DESDE LA IZQUIERDA: Porfirio, Cuauhtémoc, Labastida. El fenómeno de la envidia y la chochez
Ahora que las cosas en el país están alcanzando un alto grado de confrontación política y la rabia de los derechosos está esparciendo estupideces en contra del presidente de la república; ahora que la insensatez y la irresponsabilidad de importantes actores políticos se exhibe con tanta falta de respeto y veracidad; ahora que esos malandrines están haciendo de la calumnia, el dolo y la envidia; ahora que quieren salir del olvido en el que los han sumido sus propias acciones; he decidido escribir este texto que, a mi juicio, tiene que ver con lo que está pasando con algunos de quienes, se dice, fueron los “grandes defensores de la democracia en nuestro país.”

En julio del 2000, Francisco Labastida perdió para el PRI, por primera vez de manera oficial, la presidencia de México. Su pasó por la política dejó una estela de todo tipo de corrupción y deshonestidad. Hoy, a 22 años de distancia de aquella histórica derrota, el priista se atreve a hablar de corrupción y delincuencia política. No cabe duda, vivimos en la era del cinismo (Foto: El Mexiquense).
Jesús Sosa Castro* / 4 Vientos
Foto destacada: El 5 de mayo de 1989, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo encabezaron en el zócalo capitalino un mitin para conmemorar la fundación del PRD. 33 años después, ese partido y esos personajes políticos dan pena por su estado de putrefacción ideológica e intelectual (Alfonso Murillo / GMC rescate digital / Archivo El Universal).
Recurro a las ideas que en su tiempo escribiera Guillermo Cabrera Infante sobre “Los tres tristes tigres.”
Hace sesenta y tres años la Revolución cubana se convirtió en el dolor de cabeza de los imperialistas gringos. Cabrera Infante cultivó en sus textos, en alto grado, el sentimiento cómico de la vida. Su literatura puso al descubierto el sentimiento trágico de los seres humanos e hizo de su prosa un gran aporte al patetismo de la seriedad.
De su libro rescato el uso ingenioso del lenguaje pues critica severamente los excesos del hombre en la cotidianidad de la vida, especialmente si el quehacer de los dirigentes de una sociedad subvirtieron normas y prácticas que alteraron o acotaron las libertades a las que el pueblo recurrió por derecho y legítima conquista.
Los personajes de los que hoy hablaré se sienten ofendidos por no ser ya parte alguna de esa gesta que nuestro pueblo empezó a construir en julio del 2018.
Al poco tiempo de que triunfara la Revolución cubana, estalló una polémica que llevó a Fidel a pronunciar su célebre frase “Dentro de la Revolución todo; en contra de la Revolución, nada.”
Esta misma frase se la recetamos a los derechosos mexicanos que andan buscándole chiches a las culebras en nuestro país.

Y…., pues si. ¡Sí las hay! (Captura de pantalla en Youtube)
¿Qué están haciendo Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Francisco Labastida Ochoa y otros “hijos de la patria” que en su tiempo se creyeron hacedores de méritos que su chochez de ahora los está poniendo en los albañales de la política?
Y aunque hay que salvar las diferencias entre la Revolución Cubana y la Revolución sin violencia que estamos haciendo en México, en tiempos tempranos, también tenemos estos personajes seniles y desviados políticos que están defecando sobre su propia historia.
Dos empezaron apoyando este proceso, arropado por más de treinta millones de mexicanos. Ahora, amargados, frustrados y por su chochez, andan como hijastros abandonados, refunfuñando contra el gobierno, negando méritos que están a la vista y tratando de agraviar al presidente señalándolo como integrante de un pacto con el crimen organizado.
¿Y Labastida Ochoa? Un gánster de la política, corrupto hasta el tuétano y ligado desde siempre a los grupos criminales de cuello blanco que llevaron al país al despeñadero, ¿con qué autoridad política él, Carmen Aristegui y otros igualmente nefastos quieren convertirse en los voceros y defensores de políticas criminales que por décadas le impusieron al pueblo?
A estos tristes tigres se los comió la envidia, la chochez, la senilidad política. Quisieron ser los protagonistas de una Revolución, pero sus ambiciones personales, el interés de ser lo que nunca fueron, los están llevando a su más grande derrota ética y moral.

Tres “adalides” de la democracia en México, ¡para llorar! (Facebook).
Sin siquiera cuidar las formas, estos tristes tigres de papel rompieron con el gobierno y con Morena privilegiando el cinismo, la calumnia, la chochez y el desparpajo para caer con toda la desvergüenza del mundo en los brazos de la reacción que, según ellos, combatieron.
Se despojaron del honor y con toda la cachaza de por medio se pasaron al lado del conservadurismo trasnochado que estamos combatiendo. Pueden sentirse satisfechos de su conducta y de su traición al proyecto que está empujando nuestro pueblo y su líder indiscutible.
Hoy, ellos son los héroes de los panistas, priistas y perredistas defensores de privilegios, repudiados por chaqueteros y traidores a la gente.
Los términos de su ruptura hacen ver que los argumentos que manejan para justificar su conducta los resumió Carlos Fuentes cuando discutía con otros intelectuales sobre los tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante:
“Es una obra que les permite efectuar el tránsito del discurso del pasado glorioso, al patético futuro de los traidores.”
¡Lástima Margarito!
* Es activista social en Ciudad de México. Comunista, analista político y articulista. Forma parte de la línea congruente y crítica del Partido Morena.
Ensenada, B.C., México, lunes 6 de junio del 2022.
Esa fauna retardataria ya va de salida, sin embargo es necesario exhibirla, señalarla , evidenciarla ya no podrán hacer más daño pues el pueblo ya los conoce, ya son decadencia y ojalá y no dejen huella. La 4t sigue avanzando, ya nadie la detiene, Viva la 4t, VIVA Morena!
Mejor no puede estar descrita la actitud de estos tres tigres. Dan pena ajena, y aunque no comparto de los comentarios de la discriminación etarea, es decir por edad. En el resto coincido totalmente.
Muy Interesante un análisis histórico muy real y tristemente tragicómico
Estos personajes, especialmente Cárdenas y ardenas y Muñoz Ledo son relevantes en la construcción de la democracia en México. Labastida carece de esa autoridad. No se trata de criticar su ancianidad sino sus acomodos políticos buscando aplausos de la derecha y sus egocéntricos demonios que no los dejan en paz y no me refiero a Octavio. Hoy critican desde la marginalidad del movimiento social, igual que grupos progreso de la UNAM o UAM…