que veo en esta cifra no es una pérdida, es una victoria que ilustra cómo el pueblo organizado sí puede realizar acciones que tengan un impacto directo en el sistema político-económico, acciones colectivas para exigir y demandar justicia social.

A la izquierda Claudio X. González, presidente de la organización Mexicanos Primero, a la derecha Elba Esther Gordillo, ex líder sindical, hoy presa por enriquecimiento ilícito
La parte irónica es que los empresarios que exigen un “Ya basta” a los bloqueos de la CNTE son los mismos empresarios que han estado detrás de las reformas estructurales de Peña Nieto. No, lo digo en serio, literalmente los empresarios formaron una asociación civil (Mexicanos Primero) para brindar su apoyo a la Reforma Educativa (Reforma Laboral), a través de darle propaganda a la iniciativa por diferentes medios de comunicación de escala nacional.
En este caso las contradicciones sobran, por lo que no es muy difícil distinguir al chamuco del santo —que ni tan santo, porque no todos los miembros de la CNTE son “divinos”, pero si comparamos entre vender una plaza y adquirir una concesión de millones de pesos, la brecha es inmensa ¿no creen?—. Continuando con las contradicciones del sector empresarial, surge una pregunta importante: ¿Cuándo había alzado la voz el sector empresarial para demandar al gobierno federal por las infinitas injusticias y la extendida ola de violencia y corrupción que atraviesa el México contemporáneo? ¡Nunca! Bueno, miento, “alzaron la voz” hace un mes cuando descubrieron que la Ley 3 de 3 apuntaba directito hacia sus intereses privados.
Esta nueva demanda del sector empresarial se suma a una hipótesis bien fundamentada: los empresarios sólo “exigen justicia” cuando sus negocios se ven afectados. ¿Por qué no exigir un “Ya basta” a los monopolios? ¿Al “capitalismo de cuates”, como lo denominó alguna vez la politóloga Denisse Dresser? ¿Por qué no oponerse al clientelismo, al favoritismo, a la adquisición de concesiones por vías ilegales que generan conflictos de interés?
Los empresarios han perdido toda autoridad moral para exigir justicia desde hace muchísimo tiempo, y la CNTE lo sabe, tal como lo expresa Francisco Bravo, integrante de la dirección política del magisterio disidente:
No podemos olvidar que se trata de uno de los sectores económicos que por décadas ha sido el más beneficiado por la políticas neoliberales. Basta recordar la privatización de empresas paraestatales, de la banca, de servicios básicos como la telefonía o la televisión, para descubrir que estos mismo empresarios que hoy nos denuncian han sido los que más se han enriquecido, pero hoy quieren ser las víctimas”.
A lo anterior, Bravo agregó que el sector empresarial busca un reclamo “desproporcionado, que sólo busca politizar una realidad que no generamos los maestros, ya que por más de 11 meses buscamos el diálogo sin salir a la calles”.
Es inmensamente irónico que los maestros disidentes de la CNTE posean un pensamiento y conocimiento político más cultivado que la mayoría de quienes critican sus acciones. Claro, hay que recordar que las normales rurales siempre se han esforzado por darles a sus alumnos una formación política y económica, no únicamente memorística o científica. Así pues, los libros que estudian los maestros normalistas disidentes les permiten analizar la realidad desde una perspectiva económica, política, histórica, crítica, y sobretodo, humana.
Ahora el presidente Peña Nieto enfrenta una presión más, aún a pesar de llevar años trabajando para la empresa privada, en vez de para el pueblo. ¿La buena noticia? Parece que la gente está despertando, pues no son pocos los que reconocen lo absurdas que son las demandas del sector privado, ¿significa esto que estamos empezando a reconocer, finalmente, al verdadero enemigo, al verdadero “peligro para México”? Una idea debe quedar bien asentada en la conciencia política de los mexicanos: en el México actual son pocos los servidores públicos, lo que abunda son servidores privados.
Así pues, es necesario que empecemos a discutir la desigualdad, la distribución de la riqueza, la valoración del trabajo, y las políticas públicas que atraviesan todos estos fenómenos. ¿Cómo iniciar la discusión? Haciéndonos preguntas y buscando respuestas. Tenemos Internet, tenemos bibliotecas, la información está a nuestro alcance. Nuestra responsabilidad debe ser una: cultivar nuestra conciencia política.
Una primera pregunta para iniciar la reflexión pudiera ser: ¿Son el sistema económico capitalista y el modelo neoliberal los principales responsables de la desigualdad económica? El siguiente artículo puede ayudarle al lector a iniciar sus reflexiones al respecto, pues es fundamental comprender que el capitalismo opera (y siempre ha operado) bajo el amparo de la corrupción. Leamos, pues, que tenemos que empezar a analizar, comparar y contrastar ideas; tenemos que empezar a debatir.