Dos exhibiciones de debilidad
En una Plaza de la República “semivacía, para decirlo de manera cortés” (registra el cronista Arturo Cano en La Jornada), “militantes corporativizados” que gritaban consignas que los identificaban con sus jefes políticos (en delegaciones capitalinas, diputaciones y senadurías), mantas hechas por casas comerciales y la seguridad del acto a cargo de una empresa privada, la cúpula del Partido de la Revolución Democrática se unió en torno a la figura y la iniciativa de ley energética presentada por Cuauhtémoc Cárdenas, en el Monumento a la Revolución y en el Senado.
Eduardo Ibarra Aguirre/ Utopía-Forum
Lo propio hizo un día antes la elite del Revolucionario Institucional, en Insurgentes y Héroes Ferrocarrileros, para “cerrar filas” en torno a la reforma energética de Enrique Peña y pedir que “la Constitución no puede ser objeto de veneración jurídica (sic), sino instrumento eficaz al servicio de los mexicanos”.
Si tan sólo respetaran la ley de leyes todos los gobernantes y los capos de los poderes fácticos, este país sería otro para bien.

La Comisión Política Permanente del PRI cierra filas con Enrique Peña Nieto en la propuesta presidencial de reforma energética
Fueron dos exhibiciones de debilidad de los partidos amarrillo y tricolor, porque eso de emitir un pronunciamiento a mano alzada para “cerrar filas” y jurar que la Comisión Política Permanente, de la que forma parte el primer priísta del país, “apoya total y absolutamente” la iniciativa presidencial, muestra otra cosa, que en el Revolucionario existen opiniones que resisten al viraje programático en materia energética, impuesto por el jefe político sexenal, como lo evidenciaron las recientes presentaciones de secretarios de Estado para convencer a los diputados cenecistas.
Como no convencen pretenden disciplinar con el “apoyo absoluto”, como no esgrimen razones, objetivos y estrategias petroleras y eléctricas, avasallan con la abrumadora propaganda del mismo actor de la Cruzada Nacional contra el Hambre, la que por cierto agravia al más común de los sentidos. Y aparece la primera encuesta favorable al proyecto oficial a cargo de la empresa que más destacó en hacer el ridículo con sus pronósticos más que triunfalistas a favor de Peña para julio de 2012, sin que Ulises Beltrán dé todavía explicación convincente.

El “entusiasmo” de los priístas en la defensa de la propuesta presidencial de reforma energética.
Pero las tres iniciativas de ley están a la vista. La del perredismo gira alrededor de la propuesta de someter el tema a consulta popular vinculante sobre la vigencia de los artículos 27 y 28 constitucionales, en julio de 2015 en forma concurrente con las elecciones federales, para lo cual se precisa de la expedición de la ley reglamentaria de aquel derecho constitucional, reunir un millón 635 mil firmas de electores y la disposición de “discutir razones, pero no negociar principios” con los otros partidos.
Veremos, por qué el poderoso Miguel Ángel Osorio insiste en la postura gubernamental de discutir las reformas de los dos artículos y la invitación a la dirigencia perredista, en la que predomina Nueva Izquierda, experta en negociaciones: “Podemos poner candados y reglamentaciones que den certidumbre a unos y otros”, aseguró.
Y Jesús Zambrano persiste en la ruta de agotar discusiones y acuerdos en el Pacto por México, porque allí existen coincidencias, como contar con un nuevo régimen fiscal para Pemex.
Puestos, como dice Cárdenas, en “el escenario más desfavorable de que por mayoría el Congreso apruebe, con el voto en contra de los legisladores patriotas, las reformas propuestas”, la dirigencia del partido del sol azteca tiene como estrategia moderna, recuérdese que ellos no acostumbran “los gritos” y “las movilizaciones”: convocarse “para echar para atrás las reformas si se diera la desgracia de que en este periodo legislativo fueran aprobadas”, en julio de 2015”.
*Eduardo Ibarra Aguirre. Peridista mexicano. Autor de la columna Utopía y director de la revista Forum (forum@forumenlinea.com www.forumenlinea.com)
N.R.: A continuación, la crónica de Arturo Cano, a la que hace referencia el periodista Eduardo Ibarra:
Regresa un grito que hacía tiempo no se oía: ¡Cuauhtémoc, Cuauhtémoc!
