El falso debate sobre matrimonio y familia
Para algunos estudiosos de las ciencias, no existe un debate sobre quiénes tienen derecho al matrimonio civil y cómo debe conformarse una familia.
Raúl Ramírez Baena* / Al Filo de la Navaja / A los Cuatro Vientos
No se puede dar formalmente y no se puede llegar a acuerdos porque la moral, las ideas y los avances científicos, que son progresivos y dinámicos con el paso del tiempo, no pueden sostener sus argumentos e investigaciones frente al dogma religioso, cuya “verdad” es inamovible y no se discute, se acata.
Es la ciencia vs. el mito milenario, la eterna confrontación del liberalismo contra el conservadurismo.
Violación al Estado Laico
La espiritualidad de las personas es muy respetable, expresándose mediante diversas manifestaciones de fe y adoración a sus símbolos y dogmas religiosos; es parte intrínseca de la naturaleza humana. Por ello, la libertad de cultos se reconoce como un derecho humano universal. Para garantizar este derecho, en países como México, como principio de convivencia social, se han adoptado los postulados del Estado Laico como garantía de neutralidad y de respeto a la libertad de cultos, bajo el reconocimiento del pluralismo cultural y religioso de la nación.
Sin embargo, las iglesias y los creyentes, sobre todo la Iglesia Católica, exigen el respeto del Estado, de la sociedad y de las corrientes políticas, a sus creencias en torno al matrimonio entre hombre y mujer y a la familia “tradicional”, y ganan las calles para defender e imponer en las leyes esas creencias.
Nadie se opone al ejercicio de las libertades de asociación, de manifestación, de expresión y de objeción de conciencia, y el Estado debe garantizar estos derechos. Pero tratándose de asuntos religiosos, los fieles y los ministros de culto están impedidos de hacer proselitismo contra las políticas de Estado en la materia.
De manera concreta, las iglesias no deben promover acciones contra la iniciativa presidencial de reformas constitucionales y al Código Civil para permitir el matrimonio igualitario y la adopción homoparental, como derechos que son, porque supuestamente van contra “la palabra de Dios”.
El Artículo 130 Constitucional y la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Político impiden a estas asociaciones hacer proselitismo religioso para intervenir en política pública, así como incidir e imponer en las leyes las creencias religiosas.
A pesar de lo anterior, el Obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero Macías (el mismo que en septiembre de 2011 aseguró que, ante el recurso de inconstitucionalidad promovido por la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California, aseguró que “una llamada del Papa” cambió el sentido de la votación de la SCJN “a favor de la vida” en la Constitución de Baja California), giró una carta a directores y padres de familia de las escuelas católicas de la Diócesis de Mexicali, para protestar contra la iniciativa presidencial que, según el Obispo, prevé que “hombres usen baños de mujeres… incorporar la ideología de género en los contenidos del nuevo modelo educativo donde a los niños se les invitaba a sentirse cómodos vistiéndose de niñas”, y que “CONAPRED propuso que los padres de familia que nos opongamos a esto seamos sancionados como ‘violentos’”.
En su misiva, el Obispo de Mexicali asegura que la propuesta presidencial “son un verdadero atentado contra instituciones naturales como lo son la Familia y el Matrimonio entre un varón y una mujer”. Por lo anterior, pide a “directivos, personal docente, alumnos y padres de familia (de las escuelas católicas de la Diócesis de Mexicali), participar con los demás miembros de la Iglesia… uniéndonos a la MARCHA NACIONAL POR LA FAMILIA que ha convocado el Frente Nacional por la Familia…”
El fundamentalismo
Es un hecho que se ha iniciado una campaña por los grupos de la derecha para incidir en las políticas públicas en estos temas tan sensibles.
Según los investigadores Gabriela Rivera, Jonathan Nácar y María Idalia Gómez (http://www.ejecentral.com.mx/resurge-la-derecha-religiosa/), que descubren toda una red que tejieron a lo largo de varios años líderes religiosos, las iglesias católica, evangélica y mormona han logrado unir a más de mil organizaciones no sólo para frenar la iniciativa presidencial, sino también para impedir el avance de lo que consideran “el deterioro de los valores” e influir en los próximos procesos electorales “contra el PRI y la izquierda”.
Por su parte, Bernardo Barranco, investigador crítico sobre temas religiosos, asegura que el Estado Laico vive hoy fuertes presiones del fundamentalismo religioso (que supone la aplicación literal de la doctrina contenida en los libros sagrados, tanto en la vida pública como en la privada, y que no admite interpretaciones contextuales, actualizaciones o perspectivas modernas), mediante la reaparición pública de la organización El Yunque, sembrando el terror de Dios por la desafortunada y nunca consensada iniciativa de Peña Nieto que tomó por sorpresa a todos, incluso a su propio partido, el PRI.
Era la oportunidad que esperaban los grupos ultraconservadores para movilizar a los fieles.
Es así que, de no poner remedio por el Estado a estas manifestaciones públicas, a la fusión del fundamentalismo religioso con el fundamentalismo ideológico, corremos el riesgo de que, en el futuro, en lugar de regirnos por la Constitución, las y los mexicanos tengamos que obedecer de facto los postulados de la Biblia.
*Director de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste; ex procurador de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California