El repaso de los (D)años: la deuda de Kiko Vega y las tareas pendientes de los cimarrones
Desengañaos: cada usurpación del príncipe en los dominios de la cosa pública autoriza al individuo a una infracción semejante en su propia esfera; cada perfidia política engendra una perfidia social; la violencia de lo alto legitima la violencia de lo bajo. — Montesquieu
Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción — Salvador Allende
Daniel Arellano Gutiérrez* / A los 4 Vientos
Las últimas semanas de octubre los mexicanos fuimos testigos de un nuevo acto de corrupción en el teatro de la vileza política: con todas las comodidades de un rey, y bajo el amparo del gobierno federal y el presidente de la república, el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se dio a la fuga ¿Su paradero? Seguramente un paraíso fiscal en el Caribe.
La situación es tragicómica: a pesar de que las autoridades y la sociedad civil ya sospechaban que el gordito mata periodistas no tardaría en desentenderse del adeudo millonario que dejó en Veracruz, producto de sus exorbitantes desvíos de recursos —gracias a los que compró un rancho de lujo en el Estado de México y múltiples propiedades en España y Estados Unidos—, ninguna autoridad judicial movió un solo dedo para detenerlo hasta que se escapó. Por el contrario, Peña Nieto, Arely Gómez, Osorio Chong y también el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, lo dejaron hacer y deshacer a su gusto, siguiendo el manual de conducta del “Nuevo PRI”: roba todo lo que puedas, niégalo por todos los medios, desaparece como Dios manda.
Y pues bueno, ahora se suma un Estado más a la lista de entidades súper-endeudadas, otro ex gobernador al catálogo de políticos mexicanos prófugos y otro acto de negligencia que pasará a formar parte de la historia política mexicana contemporánea.

El ex gobernador y prófugo de la justicia, Javier Duarte, con su amiguito el General Cien Fuegos, director de la Secretaría de Defensa Nacional.
Ante este nuevo capítulo de corrupción gubernamental y desvío de recursos, muchos ya han comenzado a señalar al gobernador de Baja California, Francisco (“Kiko”) Vega de la Madrid, como el posible sucesor de Javier Duarte en el trono de la negligencia, el peculado y la opulencia. ¿Por qué? Pues porque nuestro querido gobernador parece estar más preocupado por realizar cientos de vuelos llenos de comodidades en su avión personalizado de costos millonarios (¿buscando competir con el avión presidencial de Peña?), antes que pagar el adeudo gigante que tiene con la UABC, de una discreta cantidad de 480 millones de pesos.
Cabe recordar que Kiko Vega asumió su gubernatura entre acusaciones de enriquecimiento ilícito y peculado, derivadas de su período como alcalde de Tijuana. Además, durante los 3 años que van de su gestión, la deuda pública de Baja California ha crecido en un 35%, pasando de 13 mil 446 millones de pesos a 18 mil 169 millones.
Así pues, no es muy aventurado dilucidar que Kiko Vega podría convertirse en el próximo Javier Duarte. Quizás exagero, pero lo que sí pienso es que no debemos bajar la guardia. Por el contrario, es momento de que los jóvenes despertemos nuestra conciencia política, y asumamos la responsabilidad de participar activamente en el desarrollo de nuestro país.

El gobernador viaja como rey mientras mantiene una deuda de 480 millones de pesos con la UABC
Nuestra indiferencia ya nos ha costado demasiado caro a los millennials: ¿Cómo estaría la situación actual del país si en 2012 hubiéramos sido millones quienes alzáramos la voz contra la imposición de Peña Nieto? ¿Y si hubiéramos sido miles los jóvenes de Ensenada que trabajaran con Omar García para alcanzar aquella utópica alcaldía independiente? ¿Y si hubiéramos dirigido toda nuestra energía juvenil a defender el petróleo que la reforma energética nos robó para otorgársela en bandeja de plata a las trasnacionales? Pues sí, otro gallo cantaría.
Tal como lo dijo Gilberto Bernadino Sánchez, regidor del XXI Ayuntamiento de Ensenada por el Partido Estatal de Baja California (PEBC):
“Si la sociedad no actúa también es responsable de los malos resultados y del mal uso del dinero del pueblo”.
El abstencionismo y la apatía de los estudiantes bajacalifornianos han tenido grandes costos políticos en todos los niveles de gobierno. Hoy se presenta una nueva oportunidad para crear una red de organización, participación y acción colectiva universitaria, pues ante el adeudo que el gobernador Kiko Vega tiene con nuestra máxima casa de estudios, nos corresponde a los estudiantes salir a exigir y demandar el pago del mismo.
Universitarios y egresados deben exigir al gobierno que pague su adeudo a la UABC: regidor
Y no sólo eso. A nivel nacional ya son varias las universidades que están convocando a una marcha nacional la próxima semana, para manifestar su rechazo a los recortes presupuestales en las áreas educativas, contempladas en el paquete económico del 2017. Ah, pero eso sí, mientras la gasolina sigue subiendo y los recortes económicos auguran un panorama todavía más sombrío para el próximo año en todos los sectores del país, Peña Nieto sigue actuando como rey, incrementando el presupuesto destinado para “actividades presidenciales” en un 45%. Si el descaro, la mediocridad y la estupidez tuvieran una deidad, esa sería Peña Nieto.
La cuestión es impostergable: tenemos que reactivar la conciencia y la praxis política que las generaciones del Siglo XX llevaran a su máximo punto, urge que los universitarios nos convirtamos en ese bastión intelectual organizado que dirija la lucha social contra las injusticias que proliferan por todo el país, orquestadas desde las cúpulas de los partidos políticos y el mismísimo gobierno federal. No tenemos que esperar a que se recorten programas educativos y se reduzca al mínimo la matrícula de nuevo ingreso. ¡Los jóvenes tenemos que actuar ya!
Adeudo a la UABC pone en peligro a su personal y programas académicos en 2017
En la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAyS), Unidad Valle Dorado, los universitarios tendrán la oportunidad (yo diría que la obligación) de participar activamente en el desarrollo de su facultad, ya que dentro de las siguientes semanas darán inicio las campañas para escoger a la nueva Sociedad de Alumnos de FCAyS. Aquí se presenta, pues, un buen momento para acercarse a las planillas registradas, analizar sus propuestas, y por qué no, involucrarse en los proyectos que despierten su interés. La universidad la hacemos todos, y por lo mismo, nos corresponde a todos trabajar por su crecimiento y velar por su protección. Mil manos poniendo un bloque al mismo tiempo construyen un edificio en 5 minutos. Seamos esas manos, construyamos un mejor futuro para todos.
* Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. Reportero y articulista de A los 4 Vientos. Interesado en el periodismo de investigación, la literatura, el estudio de las redes sociales y el desarrollo político del país.