"El encobijado", poema de Alfredo Uranga
“El encajuelado”, cuento del escritor chihuahuense Alfredo Uranga López, fue publicado por ediciones Poetazos. Aquí, a los Cuatro Vientos comparte su poema “El encobijado”, temas y términos que se pusieron en boga con la oleada de violencia que desataron en Chihuahua el crimen organizado y la errónea estrategia policiaca-militar de combate a las mafias criminales.
“El Encobijado”.
Nunca supiste de dónde surgieron,
de qué escondrijo,
tras cuál esquina
se escondieron tus atracadores.
Te estuvieron esperando no cinco ni seis horas,
tres meses siguiendo tus huellas,
oliendo tus aromas,
hurgando tus basuras,
leyendo tus emails.
Te tundieron duro
desde que te atraparon,
con esas garras manchadas ya
con sangre de virginales doncellas,
que en el desierto sus cuerpos olvidaron.
Sin piedad siquiera,
sin clemencia alguna te vapulearon.
Tus gritos acallaron,
con cinta canela te maniataron.
No tuviste oportunidad alguna,
desde el principio,
tu muerte estaba anunciada.
Una cobija absorbió tu sangre,
Cuando tu cuerpo tuvo que ser arrojado.
Envuelto en ella, como tamal de carne,
te olvidarán bocabajo
en cualquier coladera de drenaje.
Ya no pides clemencia.
Tu cabeza cubierta apenas te permite respirar.
Encobijado,
así te abandonaron en aquella acera,
sí, junto al pelotón de Gendarmería.
Nadie supo cómo,
solamente dónde: en la acera;
y cuándo: ayer en la noche.
Sólo supieron que eras tú,
precisamente tú el que encobijaron,
por la dentadura que recuperaron.
Ni hablar,
te acallaron con cinta canela,
no te dejaron ni replicar.
¡Qué desgracia la tuya!
aunque no quisieras,
te fueron a encobijar. FIN