Una nube de reporteros, militantes corporativizados, legisladores y ayudantes suda y puja la corta caminata del Monumento a la Revolución a la (todavía) nueva sede del Senado.
Arturo Cano/ La Jornada
Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral del Partido de la Revolución Democrática, está de regreso. En medio de pisotones y jaloneos vuelve el grito de tres campañas presidenciales: ¡Cuauhtémoc, Cuauhtémoc!
¿Hace cuánto tiempo que el ingeniero michoacano no encabezaba un acto masivo del PRD? Muchos años, pero necesitamos un líder, dice un dirigente del partido que quiere alcanzar la primera fila, la descubierta donde caminan rumbo a la sede de esa cámara las principales figuras del más grande partido de la izquierda mexicana.
Hace poco más de nueve años, Cárdenas abandonó la sede del congreso perredista en medio de otro grito. ¡Obrador, Obrador!, gritaban a su salida muchos de quienes ahora se suman a la pequeña marcha.
¿Causas o jefes?
La llegada de la familia Cárdenas –Celeste, esposa del ex jefe de Gobierno, carga un ramo de flores para la tumba del general de Jiquilpan– es esperada por la escasa asistencia recibiendo camisetas, agitando banderines y gritando ya no las viejas consignas de la izquierda, sino los nombres del delegado fulano o la diputada zutana. Ya no parece haber causas, sino jefes, pese a que el tema que convoca ha sido, desde el principio de los tiempos, bandera y esencia fundadora de esa confluencia frentista que nunca dejó de ser el PRD.
Un enmascarado amarillo se pasea entre la gente con un megáfono en una mano, y en la otra un rayo de cartón y papel dorado. Se hace llamar Rayito de Esperanza. Aquí y allá le preguntan sobre la concentración del próximo 8 de septiembre y sobre el futuro de la izquierda partidista. El PRD existirá mientras haya desigualdad, dice. Y contesta otra pregunta: “Andrés Manuel es un luchador nuestro, el big brother del PRD”.
Mientras Rayito arenga, la clase política perredista se va reuniendo para recibir a los Cárdenas.
Jesús Zambrano, Luis Miguel Barbosa, Alejandro Encinas, Dolores Padierna y otros se trasladan a una carpa colocada bajo la cúpula del monumento, y esperan. Pero el ingeniero entra por otro lado, en medio de desganados aplausos.
Hace un par de décadas, un viejo priísta charlaba con un grupo de perredistas, militantes que estrenaban partido: A ver cómo aguantan a Cuauhtémoc, porque en el PRI siempre que iba perdiendo una discusión se agachaba y de debajo de la mesa sacaba la estatua de don Lázaro. Ya no había manera de discutir, siempre nos ganaba a estatuazos.
Algo le queda al nuevo PRI de esa vieja anécdota. Enrique Peña Nieto, político prevenido, se anticipó con la estatua. No es el único. Ayunos de una figura unificadora, todos los perredistas, especialmente los alegres creadores y defensores del Pacto por México, echan mano de Cuauhtémoc Cárdenas, quien, así, se convierte en el orador único, encargado de presentar una visión nacionalista y progresista que corresponde a la de un país que busca el rescate y ejercicio pleno de su soberanía.

Cuauhtémoc Cárdenas y la cúpula del PRD en la presentación de la propuesta de reforma energética
Dos pantallas enormes, un templete para la prensa y una carpa ocultan parcialmente la Plaza de la República, semivacía, para decirlo de manera cortés. La semana pasada, el propio Cárdenas y otros dirigentes expresaron sus dudas sobre la conveniencia de usar esta plaza para presentar su propuesta de reforma energética. La dirección nacional se empecinó, con el resultado a la vista.
Viendo la plaza, se tiende a creer a los líderes contrarios a Nueva Izquierda, algunos de los cuales afirman que “los chuchos no han movido, ni moverán, un dedo para la resistencia contra la reforma peñista”. Fuera de la retórica, se entiende.
