El fin del conflicto climático, ¿quién ganó? Y la lucha por la movilidad urbana sostenible
Tras décadas de disputas entre aquellos que defendían acérrimamente que el calentamiento global sólo era una invención de los activistas y aquellos que trataban de demostrar que nuestro impacto como especie es más grande del que podíamos imaginar, finalmente el calentamiento global está cruzando ante nuestros ojos, tocando todo aquello en nuestro día a día.
Alejandra Martínez Hernández* / Ecoosfera / Edición 4 Vientos
Imagen destacada: substack.com
La disputa lleva en el aire décadas completas desde que los primeros medioambientalistas salieran en defensa del planeta, pero aquellos mas centrados en el famoso progreso posmoderno únicamente se dedicaron a tratar de desmentir las advertencias, incluso llegando al reductio ad absurdum esquivando los argumentos defensores del planeta hasta reducirlos al absurdo.
Pero los hechos no mienten; ya no podemos seguir negando que la crisis climática está intensificándose cada vez más, debido a que ya está tocando nuestras realidades.
Ya no hace falta enfrascarse en un viaje hasta la Antártida para ver a los glaciares retumbar del derretimiento debido a las intensas temperaturas; ya no hace falta nada de eso porque las temperaturas diarias en las ciudades del mundo están rompiendo todos los récords históricos.
Es hora de tomar las riendas de lo que aportamos al planeta y dejar de lado la polarización de responsabilidades.
Sí, es verdad que las grandes industrias son las que más contaminan. Sí, también es verdad que los gobiernos no han hecho lo suficiente. Pero, más allá de seguir culpando al prójimo, también hay que asumirnos como habitantes de este planeta al que hemos estado dañando por siglos.
Caminar ese tramo que tanto nos da flojera, usar la bicicleta en vez del auto, cargar los recipientes en vez de usar bolsas, dejar de infestar las fiestas con globos, recuerdos que jamás usarás y basura innecesaria, dejar de lado los productos plásticos de un sólo uso…
Hay tantas y tantas formas de aportar nuestro granito de arena, y no, no dejes que te engañen, no es en vano. ¡Cada acción cuenta! Hay que ser compasivos con nuestro hogar.
¿Qué piensas de…?
Hoy me encontré con un archivo fotográfico que retrata a la perfección la idea de no dejarnos engañar por aquellos que critican las prácticas responsables con el medio ambiente y que sólo así lograremos algo.
Se trata de dos fotografías comparativas de la ciudad de Ámsterdam, la primera de 1971 cuando la ciudad todavía estaba dominada por autos, y la segunda de 2020 repleta de bicicletas y con un cielo mucho más claro y limpio.
Podría poner mil pretextos para explicar por qué no podemos hacer lo mismo en otros países.
Sí, quizá la cultura vial no sea lo mejor en tu ciudad. Sí, quizá las distancias sean mucho más grandes que en Ámsterdam.
De pretextos está infestado el mundo, pero si tan sólo dejamos de tratar de tener la razón y empezar a hacer las cosas, entonces todo de a poco irá cambiando.
Empecemos a tomar decisiones hoy que veremos reflejadas en el futuro. ¿Qué dices?, ¿empezamos?
* Editora digital en Ecoosfera Digital. Pedagoga con experiencia en diseño instruccional, así como en el área de creación editorial de contenido digital.
México, martes 13 junio 2023.
LIGA AL ORIGINAL:
Bajo el microscopio 017 – by Ale Martínez – Ecoosfera (substack.com)