DESDE LA IZQUIERDA: El vacío que dejará AMLO solo lo llenará el pueblo
En casi ochenta y cinco años, México no había tenido un presidente de la talla de Andrés Manuel López Obrador. Como opositor primero, y después como jefe del ejecutivo federal, su vida pública, su rebeldía, su congruencia y su honestidad siempre contuvieron los intereses y las necesidades del pueblo.
Jesús Sosa Castro* / 4 Vientos
Imagen destacada: ¿La vestimenta, pero principalmente los zapatos, quedarán muy grandes al (a la) sucesor (a)? (almomento.com)
Su historia y la de los desheredados explica la conjunción permanente de ideales y luchas por un mejor porvenir para los mexicanos. Los tiempos y los espacios que ha vivido y caminado el presidente nunca han estado libres de abrojos, de odio y de cizaña.
Sus posiciones políticas, su cercanía con el pueblo, su proyecto democrático y sus ideales expresados y mantenidos durante toda su vida pública, han sido vistos con menosprecio, desdén y rabia por los fifís y por los señoritos del viejo poder.
No obstante, López Obrador ha mostrado una capacidad política, conocimiento de los problemas del país, ser un estratega de primer nivel y un ajedrecista que la oposición no ha podido derrotar.
El proyecto de transformación que propuso a los mexicanos está a punto de ser cumplido a cabalidad en unos cuantos meses. Su obra y sus políticas son el orgullo y el contento de la mayoría de la población, pero el retrato que han hecho del presidente la oposición, la mayoría de los medios y los articulistas al servicio del antiguo sistema es la forma en que estos sectores programan una conspiración que, como decía Hegel, se apoya en el uso de la razón pervertida, naturaleza incuestionable de los medios y de los opositores a la 4ª transformación.
Les ha afectado demasiado el éxito que ha tenido el presidente en el impulso y realización del proyecto de transformación. Sin embargo, las obras y los hechos que están a la vista de todos no parecen parar las campañas insidiosas llenas de clasismo, mentiras y vileza.
La grandeza, la popularidad y la eficiencia en el desempeño del encargo que le dio el pueblo en el 2018 al presidente, están en la mira estupidizante y enfermiza de la oposición. La derecha está haciendo todo lo posible para descarrilar la política de AMLO, o, en otro de los supuestos, impedir el triunfo de Morena y de sus aliados en el 2024.
El riesgo de que esto ocurra proviene de los desacuerdos y de los intereses que, en Morena, en el PT y en el PVEM, están oscureciendo y haciendo compleja la de por sí difícil situación que se está viviendo en el país.
Las burocracias políticas de esos partidos no entienden los intentos desestabilizadores de la fachiza opositora. Y, aun así, el fenómeno de encaramar al poder a funcionarios corruptos y sin ideales procrea una casta de políticos que hacen lo que les mandan sus partidos, muchas veces en contra de los electores y de los ciudadanos. Se convierten en defensores del aparato contra los intereses del pueblo.
En el futuro inmediato y mediato, el anhelo popular es poner en práctica lo que el poeta español Gabriel Celaya dejó escrito para los soñadores de la lucha por la libertad y la democracia.
Las frases que se hicieron famosas en el mundo de la política y de la poesía las dijo cuando, después de haber perdido la guerra, le preguntaron cuáles son las tres cosas más importantes de su vida. Contestó:
“El amor, la poesía y el partido comunista porque el amor es YO CON ELLA, la poesía es YO CONMIGO y el partido es YO CON ELLOS” (*)

Foto: Pinterest.
En estas palabras están inscritas las ideas y los sentimientos de los que han hecho de su vida un canto a la libertad y a la justicia. ¡Es el humanismo del que habla el presidente!
Entenderlo y practicarlo en los momentos de mayor locura de los que apuestan al desastre, es la tarea principal en la que debemos ocuparnos todos los revolucionarios y demócratas.
Estamos en los tiempos en los que se imponen los grandes debates. Hacerlos requiere de una generosidad que no tienen los partidos políticos, hoy convertidos en empresas, en negocios de grupos de poder. Será difícil cambiar las cosas si el pueblo no asume su responsabilidad.
Está visto que la oposición se ha atrincherado en los espacios principales donde se hacen y aprueban las leyes. Ella no será factor de cambio.
Tenemos que recuperar el artículo 39 constitucional para hacer efectiva la consigna de que sea el pueblo el que ponga y el que quite. De otra manera, seguirá siendo una frase vacía.
(*) Marea del silencio, Gabriel Celaya, Editorial Laia, 1977.
* Es activista social en Ciudad de México. Comunista, analista político y articulista. Forma parte de la línea congruente y crítica del Partido Morena.
Ensenada, B.C., México, lunes 16 de enero del 2023.
Extraordinario artículo, estimado Gabriel. El mundo se desarrolla a partir de las grandes diferencias sociales y de una economía que ciega, sorda y sin sentimientos. Creo que AMLO, deja un legado histórico, y que habrá que darle continuidad a partir de una nueva forma de conciliación entre los sectores, que profundice en la tesis HUMANISTA, sin distingo de colores, ideologías o dogmas, más allá de la confrontación sistemática y circense de la cual los partidos hacen su agosto. Profundizar en el HUMANISMO, será la clave de una nueva etapa para México y para el mundo, más este Humanismo debe plantearse hacia la renovación del desarrollo integral del ser humano más allá de su condición social y política. Saludos cordiales