En el mitin contra la privatización de Pemex –ventajas de un partido que se va acercando a la madurez– buena parte de la seguridad corre a cargo de una empresa privada. La mayor parte de las mantas y los carteles son mandados a hacer y en el presídium dominan los trajes y las corbatas.
El trozo de una canción, con la voz de Amparo Ochoa, es lo único que recuerda los tiempos idos de la izquierda mexicana.
Bueno, eso y la lectura monocorde, firme y clara, pero sin afanes de gran orador, del ingeniero Cárdenas.
La consulta y el puente
En sus ediciones de este lunes, los diarios han adelantado las líneas centrales de la propuesta perredista, que el ex gobernador de Michoacán resume frente a la cúpula de su partido.
El alud propagandístico (del gobierno) se concentra en el 27, pero la reforma más grave, la más perjudicial, es la que derivara de la reforma del 28; con ella el Estado perdería la exclusividad en el manejo de las áreas estratégicas de la industria petrolera.
En contrapartida, el PRD propone reformas a 12 leyes secundarias sin modificar la Constitución y dejar fuera del consejo de administración de Pemex a la Secretaría de Hacienda, luego de criticar fuertemente el régimen fiscal de la paraestatal.
Con este régimen de pago por adelantado de impuestos, habría que ver quiénes son los particulares que van a celebrar contratos de utilidad compartida, o despojo seguro, con el Estado.
Cárdenas vuelve a criticar el uso, por el gobierno peñista, de la figura del hombre cuyos restos reposan a sus espaldas, su padre: ofende a quienes verdaderamente se identifican con sus ideas y su obra, ofende la inteligencia y el sentido común, nadie más lejos de una política entreguista que Lázaro Cárdenas, nadie más lejos de mentir al pueblo mexicano, nadie más lejos del oportunismo demagógico.
El punto central del discurso es, sin embargo, la iniciativa de convocar a una consulta popular para echar abajo las reformas constitucionales propuestas por el Presidente, si se diera la desgracia de que fueran aprobadas próximamente.
Cárdenas se ofrece para encabezar el esfuerzo: Les digo además que desde ahora dejaré otros asuntos y me lanzo de lleno a preparar esta campaña.
En este punto, gritos aislados claman: ¡Ocho de septiembre, movilización!, en referencia al mitin convocado por Andrés Manuel López Obrador para esa fecha en el Zócalo.
Cárdenas sale en medio de empujones. Detrás de él avanza la plana mayor del perredismo. Con la propuesta de consulta popular sacamos de ritmo al gobierno, dice, satisfecho, el senador Manuel Camacho Solís.
El ex regente asegura que ya preguntó a sus contactos en la Corte Suprema y que la consulta popular es factible, aun cuando la reforma que creó la figura no está reglamentada. La consulta sería, de realizarse, concurrente con las elecciones intermedias de 2015.
Andrés Manuel ya dijo que sí al referendo, y además esta propuesta le tiende un puente, porque 2015 es el año de Morena, dice Camacho, mientras el pequeño contingente avanza por la lateral del Paseo de la Reforma, con ese solo grito que hace un buen tiempo no se escuchaba: ¡Cuauhtémoc, Cuauhtémoc!
*Crónica publicada en http://www.jornada.unam.mx/2013/08/20/politica/003n1pol
Síntesis de la propuesta de Reforma Energética presentada por Cuauhtémoc Cárdenas
La iniciativa de Reforma Energética del PRD, propuesta el lunes 19 de agosto por Cuauhtémoc Cárdenas, tiene ocho ejes estratégicos, cuyo objetivo principal plantea transformar tanto a Pemex como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en “verdaderas empresas públicas”, con “autonomía presupuestal y de gestión”.
Como parte del impulso a su iniciativa de reforma, Cárdenas convocó a la ciudadanía a recabar un millón 600 mil firmas (2% del padrón electoral), con el fin de que se organice una consulta ciudadana para que los mexicanos decidan los términos de la transformación del sector energético del país, que tal como propone el presidente Enrique Peña Nieto, prevé cambios a los artículos 27 y 28 de la constitución.
Cárdenas Solórzano anunció que dejará su cargo como coordinador de asuntos internacionales del gobierno capitalino, para dedicarse a promover la consulta, con fecha tentativa de celebración en julio de 2015.
