El regreso a la vida de un enérgico forrajero: la Rata Canguro de SQ

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En lo que se considera un triunfo de las políticas de conservación de la fauna endémica de Baja California, y como una esperanzadora victoria del ambientalismo mundial frente al cambio climático y la destrucción de hábitats por actividades antropogénicas, investigadores de San Diego y Ensenada anunciaron el redescubrimiento de la Rata Canguro de San Quintín, la cual se consideraba extinta desde 1986.

Javier Cruz Aguirre / A los 4 Vientos / Terra Peninsular

18 de abril del 2018.- El sorprendente hallazgo se dio en terrenos bajo categoría de áreas destinadas voluntariamente a la conservación en el Valle Tranquilo y Monte Ceniza, en la porción costera mediterránea del municipio de Ensenada, Baja California.

Se trata de mil 494 hectáreas que desde el año 2010 quedaron cerradas al cultivo de hortalizas de exportación en la altamente redituable agricultura de riego de la región Valle de San Quintín-El Rosario, la cual se considera hoy la causa de la desaparición pasajera del roedor, cuyo nombre científico es Dipodomys gravipes.

Investigadores del Museo de Historia Natural de San Diego, California –Sula Vanderplank y Scott Tremor-, encontraron un ejemplar de la rata canguro durante un monitoreo de mamíferos pequeños que realizaban a principios de año en la Reserva Natural del Valle Tranquilo, alrededor de 15 kilómetros al sur del valle de San Quintín.

El inesperado encuentro dio a pie a retomar la búsqueda del roedor de San Quintín, una especie que se creía extinta después de haberse registrado por última vez en 1986.

El Valle Tranquilo, hábitat del extraordinario roedor.

Entre enero y febrero de 2018, otro grupo de investigadores del mismo museo californiano, junto con miembros del equipo de la organización civil Terra Peninsular –Jorge Andrade y Enrique Alfaro-, iniciaron la búsqueda del mamífero en la misma Reserva  Natural que se ubica en la sureña delegación municipal de El Rosario, la cual se localiza casi 300 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada, Baja California.

En ese lugar se encontraron las primeras ratas canguro, descubrimiento que motivó a los investigadores a realizar otra expedición, pero ahora en la Reserva Natural Monte Ceniza, en la delegación de San Quintín, en donde también encontraron ejemplares de la especie.

“Puede que la rata canguro sea pequeña y sólo se encuentra en San Quintín y El Rosario, en Baja California, pero su redescubrimiento es una victoria para la conservación a nivel nacional e internacional. ¿Por qué? Porque el cambio climático y la pérdida de hábitats están incrementando el número de especies extintas”, afirmaron en un artículo de divulgación los investigadores de Terra Peninsular.

Destacaron que el haber encontrado dentro de dos reservas naturales certificadas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), una especie que fue vista por última vez hace 31 años y que se creía extinta, “es una sólida evidencia de que estos espacios protegidos en México están dando resultados exitosos”.

Los ambientalistas destacan asimismo que gracias a un esfuerzo de conservación, la Rata Canguro de San Quintín tiene hoy un hábitat saludable y seguro dentro de las reservas naturales del Valle Tranquilo y Monte Ceniza; y por lo tanto, “estos espacios son prioritarios para la conservación”.

La reserva Monte Ceniza, a orillas de la Bahía San Quintín-Falsa (Foto: Terra Peninsular).

Por ello, el Museo de Historia Natural de San Diego y Terra Peninsular anunciaron que realizarán una alianza estratégica con las autoridades mexicanas para trabajar en la creación de un plan de manejo adecuado que proteja al pequeño roedor y su hábitat.

Asimismo, promoverán que continúe la protección de ambas reservas y con ello evitar la extinción de una especie endémica, como lo es este mamífero.

Las dos áreas protegidas forman parte de una superficie global de 22 mil hectáreas de Baja California salvaguardadas por la organización Terra Peninsular.

La reserva Valle Tranquilo se creó en el año 2010 y abarca tres mil 691 hectáreas. Monte Ceniza se formó en 2015 con 803 hectáreas. Ambas están certificadas por la Conanp como “Área Destinada Voluntariamente a la Conservación”.

Laurence Huey, en agosto de 1925, cuando fotografiaba una colonia de tarántulas en Baja California (Foto. Museo de Historia Natural de San Diego).

La primera descripción de la Rata Canguro de San Quintín se realizó en 1925 por el zoólogo estadounidense Laurence Markham Huey (1892-1963).

Cuando documentó al pequeño mamífero, había dos grandes colonias de la especie; sin embargo, con el paso del tiempo, el crecimiento de la industria agrícola provocó la disminución de su hábitat y por lo tanto de su población.

A pesar de que se hicieron monitoreos exhaustivos para corroborar su presencia en la región endémica, no se le vio más desde 1986.

Lo paradójico de su desaparición es que un estudio de la oficialista Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), destaca la importancia que el roedor tiene en la dispersión y almacenamiento de semillas, forrajeo que la dependencia pública consideró uno de los más eficaces para la conservación de los suelos y vegetación desértica en donde habita” -desde San Telmo hasta El Rosario-.

En el año 2013, un grupo de investigadores de la sociedad civil Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) y de Terra Peninsular, liderado por Evelyn Patricia Ríos Mendoza, doctora en ciencia en el uso, manejo y preservación de los recursos naturales, emprendieron la búsqueda de la rata canguro en Valle Tranquilo, pero no tuvieron éxito.

Por esa situación, la rata canguro, una especie de hábitos nocturnos que vive en madrigueras de múltiples entradas que comparten con otras especies, mide 30 centímetros (contando su larga cola, que es más grande que su cuerpo) y rara vez pesa no más de los 100 gramos, se integró a tres normas de conservación:

La Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (como especie “Probablemente extinta en el medio silvestre”), la NOM-059-SEMARNAT-2001 (“En peligro de extinción”), y en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “en peligro crítico de extinción”.

Mapa de la CONABIO que ubica en color rosa el minúsculo hábitat, único en el mundo, donde ha vuelto a la actividad la infatigable Rata Canguro de San Quintín

De sus hábitos, los investigadores de Terra Peninsular describen: “A comparación de sus parientes, esta rata canguro es más enérgica y le encanta dar patadas y saltos con sus grandes patas traseras”.

Por su parte, los investigadores del museo sandieguino manifestaron estar “sorprendidos de como la rata canguro podía liberarse de sus manos con tan solo un brinco”.

Un artículo científico del redescubrimiento de la rata canguro ya se publicó –con la redacción de Sula Vanderplank y Scott Tremor, además de la colaboración del doctor en ciencias Eric Mellink Bijtel, investigador del Departamento de Biología de la Conservación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese)-, en la revista Bulletin of the Southern California Academy of Sciences.

En México, Jorge Andrade, Coordinador de Manejo Adaptativo de Hábitats, y César Guerrero, Director Ejecutivo –ambos de la organización civil Terra Peninsular-, presentarán mañana jueves 19 de abril, en la ciudad de Ensenada, el trascendental redescubrimiento.


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