El león, el asno y el zorro
Un león, un asno y un zorro, en amistosa compañía, emprendieron una partida de caza. Cuando hubieron hecho una buena redada, el león instó al asno a repartirla entre ellos…
Esopo/ El Cuento
Hizo el asno tres partes, e invitó al león a escoger; indignado, el león salto sobre él y lo devoró. Después instó al zorro a que hiciera el reparto. Éste reunió en un sólo montón toda la caza, no reservándose para sí más que algunos restos, y seguidamente invitó al león a que escogiera. Preguntóle el león qué era lo que le había enseñado a repartir así, a lo que el zorro contestó:
—La desgracia del asno.
Así nos instruimos, aleccionados por las desgracias de nuestro prójimo.
ESOPO, EL ESCLAVO CONVERTIDO EN EL FAMOSO REY DE LAS FÁBULAS*
Olga Alicia Aragón Castillo/ A los Cuatro Vientos
Es un misterio la vida de Esopo, el gran fabulista griego nacido en el Siglo VI antes de Cristo, convertido figura legendaria desde la época clásica.
Esopo, según una tradición muy difundida, nació en Frigia, aunque hay quienes lo hacen originario de Tracia, Samos, Egipto o Sardes. De este gran escritor se conocieron muchísimas anécdotas e incluso se conoces varias descripciones sobre su físico recogidas en “La vida de Esopo”, obra escrita en el siglo XIV por Planudo, un monje benedictino. Y aunque es dudosa su validez histórica, esta biografía sigue siendo una referencia obligada para quien desea indagar la vida y obra del más grande fabulista de todos los tiempos.
Entre las más conocidas anécdotas se cuenta que Esopo fue esclavo de un tal Jadmón o Janto de Samos, que le dio la libertad debido a su gran reputación y talento literario. También se dice que Creso le llamó a su corte, le colmó de favores y le envió después a consultar al oráculo de Delfos, a ofrecer sacrificios en su nombre, y a distribuir recompensas entre los habitantes de aquella ciudad, pero irritado por los fraudes y la codicia de aquel pueblo de sacerdotes, Esopo les dirigió sus sarcasmos y, limitándose a ofrecer a los dioses los sacrificios mandados por Creso, devolvió a este príncipe las riquezas destinadas a los habitantes de Delfos, quienes para vengarse escondieron entre los equipajes de Esopo una copa de oro consagrada a Apolo, le acusaron de robo sacrílego y le precipitaron desde lo alto de la roca Hiampa.
Cuenta la historia que los habitantes de Delfos que participaron en esta intriga, posteriormente se arrepintieron, y ofrecieron satisfacciones y una indemnización a los descendientes de Esopo que se presentaran a exigirla; el que acudió fue un rico comerciante de Samos llamado Jadmon, descendiente de aquel a quien Esopo perteneciera cuando fue esclavo.
Más allá de las anécdotas y leyendas, al parecer es cierto que Esopo fue un esclavo, y que viajó mucho con su amo, el filósofo Janto. Las fábulas a él atribuidas, conocidas como Fábulas esópicas, fueron reunidas por Demetrio de Falero hacia el año 300 a.C. Se trata de breves narraciones protagonizadas por animales, de carácter alegórico y contenido moral, que ejercieron una gran influencia en la literatura de la Edad Media y el Renacimiento*.
* Texto escrito con información publicada en: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/esopo.htm