Breve resumen:
1. Cambio en el Régimen Fiscal: Disminuir sustancialmente la actual tasa fiscal sobre la producción petrolera (actualmente 70% de los ingresos de la paraestatal se van a Hacienda) para que los fondos sean redistribuidos hacia el incremento de la inversión productiva, fondear el pasivo laboral e incrementar la investigación científica y tecnológica.
2. Autonomía Presupuestal: Permitir que Pemex pueda aprobar y hacer uso de sus recursos sin la necesidad de contar con el consentimiento de Hacienda y con base en la lógica de negocios, no de las necesidades de recursos fiscales.
3. Autonomía de Gestión: Que Petróleos Mexicanos pueda adecuar su estructura organizativa y administrativa en función de cambios en el entorno, integrar sus subsidiarias, ajustar su plantilla laboral a partir de criterios propios y no de una racionalidad ajena (Secretaría de Hacienda).
4. Fortalecer a la Secretaría de Energía (SENER) y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH): Que la CNH se convierta en mayor regulador y supervisor de los hidrocarburos en beneficio de los nacionales, que se evalúe el desempeño de lo planeado en el corto, mediano y largos plazos, observe el cumplimiento de condiciones mínimas de seguridad industrial y provea información confiable sobre las operaciones de Pemex.
5. Tarifas, precios y subsidios de los combustibles y la electricidad para un acceso equitativo a la energía: Reordenar los precios y tarifas para que reflejen el costo real de la energía. Es decir, quien usa más, paga más. Focalizar los subsidios para beneficiar a quienes más lo necesiten. Que no todos gocemos del subsidio energético.
6. Convertir al Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros en un Organismo Financiero: El fondo reúne ingresos petroleros excedentes con el objetivo de aminorar el efecto de una disminución de los ingresos por exportación de petróleo, y el consecuente impacto sobre las finanzas públicas y la economía nacional. Sin embargo no ha tenido objetivos concretos. El PRD busca que se acumule y rentabilicen los ingresos depositados, vincular los rendimientos del fondo a propósitos como pensiones, educación, investigación científica y tecnológica, y asegurar que dichos fondos garanticen la estabilidad del presupuesto ante cambios en los precios internacionales del petróleo.
7. Impulsar la Investigación y Desarrollo Tecnológico: Identificar qué áreas necesitan desarrollo, incorporar indicadores de desempeño para abatir el rezago tecnológico, que el Instituto Mexicano del Petróleo verdaderamente se convierta en el “brazo tecnológico”. “Internacionalizar” Pemex para acelerar la incorporación de nuevas tecnologías y capacitar recursos humanos.
8. Transición energética, cuidado del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable: Abandonar la idea de remediar los daños ocasionales por Pemex y pagar las indemnizaciones. Pemex debe ser rector y ejecutor directo de desarrollo sustentable y responsabilidad social.
Respuesta inmediata del PRI en contra de la Consulta Ciudadana
Por su parte, el gobierno federal mexicano y su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), respondieron ayer a la izquierda con un endurecimiento en su posición: la Reforma Energética deberá ser Constitucional, y no habrá una Consulta Nacional vinculatoria porque ni siquiera está reglamentada.
La respuesta se dio casi inmediatamente después de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano presentara la iniciativa de Reforma Energética del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en un día lleno de mensajes, que incluyó una visita a la tumba de Lázaro Cárdenas del Río. Tanto el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto como el PRI insistieron en que habrá cambios a los artículos 27 y 28 de la Constitución para hacer eficaz su reforma. “De parte del Gobierno, de parte del Presidente [Peña Nieto]: para transformar a Pemex, para modernizarlo y para hacerlo más competitivo y a todo el sector energético, tiene que haber reforma constitucional”, dijo el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Y respecto a la propuesta de la izquierda para realizar una Consulta Nacional para conocer si la ciudadanía acepta la privatización de Petróleos Mexicanos o no, el Secretario de Gobernación rechazó que ésta pueda tener carácter vinculatorio, debido a que no existe, por el momento, reglamentación para la figura de referéndum o consulta popular.