DESDE LA IZQUIERDA: Los cuadritos de Cuauhtémoc y los huevitos del colibrí

Comparte en redes sociales

 

 

“En el gobierno de López Obrador, yo no veo un plan de hacia dónde lleva a México, no veo una ruta para resolver los grandes problemas nacionales. No veo avances, de hecho, hay retrocesos. AMLO ha acrecentado la pobreza, la desigualdad y la violencia. No hay crecimiento económico”.

Hay una creciente desigualdad social que no solo no se acorta, sino que crece. El control de territorios por parte de la delincuencia es más grande ahora. Ha crecido el desempleo y disminuido el empleo formal. No se ha terminado con el neoliberalismo, las estructuras que se montaron en los regímenes anteriores allí están. No hay un plan de trabajo definido y la economía marcha a la deriva.

“El gobierno ha llenado algunos ‘cuadritos’, pero la mayoría de ellos siguen vacíos Por todo esto, yo veo mal las cosas. Ante esta grave situación, el pueblo está impulsando una nueva alternativa de izquierda, porque la alternativa de izquierda de Morena fracasó” (1)

 

Jesús Sosa Castro* / Edición 4 Vientos

Foto destacada: Nidos y huevitos del colibrí (Facebook).

 

Que Cuauhtémoc señale errores o falta de resultados en algunas áreas, se explica. En cuatro años y medio no se puede resolver todo el cochinero que dejaron los gobiernos anteriores, incluido el de él (el de Cárdenas), en la CDMX, pero para millones de mexicanos Cárdenas Solórzano no tiene autoridad política y moral para hacer una crítica por demás banal e irresponsable.

A pesar del gran movimiento de masas que exigía el reconocimiento de su legítimo triunfo, cuando toda la izquierda en el 88 lo hizo su candidato a la presidencia, él vergonzosamente negoció su derrota, en lo oscurito, con Carlos Salinas de Gortari. Por eso es que, desde entonces, Cuauhtémoc empezó a perder la figura relevante que había logrado al romper con las políticas del PRI.

Las diferencias entre Andrés Manuel López Obrador y los Chuchos se acentuaron tras la primera candidatura a la Presidencia de López Obrador, en 2006.

El 9 de septiembre de 2012, López Obrador anunció en el Zócalo de la Ciudad de México que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) iniciaba oficialmente la ruta para transformarse de una organización civil a un partido político. A partir de ese momento, a Cuauhtémoc Cárdenas le ganaron los celos y la envidia.

 

Cárdenas en 1988, una esperanza que termina en desilusión (regeneración.mx).

El liderazgo de López Obrador era tal, que la pequeñez política del otrora dirigente indiscutible empezó a resbalarse hacia la derecha y a convertirse en una caricatura como la de Porfirio Muñoz Ledo.

El hijo del General Cárdenas, el mejor presidente después de Don Benito Juárez García, no supo estar a la altura de un pueblo agigantado por su proyecto de transformación y por un liderazgo que el pueblo hizo suyo.

Sus críticas y reservas llenas de insidia y de mentiras en contra de las políticas de AMLO, ensombreció su figura. Y su rabia contra el presidente lo hizo pasarse hacia la derecha. A una oposición incompetente, rabiosa y clasista.

En declaraciones públicas y en entrevistas, Cárdenas ha venido fijando una posición verdaderamente grotesca respecto del ejercicio gubernamental de López Obrador. Lo acusa de inepto, de tener ligas con el narco, que no tiene un plan de desarrollo y otras lindezas.

 

Los abrazos de López Obrador y los balazos de Cárdenas (Facebook).

 

Hoy lunes 30 de enero del año en curso, Cuauhtémoc Cárdenas, Francisco Labastida Ochoa, José Narro Robles, Diego Valadés, Clara Jusidman, Francisco Barnés de Castro y otros políticos “ampliamente conocidos”, presentarán el proyecto que anima a los integrantes del grupo y que llaman “Punto de Partida”.

 

Dicho proyecto, dicen, busca rescatar el país “del progresivo deterioro que vive” porque “no están de acuerdo con muchas cosas que se están haciendo en el gobierno”, y pretenden demostrar “que hay cosas que no están dando resultado.” (2)

 

La desesperación de estos dinosaurios es la misma que sufre el grupo que pedalea Claudio X González, solo que aquellos que fueron mecidos en cunas de terciopelo y que creen ser poseedores de un pedigrí especial, no siempre responden a intereses que no sean aquellos que provienen de su estirpe.

En el camino tuercen su destino y caen en la banalidad y en un ejercicio político ajenos a los intereses del pueblo. Ese es Cuauhtémoc, el que traicionó al General, su padre. Sus cojones no fueron similares a los de Lázaro. Los suyos apenas alcanzaron el tamaño de los de un colibrí.

Y la verdad, es penosa su situación. ¡Le ganó la envidia y la vileza! Andrés Manuel resultó mucha pieza para él porque, en la escena política sólo brillan los que en su haber se encuentran las venas que lleva la sangre del pueblo, alimentando su alma y su corazón.

 

(1) La disputa por México, Álvaro Delgado Gómez, Alejandro Páez Varela, Harper Collins Págs. 135-151.

(2) Entrevista de Leticia Robles de la Rosa, Excélsior, 28 de enero 2023.

 

* Es activista social en Ciudad de México. Comunista, analista político y articulista. Forma parte de la línea congruente y crítica del Partido Morena.

Ensenada, B.C., México, lunes 30 de enero del 2023.

 


Comparte en redes sociales

Un comentario en "DESDE LA IZQUIERDA: Los cuadritos de Cuauhtémoc y los huevitos del colibrí"

  1. Yuvicela Castrejon Chavarria dice:

    Qué bárbaro! Los años pasan y tú capacidad de análisis crítico de lo que sucede en el país no pasa ni pasará inadvertida para ti ni para el pueblo, con la diferencia de tu gran capacidad de informador. Lo que tú públicas lo sentimos muchos mexicanos. Felicidades Sosa, amigo de siempre. Besos y abrazos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *